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Los huecos vacíos de las agendas de reserva de los restaurantes segovianos se empiezan a llenar. Multitud de empresas han apostado por recuperar en las vísperas navideñas la tradicional cena, que ahora se ha convertido en comida, tras las masivas cancelaciones que se vivieron el ... año pasado. Los hosteleros de la provincia confían en una buena temporada festiva, a pesar del incremento de los precios en los menús especiales de Navidad respecto al año pasado.
Son muchos los negocios que no dejan pasar la oportunidad de celebrar. De ahí que en los últimos días se hayan sucedido multitud de conversaciones para cerrar fechas en las que celebrar las comidas y cenas navideñas de sus empleados. A pesar de la incertidumbre motivada por la crisis económica, la ilusión permanece. De ahí que las expectativas en el sector hostelero sean «buenas». «Esperemos que esto no cambie», afirma el gerente de la Asociación de Alojamiento, Hostelería y Turismo de Segovia (Hotuse-AIHS), Javier García Crespo.
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Las previsiones son buenas, del mismo modo que lo eran el año pasado. Sin embargo, la intromisión de una nueva cepa de la covid, la conocida ómicron, provocó que justo en las vísperas de estos encuentros se produjesen más cancelaciones que reservas, tal y como recuerda el presidente de Hotuse-AIHS, Jesús Castellanos. Por ello, es cauto a la hora de realizar un pronóstico de la temporada navideña. «Estamos empezando y las reservas todavía son escasas, esto se tiene que animar», explica.
Desde la pandemia, los segovianos han perdido la tendencia a concertar los servicios con anticipación. Tan solo se escapan de esta predisposición aquellos fieles clientes que no quieren perder disponer de una mesa en su restaurante favorito. En cualquier caso, los hosteleros coinciden en que el grueso de las reservas para las comidas y cenas navideñas se concentran en la última semana de noviembre y la primera de diciembre. «Hay empresas que son previsoras y otras que esperan a San Andrés», concreta Marisa Duque, propietaria y directora del Restaurante Casa Duque.
Jesús Castellanos
Presidente de Hotuse-Aihs
«No hay antelación, todo se hace a última hora», detalla Castellanos. En esta ocasión, el temor a la covid ya no es la causa de esta demora. «La gente está a expensas de los precios, este año más que nunca», lamenta. Todo ello cuando la inflación afecta al bolsillo de los clientes, pero también al balance de pérdidas y ganancias de los diferentes establecimientos. «Llevamos varios meses con un equilibrio muy complicado entre lo que tenemos que cobrar para que el negocio sea rentable y lo que el cliente puede pagar», estima.
Una vez al año, no hace daño, suele decir el refrán. Los menús de Navidad son ocasiones especiales y ocasionales, por lo que su precio no era una cuestión determinante. Todo ha cambiado con el incremento de los costes. La carta ya no es una opción popular, lo que ahora se demanda son menús con precio cerrado que incluso «se están ajustando al máximo», asevera Javier García, con el propósito de «gastar lo menos posible», incide el presidente de Hotuse.
Javier García Crespo
Gerente de Hotuse-Aihs
El coste de la electricidad se ha triplicado, el del gas no toca techo, los alimentos fluctúan siempre hacia arriba y la crisis de suministros afecta al abastecimiento general. Esta situación ha causado daños colaterales en los sectores económicos, como es el hostelero. «Todos hemos tenido que subir los precios para repercutir estos aumentos. No queda otra, aunque lo hemos hecho en la mínima medida de lo posible», matiza Cándido López, gerente del Mesón Cándido.
«Hemos optado por ser prudentes y sensatos y dejar unos precios ajustaditos», coincide Marisa Duque, que ya ha confeccionado su menú. En relación a las ofertas que ya se han publicado en la capital segoviana dirigidos a grupos de empresa, estudiantes y amigos en vísperas de navidad, su precio va desde los 25 hasta los 65 euros. Por tanto, el coste medio ronda los 40 euros.
Cándido López
Mesón Cándido
Las cifras están determinadas por la calidad y elaboración de los platos, pero también por la cantidad –por ejemplo, si hay entrantes o no–. Como marca la tradición, el marisco y los asados son protagonistas en cada reunión de empresa, aunque cada vez hay recetas más innovadoras y para compartir. Precisamente, Hotuse actualmente trabaja en la edición de una revista digital que recopila las ofertas de los establecimientos de toda la provincia, que saldrá a la luz en próximas fechas.
El periodo tradicional de comidas y cenas de empresa va desde el fin del puente de laConstitución hasta la víspera deNochebuena. Este año, en esas fechas, tan solo habrá un fin de semana (del 16 al 18 de diciembre), donde se concentrarán la mayoría de las reservas. Sin embargo, se percibe una cada vez mayor tendencia a celebrar estas reuniones a diario.
Aunque estos eventos de empresa prácticamente se extinguieron con la crisis de 2008, remontaron significativamente en 2018, puntualiza Castellanos.La covid, por tanto, fue un obstáculo. Pero la recuperación de las celebraciones ya es una muestra más de la vuelta a la normalidad.
«Segovia no es una provincia con muchas cenas de empresa porque no hay industria», resume el presidente de los hosteleros. A su vez, «tan solo afectan a determinados restaurantes». A pesar de ello, «somos de costumbre, a los segovianos les gusta salir y celebrar», se alegra. «La gente va a volver a celebrar las fechas navideñas como en años anteriores, no hay duda», resalta Cándido López.
No obstante, lo que sí han cambiado son los hábitos. Las comidas y el «tardeo» han sustituido a las cenas y al ocio nocturno. Es una percepción que los hosteleros notifican desde hace tiempo. «Lo vemos durante los fines de semana», detalla el presidente de Hotuse. Cada vez hay más comidas y menos cenas. Estas últimas «se convierten en un par de cañas y unos pinchos», indica.
MARISA DUQUE
Restaurante Casa Duque
Desde la llegada de la covid, también han decaído las copas. «Prácticamente han desaparecido», sostiene Castellanos, a la vez que confía en que, al ser estas reuniones de empresas y amigos ocasiones especiales que tienen lugar tan solo una vez al año, «siempre se bebe algo».
El presidente de Hotuse manifiesta que «la gente tiene pavor a tomarse una copa, se ha creado una especie de psicosis». Por ello, detalla que, desde el año pasado, el incremento que se ha repercutido es de aproximadamente un 6%. «Si una copa costaba seis euros, ahora cuesta 50 céntimos más», precisa.
A su vez, cada vez los grupos de amigos son más significativos en las mesas de los restaurantes durante estas fechas. «Lo que antes eran montones de cenas de empresa, ahora son grupos de amigos que se juntan para celebrar la víspera de Navidad y Año Nuevo», aseguraMarisa Duque.
La aspiración principal de la hostelería segoviana es que, aunque sea a menor precio, «la gente se anime y salga a celebrar», sostiene Javier García. «Sobre todo en esta época, pues somos un sector que reparte felicidad», afirma. A pesar de la incertidumbre, las expectativas son positivas. Esa es la esperanza a la que los hosteleros de la provincia, optimistas, se aferran.
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