«La gente tiene las mismas ganas de salir a los bares que hace un año»

La explicación que da a esta situación es que los ciudadanos, sumidos en noticias negativas sobre los daños colaterales derivados de la covid, quieren «vivir la vida» por si acaso no pueden hacerlo en un futuro y, en suma a ello, recuperar el tiempo perdido.

La demanda es parecida, pero los costes no. «La cerveza ha subido tres veces desde marzo y yo he tocado los precios en dos ocasiones», anota. Todo ello sin descartar que en enero tenga que volver a modificarlos para repercutir el progresivo incremento, cuya estabilización no está prevista, al menos, en los próximos meses. «El café cuesta diez céntimos más que hace un año», detalla.

Esto ha tenido consecuencias en el consumo. Aunque los clientes gasten menos dinero en cada visita a los establecimientos hosteleros, «salen en mogollón todos los fines de semana, cuando antes eso solo sucedía en los puentes». En suma a ello, aguantan menos en los locales por las noches, incluso tras las cenas. «El ocio nocturno ha desaparecido», insiste. «La gente viene antes y se va antes, por lo que el cierre es más temprano», señala.