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rosa m. garcía / word
Domingo, 29 de marzo 2020, 11:55
Todo ha cambiando en el día a día de los centros de salud salmantinos. Atrás queda esa imagen de salas llenas de pacientes esperando su turno para la consulta; ahora, la mayoría se realizan por teléfono y puntualmente hay citas presenciales. Para todo se ... siguen los protocolos de actuación establecidos por las sociedades científicas y los servicios sanitarios, porque lejos de «los 'bulos' y las alarmas, sí existe coordinación y estamos trabajando con una organización», afirma Pilar Moreno, médica de Familia y Comunitaria del equipo de Atención Primaria del centro de salud de La Alamedilla en Salamanca.
Coronavirus en Salamanca
D. B. P / WORD
redacción / word
Este es uno de los centros de la capital con más tarjetas sanitarias, cerca de 18.500, y comparte edificio, que no planta, con el de Garrido Sur, que tiene 25.000.
El día a día en el de La Alamedilla es un ejemplo de lo que se está haciendo en todos los centros de salud. «Hacemos una reunión de entrada de todo el personal y otra de salida, en el hall y todos con protección, para ver la organización y las novedades que surjan», como en protocolos que se actualizan u otros nuevos, explica Moreno.
«Tenemos protocolos que nos llegan de distintas cosas, desde cómo se está haciendo lo de la tarjeta sanitaria, que ha cambiado y no es necesario pasar por aquí para hacer las recetas ni las que necesitan visado; a los partes de confirmación de las personas que es tán de baja, que ya no los damos en papel, se emite, pero no se imprime, y se ha establecido un sistema para que las empresas lo cojan de la web directamente».
También disponen de material de protección. «No han mandado una cosa inmensa, pero cuando lo necesitamos, lo usamos y nos lo van reponiendo», Mascarilla, gafas. EPIS,.. «todo eso que al principio no teníamos, pero que poco a poco el sistema nos lo ha proporcionado», aunque «es un material escaso y tenemos que tener siempre la responsabilidad de utilizarlo bien».
De esta manera, explica, en Atención Primaria a cada centro se nos han proporcionado diez o doce EPI y «en el día a día, el que se va utilizando, al día siguiente nos lo reponen, al igual que el resto de material, se va reponiendo conforme se va gastando». En su opinión, en Atención Primaria «sí estamos bien de material, aunque hay que gestionarlos correctamente; pero en el Hospital desconozco la situación».
Otra de las actuaciones que se realizan en los centros de salud es «la división de las consultas, en los que es respiratorio, por un lado, y otras urgencias u patologías, por otro». Igual ocurre para los avisos a domicilio, «unos hacemos los avisos de nuestros pacientes cuando no son sospechosos de Covid-19 y otra persona hace los sospechosos, provisto con el EPI y siguiendo una serie de normas establecidas».
Pero los protocolos no se quedan ahí, también «los hay sobre cómo tratar a los pacientes de riesgo y de no riesgo que se están tratando con un antibiótico para evitar sobreinfecciones», sin olvidar las llamadas telefónicas, para las que también «existe un protocolo de seguimiento en función del riesgo, de las preguntas que hay que hacer, etc.».
En cuanto a los test, «hemos ido aprendiendo que existen los falsos negativos, que una persona puede dar negativo en los primeros días y eso hay que tenerlo en cuenta para que no le digamos que puede volver a trabajar, porque quizás todavía no se había positivizado». Por eso, «a la mayoría se le realizan dos test».
Los expertos
Doménico Chiappe
Los médicos de Familia «podemos pedir test para los pacientes más vulnerables de los que tenemos sospechas, al igual que las enfermeras y cuidadores de las residencias, pero todo eso lleva un protocolo y seguimiento», apunta Moreno, que añade que «ahora mismo el diagnóstico principalmente es clínico y tenemos una serie de criterios para valorar la gravedad a través del teléfono».
Las llamadas a los centros de salud son constantes. «Es una de las cosas que se ha hecho bien. Cuando llamas, ya se te anuncia que no vengas y quedas citado, porque llamamos a todas las personas que nos han llamado, ya sea porque están enfermas, por un dolor, para resultados de analíticas pendientes o para consulta de Enfermería», apunta la médico Pilar Moreno.
Además, «hay otro teléfono, al que también puede entrar el equipo Covid, que valora y nos lo citan al día siguiente para que les hagamos el seguimiento por teléfono; en función de ese seguimiento y de los síntomas, los vamos citando». Son protocolos «bastante estandarizados, para que vayamos todos a una y, cada vez que surge una cosa diferente, nos podemos en contacto, porque desde que se dio la alarma las normas han sido muy claras».
Pero no todas las consultas son telefónicas. «El paciente puede venir, pero la recomendación es siempre que llame, porque si consideramos que debe ser visto lo citamos a una hora en la que podamos atenderlo rápidamente y que no haya gente». En definitiva, «no es como antes, sino que se hace previamente un filtraje por teléfono». Para los que sí se estima que deben acudir al centro, «si el problema no es respiratorio, lo dirigimos hacia la consulta propia, y si es respiratorio, a ela consulta preparada para eso, que está justo a la entrada del edificio, si es que tiene que venir».
En el equipo de La Alamedilla trabajan 12 médicos de Familia, dos pediatras, 14 enfermeras, una matrona, 5 administrativos, una auxiliar de Enfermería, un celador y una trabajadora social.
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