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Hilera de automóviles de autoescuelas de Segovia en la protesta que ha tenido lugar este lunes por la ciudad. Antonio de Torre

'La rebelión de las L' marcha por Segovia contra la falta de examinadores

La protesta, en la que han participado este lunes cerca de medio centenar de vehículos de autoescuelas, dificulta el tráfico por el centro de la ciudad

Lunes, 15 de abril 2024, 23:55

Las autoescuelas de Segovia gritan «¡basta!» Las empresas que en la provincia imparten la formación necesaria para la obtención de los distintos carnés de conducción coinciden en definir como «insostenible, tanto económica como moralmente», la situación en la que se ven inmersas desde hace meses. ... Además, ahora en abril el problema se ha agudizado. La lista de espera de alumnos que optan a examinarse del carné de conducir sigue creciendo y haciéndose más larga, lo que conlleva también mayores retrasos a la hora de someterse a la prueba de la Dirección de Tráfico.

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Los directores e instructores de las autoescuelas ya no aguantan más y este lunes han encendido los motores de su reivindicación, la 'rebelión de las L', una caravana de 46 vehículos, cuarenta turismos y seis tráliers y camiones, que ha recorrido algunas de las arterias del centro de la capital, con las consiguientes afectaciones sobre el tráfico.

La columna de protesta ha partido de la calle Guadarrama del polígono del Cerro en torno a las 11:30 horas y ha continuado por la carretera de San Rafael hacia la Puerta de Madrid. Tras transitar por la glorieta de la Comandancia de la Guardia Civil han enfilado Conde Sepúlveda por el carril habilitado por las Policías Local y Nacional, que han velado por la seguridad vial durante la protesta, sobre todo asegurándose de que no se generaran grandes congestiones de tráfico y que se respetaran las normas circulatorias.

«Cuando se tienen que pagar cuatro o cinco nóminas, los exámenes de tres o cuatro alumnos al mes no pueden sostenerlo»

Irene Herranz

Presidenta de la Asociación Provincial de Autoescuelas

La caravana ha continuado hacia Ezequiel González cruzando Santo Tomás; luego ha atravesado la rotonda de la Comisaría, donde se han localizado los mayores embotellamientos, y se ha dirigido hasta la glorieta que preside la escultura de Cándido. Allí, los cerca de medio centenar de vehículos han dado la vuelta para hacer el recorrido en sentido inverso, con los decibelios de la reivindicación bien elevados por la sonoridad de cláxones, bocinas y silbatos.

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Si bien la escasez de examinadores es un mal que aqueja, por lo general, prácticamente a toda España, la presidenta de la Asociación Provincial de las Autoescuelas, Irene Herranz, opina que las carencias que lastran el funcionamiento y la operatividad de las oficinas de Tráfico en Segovia hunden la demarcación en el fondo de un pozo en el que las demoras para sacarse el carné se eternizan. «Posiblemente sea la provincia que peor está en España», lamenta la portavoz.

El 'tapón'

1.670 expedientes

de alumnos dispuestos a sacarse el carné de conducir están en lista de espera por la falta de examinadores

Los datos que facilita la representante gremial señalan que, a fecha 31 de marzo, había 1.670 aspirantes a obtener el permiso de circulación a la espera de someterse a la pertinente prueba oficial. Son alumnos que han superado el test teórico y que han realizado y pagado una cantidad de prácticas a los mandos de los vehículos de las autoescuelas. Los profesores consideraron que están preparados, que reúnen los conocimientos y las destrezas que les hacen aptos para aprobar el examen final. Pero la que no está lista es la organización de la Dirección General de Tráfico (DGT), por lo que esos candidatos ven con resignación cómo tienen que postergar la colocación de la 'L' en el coche que les acredita como nuevos conductores.

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Para asumir ese caudal, la provincia cuenta con tres examinadores, aunque Irene Herranz aclara que «en realidad es uno y medio», ya que el resto se dedica también a labores administrativas como son la gestión de los expedientes y de las solicitudes de los alumnos.

La presidenta de las autoescuelas de Segovia advierte de que, de alargarse el déficit de evaluadores, los «atascos» de aspirantes al carné aún serán mayores y el «tapón» impedirá dar salida a los candidatos pendientes de la prueba final. La consecuencia, vaticina Herranz, es que los centros no podrán asumir la demanda de matriculaciones que les llegue. Al final, la representante del sector teme que haya empresas que se vean forzadas a «cerrar y a despedir trabajadores».

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En la actualidad, Tráfico examina a «entre tres y cuatro alumnos al mes por autoescuela». «Es insostenible», repite Herranz, quien cree que tres o cuatro incorporaciones a pleno rendimiento, y no compartidas con la comisión de otras atribuciones burocráticas, podrían aligerar las demoras acumuladas.

Representante de las autoescuelas, tras la pancarta con el lema de la protesta. De Torre

El conflicto laboral que acarrea el embotellamiento de futuros conductores pendientes de sacarse el carné también late en la 'rebelión de las L' de Segovia. El entramado de autoescuelas de la provincia está formado por en torno a una veintena de empresas. La mayoría son pequeñas, con dos o tres empleados asalariados, indica la presidenta. «Hay escuelas que tienen diez u once trabajadores que lo están pasando muy mal», se queja Herranz en su llamada de auxilio. «Cuando se tienen que pagar cuatro o cinco nóminas, los exámenes de tres o cuatro alumnos al mes no pueden sostenerlo», apostilla.

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El déficit

3 examinadores

disponibles en Segovia, según la presidenta de las autoescuelas, aunque «en realidad son uno y medio» porque el resto hace labores de administración.

Asimismo, reconoce que el funcionamiento propio de las escuelas se ve trastocado por este panorama contra el que se rebelan. El «tapón» a la hora de dar salida a los candidatos que reúnen los conocimientos para presentarse a la prueba definitiva de Tráfico expone al centro damnificado a tener que interrumpir la enseñanza, que se retomaría cuando tenga la certeza de que algunos alumnos pueden ir al examen con garantías de aprobar. «No hay una formación completa cuando no es continua porque es antipedagógico», critican directores de algunas de las autoescuelas que secundan la 'rebelión de las L'.

La tardanza desde la preparación hasta el examen se alarga «entre cuatro y seis meses». Si el déficit de evaluadores persiste y las autoridades no ponen remedio, la de por sí abultada acumulación de pruebas pendientes seguirá en aumento y, por ende, las demoras se irán más allá del medio año. Especialmente inquietante es la situación de alumnos que han recibido la formación teórica y práctica para ir al volante de camiones o autobuses y autocares, un segmento que clama por un relevo generacional que choca con la burocracia y con la escasez de examinadores contra la que protesta también la patronal segoviana Asetra.

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«No hay una formación completa cuando no es continua. Es antipedagógico»

Irene Herranz

Presidenta de la Asociación Provincial de Autoescuelas

«Es una catástrofe», se lamenta Irene Herranz, quien se queja además de la pérdida de oportunidades laborales que están ocasionando las tardanzas en someterse al examen. «Salen ofertas de reponedor o de cebaderos y otros trabajos en la industria agroalimentaria y no pueden optar a ellas porque no tienen el carné». La presidenta de las autoescuelas de Segovia reprocha a Tráfico «la mala organización».

La experiencia del sector adivina en un horizonte temporal casi inminente la avalancha de solicitudes de matriculación que suelen recibir a partir de mayo. Se aproxima el verano y los estudiantes de Bachillerato aprovechan para apuntarse e intentar sacarse el carné durante este periodo de vacaciones. Más leña al fuego.

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