Segovia

La 'mentira' de entrenar por las mañanas

Sin embargo, fiel también a su estilo contundente en el trabajo, recio en la expresión, aunque nunca exento de ironía; es una cuestión que uno de los hombres fuertes del cuerpo técnico como es el preparador Nacho Gonzalo, relativiza: «Yo creo que lo de entrenar por las mañanas, sinceramente, es una mentira. Al final, ¿tú cuándo juegas? Por la tarde, ¿no? Entonces lo ideal sería entrenar por la tarde». No obstante, tras esa respuesta que pone negro sobre blanco muchas cosas, subyace la gran explicación. «Ocurre que a nivel mental, sobre todo, para el jugador al entrenar por la mañana se levanta más fresco. En las tareas sobre todo técnico-tácticas va a tener mejor recepción, mayor facilidad para cogerlas y ejecutarlas. Y luego tienen toda la tarde, en teoría, para descansar. Pero si lo miras objetivamente, lo ideal es entrenar por la tarde porque tú juegas por la tarde», declara.

Ventajas físicas, por tanto, ninguna. Es una cuestión mental, una cuestión de percepción interior de las situaciones del propio jugador, para el que su trabajo es el fútbol. «El jugador se levanta y lo primero que hace es entrenar y todo lo va a asimilar de mejor manera», recalca Gonzalo. Ese condicionamiento mental es importante, porque el club ya tiene una experiencia reciente de un futbolista al que se fichó para jugar y que, viendo que tenía mucho tiempo libre, se puso a trabajar. O la reciente situación de Dani Arribas, un histórico que ha tenido que dar un paso atrás porque el trabajo y la formación reciente de una familia ha sido demasiada carga mental que sumarle al fútbol. También en esta decisión subyace una cuestión de apariencia. La sensación de los agentes y los propios jugadores cuando saben que el club y el equipo trabajan por las mañanas es de profesionalidad en todos los puntos. Eso, al fin y a la postre, termina atrayendo posibles fichajes.

El ejemplo del capitán es el más claro. Manu, a nivel personal, está disfrutando de la situación de sentirse liberado del trabajo y llegar limpio de cabeza únicamente para entrenar y jugar, aunque eso no se está notando todavía en los estándares de Nacho Gonzalo. «Veremos durante la temporada, pero sí que es cierto que ahora por ejemplo Manu no va a llegar al entrenamiento con problemas de su trabajo en la cabeza. No tiene que llegar, desconectar del trabajo y que le diga el míster que tiene que hacer este movimiento, el otro o el otro. Estando fresco, pensando en el fútbol por la mañana, lo va a asimilar mejor que no viniendo con problemas de tu trabajo». Sin embargo, sí le sirve al preparador físico para regular mejor los horarios y rutinas deportivas, nutritivas y de descanso de los jugadores. «También es una posibilidad esa de que el jugador tenga la tarde libre para, tanto el readaptador como yo, hacer diferentes trabajos preventivos como gimnasio de fuerza. Diferentes complementos. Si entrenas por la tarde, por la mañana no puedes hacer ese trabajo y luego por la tarde entrenar, porque no es tan fácil coordinar las cargas», añade.

Al margen de los beneficios relativos pero directos, entrenar por las mañanas le supone al club y al equipo otro tipo de beneficios indirectos. Ahí entra en juego el uso y disponibilidad de las instalaciones. Ramsés Gil no quiere tener que alternar entrenamientos entre La Albuera y el Mariano Chocolate, porque el cambio de superficies no ha resultado positivo para el equipo. De hecho, David López sigue recuperándose de una pubalgia causada precisamente por un exceso de trabajo sobre hierba artificial. Por las mañanas no hay demanda de otros clubes del estadio de La Albuera, ni casi de cualquier otra instalación, con lo que la Sego gana tiempo y calidad. Teniendo en cuenta, claro, que el estadio vuelva a su sino. Porque su estado es tan mal ahora mismo que el equipo no ha hecho más que dos sesiones y los partidos en su césped. El resto del trabajo se está desarrollando básicamente en el verde de las pistas de atletismo Antonio Prieto.

También se ha tenido en cuenta la climatología segoviana para tomar esta decisión, porque tampoco es la misma la temperatura en invierno a las 10:00 de la mañana que a las 18:00 horas de la tarde. Todo ayuda a prevenir lesiones, especialmente musculares. O, cuando menos, a reducir los tiempos de recuperación. «Es hacer las cosas más coherentes», explica Nacho Gonzalo. «Por ejemplo, se te rompe un jugador y lo ideal es que vaya a su recuperación y a casa a descansar. Si tiene que trabajar, no es lo mismo. No es que vayas a recuperar más rápido siempre, pero esa musculatura te va a cerrar de diferente manera», concluye el preparador físico gimnástico.