

Secciones
Servicios
Destacamos
Mónica rico
Cuéllar
Jueves, 30 de abril 2020, 11:44
La localidad de Chatún ha repartido en los últimos días mascarillas reutilizables entre sus vecinos, acompañadas de unas pequeñas instrucciones para su desinfección. La iniciativa partió de la Asociación de Amas de Casa de Navas de Oro, que está elaborando este tipo de equipos de protección. La agrupación se puso en contacto con la entidad local y les brindaron la posibilidad de donarles las mascarillas necesarias para repartirlas entre los vecinos.
Coronavirus en Segovia
La respuesta del Ayuntamiento fue positiva y la agrupación donó 300 mascarillas, que se han repartido ya entre los 268 vecinos censados, según el Instituto Nacional de Estadística. Junto con las mascarillas se entregan instrucciones para realizar la limpieza y desinfección del material, con posibilidades como rociarla con una solución de agua y lejía o someterla a unos segundos de vapor de agua. Posteriormente, según indican las instrucciones, lamascarilla se debe introducir en una bolsa hermética, donde permanecerá diez minutos. Después se dejará secar al aire y se podrá volver a usar.
Chatún fue uno de los primeros pueblos de la provincia en dar a conocer públicamente la detección de casos positivos de la covid-19 en la localidad –se sospecha que el contagio pudo producirse en un funeral–. Su alcalde pedáneo, Salvador Muñoz, emitió un bando para informar alos vecinos, recomendarles que las salidas de sus hogares fueran únicamente para lo estrictamente necesario, que evitaran las reuniones colectivas, además de no asistir al consultorio médico, salvo urgencias. Todo elloesto ocurrió antes del decreto del estado de alarma.
Después llegó el confinamiento y la toma de medidas como en el resto del país, pero Muñoz señala que al ser de los primeros pueblos con infectados, «hemos tenido las cosas muy claras desde el principio». Así, se realizaron desinfecciones diarias de los contenedores de basura, las inmediaciones de la panadería –La única tienda existente en el municipio-, y la zona de la báscula, porque la mayoría de familias se dedican a la agricultura y la ganadería y usan la instalación a diario.
Después, operarios de la Diputación provincial empezaron a acudir dos días por semana a desinfectar las zonas comunes, aunque estas no se están usando. Así, se realizan labores en las entradas de los bares, el centro de salud, que también es el acceso al Ayuntamiento, la entrada del parque, el cementerio o los contenedores. Las calles como tal no se están desinfectando, tal y como se aconsejó desde la Federación de Municipios y Provincias, pero sí se incide a diario en aquellos lugares que pueden suponer un foco de contagio para los vecinos.
Tal vez el ser uno de los primeros municipios en dar la voz de alarma les ayudó a estar preparados y cumplir las normas, porque desde entonces «estamos muy tranquilos de casos». Es más, no se ha confirmado ninguno más. Pocos días después de los dos «positivos oficiales», otra vecina del municipio se empezó a encontrar mal, «con todos los síntomas, pero no conseguimos que vinieran a hacerle la prueba», explicó el alcalde. La mujer siguió las recomendaciones de las autoridades sanitarias, estuvo en casa en cuarentena «y ahora está fenomenal».
Desde entonces «no han llegado noticias de personas que se hayan encontrado mal o que por los síntomas pudieran tener coronavirus», por lo que en este sentido, la tranquilidad reina en un pueblo, «donde hay mucha gente mayor, que se han tomado al pie de la letra lo de no salir y quedarse en casa», asegura Muñoz.
Los que salen, cumplen las normas. «Por ejemplo, en la panadería, donde antes coincidías con tres o cinco a la vez, y ahora vamos de uno en uno, si coincides esperas fuera». Tampoco se ve a nadie paseando por las calles. «Está muy triste el pueblo»», resume su alcalde.
Si la desescalada comienza en las zonas rurales sin casos, Salvador Muñoz considera que pueblos pequeños como Chatún son buenos candidatos. «Puedes dar un paseo y a lo mejor no te encuentras a nadie; o aunque te lo encuentres, puedes pasar a cuatro metros de él y saludar». Hasta la localidad no se han desplazado durante el estado de alarma vecinos que tienen su segunda residencia en el municipio, como sí ha ocurrido en otros municipios más cercanos a Segovia, algo que, a su juicio, ha servido «para que aquí no haya continuado la infección».
Afirma Muñoz que si existiera posibilidad, incluso se habrían planteado comprar test para sus vecinos, «por quedarnos tranquilos», pero el problema es que «necesitaríamos que personal sanitario los realizara y un laboratorio los analizara», por lo que descartaron la idea.
Otra de las cuestiones que tiene pendiente el municipio es la celebración de sus fiestas de Nuestra Señora, que se celebran cada año el primer fin de semana del mes de julio en honor a la Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel. El regidor afirma que aún no se ha hablado sobre su suspensión, pero «es muy probable».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Conservas Nuevo Libe, Mejor Anchoa 2025
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.