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Segovia
Jueves, 30 de abril 2020, 07:39
La noticia del regreso a la actividad de la hostelería durante las próximas semanas ha llenado de incertidumbre el sector. Dudas surgidas en muchos casos por la sorpresa de una vuelta al trabajo que muchos no imaginaban hasta varias semanas más tarde –se esperaba ... que fuera a finales de junio–, pero sobre todo por desconocer en que condiciones los hosteleros van a poder volver a subir sus persianas.
A la espera de unos protocolos que concreten las distintas fases anunciadas por el Gobierno para la hostelería, con limitaciones del aforo y la utilización tan solo de parte de las terrazas durante las primeras semanas, el sector reclama facilidades para poder adaptarse a las especiales circunstancias con las que podrán regresar al trabajo tras dos meses de inactividad.
Reacciones ante el anuncio de la desescalada
La principal petición que elevan los propietarios de bares, restaurantes y hoteles es disponer de flexibilidad para reincorporar a los trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTES). Aseguran que el camino hacia la nueva normalidad será complicado con una demanda claramente inferior a la que disfrutaban antes de la crisis sanitaria, por lo que insisten en que mantener el 100% de esa plantilla «es inviable y ridículo». Así lo considera Enrique Cañada, presidente de la Agrupación Industrial de Hosteleros Segovianos, partidario de reincorporar al personal según vaya aumentando la demanda de los negocios. «Más del 90% de nuestros empleados están afectados por ERTES y las medidas del Gobierno establecen que cuando volvamos a abrir tenemos que reincorporar al 100% de la plantilla y mantenerlos durante seis meses», recuerda Cañada, quien se pregunta qué clientes van a tener los hoteles de la provincia hasta que se permita la movilidad interprovincial. «Sin clientes es imposible», añade.
El presidente de los hosteleros segovianos prevé el cierre de un 30% de los negocios hosteleros de Segovia (alrededor de 170), lo que supondrá «un fuerte impacto» para el sector. Considera «fundamental» conocer qué medidas de prevención y de seguridad serán necesarias para volver a abrir para que los hosteleros puedan prepararse para ello. Además, señala la bonificación de algunos impuestos municipales, como el IBI o las tasas de terrazas o basuras, como una medida que ayudaría al sector y que ya ha sido trasladada tanto al Ayuntamiento de Segovia como a la Diputación Provincial.
Coronavirus en Segovia
Asimismo, comparte buena parte de las reivindicaciones de otras asociaciones de hosteleros de España, que reclaman a los ayuntamientos, como autoridad competente, una autorización excepcional para la instalación de mesas y sillas anexas a los establecimientos públicos de hostelería (reduciendo a 1,5 metros el ancho de acera necesario para el paso de personas o aprovechando plazas de aparcamiento cercanas), la ampliación de la superficie de las terrazas donde sea posible para compensar las medidas de distanciamiento o la ampliación de los horarios de actividad de las terrazas, sobre todo en festivos y fines de semana. «Incluso poner una barra pequeña en la calle», propone Cañada. «Esas facilidades nos vendrían de maravilla», comenta el presidente de la Aihs, quien también pide a la Fes «que ahora más que nunca se vuelque con las hostelería segoviana».
Su predecesor en el cargo y propietario del restaurante El Secreto de San Clemente, Roberto Moreno, afirma que él no abrirá este lunes, pese a que sí podría, para atender pedidos que los clientes podrían recoger en su local al carecer de la logística necesaria para ello. Sí que prevé abrir el 11 de mayo (o cuando Segovia entre en la fase 1) con la posibilidad de volver a la actividad con un 30% de ocupación de las terrazas. «Es una prueba de fuego», considera Moreno sobre las semanas hacia una nueva normalidad. De hecho, afirma que ya ha encargado unas mamparas de protección para la terraza de su restaurante.
Especiales coronavirus
Por su parte, el presidente de la asociación de turismo rural de Segovia, Domingo Asenjo, apunta que la demanda que tendrá el sector durante las semanas previas a que se permita el movimiento interprovincial será «prácticamente nula», por lo que aboga por que una vez se conozcan los protocolos, «que serán complementados por nuestra cuenta», se trabaje para tener la mayor seguridad sanitaria, tanto en los alojamientos como en los propios destinos. «Hay que superar miedos y psicosis», asevera Asenjo.
La Federación Empresarial Segoviana y la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León, en la misma línea que los hosteleros segovianos, pidieron ayer «dotar de mayor flexibilidad a los ERTES para acompasar la recuperación gradual de la actividad al nuevo escenario». En caso contrario, entienden que se reducirá la capacidad de resistencia de las empresas, llevando a muchas de ellas a la quiebra.
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