Otra derrota con poca lectura

Era el segundo partido de preparación para los dos equipos. Uno con una semana más de trabajo, pues comienza a finales de agosto en La Coruña su travesía en Primera RFEF. Otro, la Gimnástica, con mucha carga de trabajo. Ninguno de los dos había ganado los previos y quizá por ahí vino el hecho de que, desde el inicio, el partido tuviera visos de cierta competitividad. Lo que permitía la altura de la pretemporada y el maltrecho campo, sobre el que el balón botaba como un conejo asustado. Normal en este sentido que se vaya a procurar jugar menos en este mes previo y darle tregua de cara al inicio liguero.

Hablar de cierta competitividad no quiere decir que se esté hablando de calidad o mucho fútbol. Sí un poco más el Rayo Majadahonda, que tuvo en la primera parte las mejores oportunidades. Casi todas en las piernas de su delantero centro, Cortés. Todas desarticulados por Oliva, una de las buenas noticias para la Sego. El canterano acreditando los buenos reflejos bajo palos. Sólo tuvo un problema, el gol, en el que dejó la sensación de que cuanto más lejos de la portería, menos capacidad de decisión. Una buena salida del Rayo, centro del campo superado y un pase al hueco de Rubí que Cortés, ya solo ante Oliva, aprovechó con un simple regate a izquierdas y un pase a la red. Las dudas en un portero se pagan siempre.

Entresacando detalles de la primera mitad para la Sego, dos buenas acciones de Plomer en conducciones y uno contra uno; dos detalles técnicos de Manu en el centro del campo y un par de apariciones de Ivo y un remate con parada incluida de Álex Maroto.

Igual que contra el Ávila, Ramsés había planteado este miércoles en La Albuera un once con mucho canterano y un segundo once para la segunda parte con algo más de chicha. Ya con Fer Llorente, Astray y Juan de la Mata mandando en medio campo, todo parecía tomar otro cariz. Y a balón parado iba a llegar la mejor oportunidad para la Gimnástica. Un córner que Fer Llorente iba a poner con mucha maestría al primer palo para que rematase Guillermo San Felipe. Sólo la gran intervención de Dani con la colaboración del larguero iba a evitar el gol de un muchacho que tiene planta y que no se complica jugando como central.

El tema es que, en este caso, lo valiente te lo iba a quitar de nuevo Cortés. El 9 del Rayo Majadahonda volvió a aparecer inteligente en la espalda de los centrales, aunque esta vez con una fuerte oposición en el cuerpo a cuerpo de Javi Marcos. En el forcejeo, se impuso el delantero y su definición frente a Carmona fue también perfecta. Dos goles habiendo podido hacer alguno más. Tras eso, los madrileños le dieron la vuelta al once.

Los madrileños empezaron a jugar menos y a dejar jugar menos todavía. En esa dinámica se echó de menos encarar más, un mejor pie de Fer Llorente y, por supuesto, que el único que jugó todo el partido terminó siendo Álex Maroto, que se fundió arriba sin mucho lucimiento. Con Segovia obviamente sufriendo alguna molestia, porque ni siquiera calentó, las carencias ofensivas se hicieron mucho más evidentes. Merencio está todavía muy por debajo de las prestaciones esperadas y sin Javi Borrego todavía fino ni para ganar algo de ritmo, lo que se podía hacer era algo a balón parado y eso hay que forzarlo.

Más ganas que concierto, aunque en lo defensivo el equipo sufrió con balones a la espalda y a balón parado que fue como llegó el tercero. Un pobre despeje, un buen remate de Adrián Carrión y aunque Álvaro González llegó a tocarla, el juvenil no pudo evitar el gol. Eso sí, bajo bagaje ofensivo de nuevo. Si contra el Ávila se contabilizó apenas el disparo a puerta del gol de Arévalo, contra el Rayo Majadahonda podemos hablar de dos.

La idiosincrasia de la Gimnástica de Ramsés, de presión y asfixia, se busca. Pero no hay nada que llene el ojo en lo ofensivo. Quizá la falta de caras nuevas tenga parte de culpa de que Astray, del que se intuye que en la primera temporada que va a jugar desde el inicio con la Sego, sea el jugador que parece que puede dar más de lo que hasta ahora se ha visto. El tercer capítulo, en Los Ángeles de San Rafael, contra el Atleti B.

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