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El santuario del Henar, hace cien años. SANTUARIO DEL HENAR
Más de 400 años de devoción

Más de 400 años de devoción

El Año Jubilar Henarense se solicitó como conmemoración del cuarto centenario de la concesión pontificia de la fiesta de la Virgen del Henar

mónica rico

Cuéllar

Martes, 1 de junio 2021, 07:39

La celebración, este 2021, de un Año Jubilar en el santuario de la Virgen del Henar es reflejo de siglos de devoción sobre la imagen de Nuestra Señora, pues el poblado de Santa María del Henar ya aparece documentado en el año 1247, un poblado que debió de desaparecer, puesto que apenas hay constancia posterior hasta el año 1430, cuando se conoce la existencia de una ermita 'ruinosa', de la que poco se sabe durante el siglo y medio posterior.

Las noticias regresaron en el año 1587, de la mano de un pleito, y en el año 1616 ya aparece documentada la existencia de la ermita y el santuario. Se deduce que por entonces comenzó a hacerse fuerte la devoción a la Virgen del Henar, que despegó en el primer tercio del siglo XVII, según afirma en sus escritos el padre Carmelita Balbino Velasco Bayón, quien fuera cronista oficial de Cuéllar. Velasco Bayón también recoge una famosa concordia entre el obispado de Segovia y el cura y concejo de Viloria, localidad muy cercana al santuario, datada en el año 1618. Prueba del crecimiento de la devoción fueron los bienes materiales que poseía la ermita y que eran apreciables según los inventarios de la época.

Tan solo unos años después, el 9 de agosto de 1621, el papa Gregorio XV concedió, a través de un breve pontificio, la celebración de la fiesta anual del Henar para el domingo más cercano a San Mateo (21 de septiembre), atribuyéndose diversas indulgencias, algunas perpetuas, como la plenaria o temporales. La fijación definitiva de la fecha de la romería para el domingo inmediato anterior a la fiesta de San Mateo se produjo en el año 1849 y perdura hasta la actualidad.

Esta concesión pontificia de la fiesta de la Virgen del Henar se conmemora ahora con la celebración de un Año Jubilar, que se prolongará desde el mes de agosto de 2021 hasta septiembre de 2022, incluyendo así la festividad de Nuestra Señora de este año y del próximo, con lo que concluirán los actos.

Desde hace 400 años la fiesta se vive a modo de romería, con una novena en honor de la Virgen que se celebra los días antes, una misa vespertina el sábado anterior al día grande, seguido de un Rosario de Antorchas por la pradera, y una misa de campaña presidida por la imagen de la Virgen y una gran procesión seguida por cientos de fieles durante su fiesta, en una jornada en la que se celebran multitud de eucaristías y confesiones para dar cabida a todos los fieles.

La devoción a la Virgen del Henar continuó y creció a lo largo del siglo XVII. Prueba de de este incremento fue la construcción del nuevo templo y de la hospedería. Entre los años 1642 y 1644 se realizaron las obras de la iglesia, que sustituyó a la antigua ermita. Se trata de la primera parte del templo que se conoce en la actualidad, es decir, hasta el crucero. A finales de aquel siglo se construyó también una espaciosa hospedería, que fue demolida en el siglo XVIII. Todo ello es muestra del incremento de la devoción a la Virgen del Henar, a cuya intercesión se atribuían numerosos milagros.

Fue el sacerdote Baza de Haro quien escribió la primera historia de la Virgen del Henar, editada en 1695. En su escrito relata cómo en la fiesta de la romería se reunían por entonces 16.000 personas «y más», la mayoría de los cuales llegaban hasta el Henar el sábado por la tarde, «hallándose personas de diferentes reinos y provincias y de lo más remoto de nuestra España», narra, además de contar la procesión, en la que según cuenta, los enfermos trataban de tocar las andas con la esperanza de ser curados. Asimismo contaba que cuando la procesión llegaba a la Fuente del Cirio se producían incluso milagros.

En el siglo XVIII, el santuario vive un periodo de gran esplendor, con una devoción a la Virgen del Henar muy arraigada ya, tanto que según el libro de cuentas del año 1734 fueron hasta 186 los pueblos que desfilaron por el lugar de las provincias del centro de España, pero también de lugares más lejanos como Logroño. Unas 30.000 personas acudieron a la romería de 1713 y el número de misas encargadas a mediados de siglo fue de 7.500.

La devoción era eminentemente popular, pero también la nobleza y hasta la realeza acudieron hasta el templo para venerar la santa imagen. Es el caso de Isabel de Farnesio, segunda esposa de Felipe V, quien visitó el santuario en la primavera de 1759. También por esa época la iglesia duplicó su capacidad, añadiéndose el crucero, la sacristía y la sala de exvotos, así como la capilla de campo y el templete de la Fuente del Cirio.

La decadencia llegó en el siglo XIX, fenómeno común en los santuarios de zonas rurales, ya que vieron reducidos sus privilegios y en gran medida fueron despojados por los franceses o sufrieron los efectos de la desamortización. También el lugar sufrió consecuencias por la Guerra de la Independencia, sufriendo saqueos, lo que motivó que la imagen se decidiera trasladar a Cuéllar, donde permaneció desde 1808 hasta 1814, y supuso un golpe a la devoción popular. También la imagen tuvo que trasladarse a la villa entre 1833 y 1839. La devoción fue cayendo también en los inicios del siglo XX.

Fue en septiembre del año 1923 cuando los carmelitas se interesaron por el santuario y en junio del año siguiente llegaron al lugar, tomando posesión en septiembre, tras la realización de varias obras de mejora. Ya ese mismo año, 1924, la romería volvió a tomar vida, reuniendo, según las crónicas, a 20.000 personas. Poco a poco la devoción a la Virgen fue incrementándose a lo que contribuyó también que el santuario, en 1948 se convirtiera en casa madre de la provincia carmelita de Castilla, por lo que el nombre de la Virgen trascendió nuevamente más allá de la zona.

Desde entonces, la Virgen del Henar recibe cada año a miles de fieles llegados de muy distintos puntos del país, que muestran su cariño y devoción a la imagen. Miles también llegarán desde el próximo 8 de agosto, cuando se conmemoran los 400 años de celebración ininterrumpida de la fe en torno a la Virgen, reconocido con un Año Jubilar otorgado por la Santa sede el 23 de octubre de 2020.

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