Una Sego reconocible y con carácter

Lo primero que quedaba claro, casi desde el saque de centro, es que el equipo estaba comodísimo en un césped como una alfombra. La Segoviana se adueñó de la pelota desde el primer minuto y con Juan de la Mata y Fer Llorente como timoneles, movía y movía de banda a banda buscando las cosquillas del rival. Encontrarlas, no las encontró, pero se notaba una ambición mayor en lo ofensivo. Merencio y Pablo Arranz abrían bien el campo, sin llegar a entender del todo bien todavía los movimientos que va marcando Dani Segovia. Y es que el nuevo nueve de la Gimnástica tiene muchas virtudes, pero aprovechar todas ellas pasa por entender de forma predeterminada qué movimiento va a ejecutar. Y ahí tiene que progresar todavía el equipo.

Sin embargo, todo esto a este nuevo filial del Atleti, que se va a estrenar en Primera Federación, bien poco le importaba. Con jugadores con un físico imponente y una calidad técnica envidiable, parece claro que han cambiado el chip de lo que hicieron la temporada pasada. Ya no les importa tener o no tener la pelota. Porque en menos de diez minutos las dos primeras oportunidades que tuvieron terminaron dentro. Precisión de cirujano, sí. Y errores individuales gimnásticos, que también. El primer tanto, por ejemplo, tiene dos lecturas. Una, fantásticos los movimientos de Vilan para volver locos a Arévalo y al juvenil San Felipe y poner un balón al primer palo que, con precisión e inteligencia, Mestanza convertía en un pase de la muerte al segundo palo para Abde. La otra, la segoviana, que Vilan jamás debería haber pasado si San Felipe hubiera estado contundente con el cuerpo y la pelota cuando tuvo la oportunidad de alejar el peligro. Y Arévalo debió haber ayudado más y mejor al chaval.

El segundo tanto, más de lo mismo. Contra de precisión extraordinaria en tres pases y final en la red. ¿La lectura contraria? Rubén Gómez jamás debió poner un balón desde tres cuartos de cancha blando y a la frontal, fácil para lanzar el ataque rival. Y Carmona, en el mano a mano, quizá pudo oponerse un poco más a un Abde que se metió entre los centrales con mucha comodidad. Excesiva. Dos goles en contra en menos de diez minutos y todo pintaba feo para una Gimnástica que seguía teniendo el balón, seguía insistiendo en abrir mucho el campo, pero no sabía llevar peligro.

Otra combinación letal mal defendida trajo consigo el triplete de un Abde que se mostraba como un nueve de manual: tres remates, tres goles. Y al descanso pudieron ser más y quizá hasta debieron, porque Rubén Gómez iba a sacar bajo palos un gol fácil de Diego Bri y Carmona privaría a Joel Arumi del premio del gol con una gran parada casi al descanso.

Las pretemporadas también están muchas veces para que los aficionados se suban o se bajen de determinados barcos; que haya jugadores que les entren más por el ojo y otros que empiecen a despertar pelusilla. En el barco que ya zarpó la temporada pasada, pero al que el viento del verano no ha hecho más que impulsar, ya hay mucha gente y más debería haber. Es el de Dani Plomer. En el uno contra uno es un demonio el mallorquín y trajo por la calle de la amargura a los dos nuevos inquilinos del Atleti, que cambió todo su once para la segunda parte y notó el bajón.

Con una pareja de centrales que seguramente sea la que abra la temporada contra el Numancia, Abel Pascual y Javi Marcos; con Rubén en la izquierda y el nuevo lateral derecho, Juan Silva, el equipo ganó empaque. En el medio, Manu se convirtió en protagonista, no sólo equilibrando. Y por delante, Plomer comenzó a romper su banda izquierda con frecuencia; Ivo encontró aliados con la electricidad que necesitaba desde la media punta; Pablo Arranz, que se había partido la cara en la primera parte, con menos focos encontraba más espacios. Y Álex Maroto arriba, cascado porque está jugando mucho esta pretemporada, supo dejar ciertos detalles cuando se conectaba a tiempo a las jugadas.

Tardaron en llegar, es verdad. Quizá lo que el nuevo once tardó también en estabilizarse. Todo empezó con una falta escorada a la izquierda que Ivo amagó con pegar y Rubén estrellaba, por abajo y con picardía, en el palo. En esa misma acción, en la que toda la Sego se había enchufado, iba a darse una segunda posibilidad con una media vuelta de Abel desde la frontal del área y una gran parada de Óscar. Todo eso ocurría en el minuto 20 y los siguientes 25 iban a ser magníficos.

Primero, en una gran salida de balón gracias a la mejoría en la presión, Álex Maroto iba a filtrar la pelota dentro del área para Manu, que escorado a la derecha lograría pegar de primeras al palo contrario con mucha limpieza. El capitán tirando del carro y un canterano dejando detalles, porque la acción de Maroto tuvo mérito en el control y el pase. Todo lo demás iba a llegar por bandas. Ojo al juego por bandas de este nuevo proyecto de la Sego. Una internada de Dani Plomer, al que por su zona sólo podían pararlo con faltas, iba a terminar en un penalti muy claro que Ivo, con un gol de merecimiento porque está entendiendo lo que puede aportar, transformaría. Por último, en una acción a balón parado por la derecha, el argentino Juan Silva se iba a estrenar con un remate en escorzo encima del portero. Y el partido terminaría con los gimnásticos buscando la remontada completa desde fuera del área. Reconocibles en la actitud, algo más finos en todo lo demás. Primera aparición de lo que se espera y se quiere que sea la Gimnástica de esta temporada.