![El niño pastor que encontró a la Virgen](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202105/26/media/cortadas/rome-ksj-U1405013520385DG-1968x1216@El%20Norte.jpg)
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mónica rico
Cuéllar
Martes, 1 de junio 2021, 07:40
Aunque circulan varias leyendas en torno a la aparición de la imagen de la Virgen del Henar, una de las más populares cuenta que la talla llegó hasta Cuéllar de manos de san Geroteo, primer obispo de Segovia, tras ser esculpida en Antioquía, en torno al año 67 después de Cristo. Tras ser venerada durante varios siglos, ante la invasión musulmana y el miedo a su destrucción, la imagen fue enterrada en el lugar.
La leyenda continúa narrando cómo varios siglos después, en el año 1580, la Virgen se le apareció a un niño que cuidaba del rebaño de su padre. La imagen le pidió que fuese a avisar a su padre, pero este le regañó por dejar solo el rebaño. Al regresar, la Virgen le solicitó nuevamente que anunciara su visita, pero el niño se negó por el temor a otra reprimenda. Entonces la mujer le pidió que lanzase una piedra, mientras que el pequeño era manco.
Lo intentó y al momento su brazo quedó sanado, por lo que nuevamente volvió a avisar a su familia. Al ver su padre el milagro, rápidamente acudió al lugar, donde la imagen se presentó, pidiéndoles que cavaran para encontrar la talla, lo que hicieron, encontrando la imagen de la Virgen con un cirio encendido a su lado. Allí comenzó a brotar agua, por lo que el espacio es hoy lo que se denomina La Fuente del Cirio, uno de los lugares más visitados durante la romería, puesto que son muchos los fieles que piensan que esta agua está bendecido por la Virgen del Henar.
También cuenta la leyenda que tras la aparición, un labrador intentó llevarse la imagen en su carro, pero una vez que cargó la talla, los bueyes se negaron a caminar, con lo que el agricultor comprendió que la Virgen quería ser venerada en ese lugar.
Hasta ahí parte de la leyenda más conocida sobre la aparición de la Virgen del Henar, aunque la realidad nos lleva a que la talla original es una imagen románica del siglo XII que perteneció a un poblado desaparecido que llevaba el nombre de Santa María del Henar. La imagen fue retocada en el siglo XVI y restaurada en el año 2015, cuando también se realizó una copia para sacar en procesión, mientras que la original queda guardada en su camarín para que no sufra los movimientos del trayecto.
Se trata de una talla policromada que sostiene en su regazo a su hijo como 'Sede Sapientiae' (trono de sabiduría), expresión latina utilizada para nombrar este tipo de imágenes en la que el Niño está sentado sobre su madre a modo de trono. El Niño presenta la iconografía del Pantocrátor bizantino, con una mano sostiene el libro cerrado de la nueva Ley y con la otra bendice con tres dedos en postura frontal.
Respecto al santuario, el primer documento que se conoce sobre un poblado medieval, Santa María del Henar, data del año 1247, donde aparece pagando diezmos al obispo de Segovia. El poblado debió desaparecer y en pie quedó la pequeña iglesia o capilla, que con el tiempo fue deteriorándose. Los textos narran la existencia de una ermita ruina en el año 1430. Con el paso de los años, la pequeña ermita se convirtió en templo (en 1664), al incrementarse progresivamente la devoción mariana. En el año 1759 se construyeron el camarín, el crucero y el claustro adosado a la iglesia.
Las pinturas del interior pertenecen a José Micot, que realizó las de la cúpula del crucero, que representa la glorificación de la virgen María, así como las pinturas y decoraciones de la cúpula del camarín de la Virgen, donde también se encuentra una colección de cobres pintados de la escuela flamenca, pertenecientes a Antón Wolfaert, de la escuela de Rubens.
Con la llegada de los carmelitas, en el año 1924, llegaron las mejoras en el Santuario. Realizaron una restauración a fondo entre los años 1979-1981, cuando se construyó un pórtico nuevo, de piedra con una escalinata y triple arco. El claustro se cubrió con una cristalera y en la iglesia se instaló suelo de mármol. También se urbanizó parte del entorno.
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Equipo de Pantallas, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández, Mikel Labastida y Leticia Aróstegui
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