Quien diga Ferraz (y a callar)

Noticias relacionadas

Óscar López, el hijo de la diáspora que intentó arrebatar al PP Castilla y León

Susana Escribano

Luis Tudanca, con «las mismas ganas, fuerza e ilusión que hace 10 años»

Antonio G. Encinas

Castilla y León

Mañueco inicia el curso con un ambicioso plan de vivienda y obvia la inmigración

Antonio G. Encinas

El segundo episodio de esta semana donde los socialistas demuestran que lo suyo es el cachondeo hacia el ciudadano lo ha protagonizado el aún secretario regional, que no líder, Luis Tudanca. Ha dicho que confía en que la militancia será la que decida su continuidad o no. ¿La militancia? Ni en un guión escrito por Santiago Segura mano a mano conLeo Harlem sería posible hallar una broma tan sublime.

Basta remontarse a la tarde del jueves 28 de agosto de 2014 cuando se decidió en la sede madrileña de Ferraz que sería el burgalés Tudanca quien relevaría al palentino Julio Villarrubia como secretario regional. No habían pasado ni cien días desde que la mitad más uno de los miembros de la ejecutiva regional del partido, afines a Óscar López, habían dimitido para forzar una gestora y así desbancar al dirigente de Palencia, que sólo meses antes había sustituido a López en el partido regional, al ser aupado este por Rubalcaba a la Secretaría Federal de Organización, lo que generó en Castilla yLeón una bicefalia que producía lío interno un día sí y otro también. Entre el final del verano y las primeras semanas del otoño de 2014 le montaron a Tudanca unas primarias para dar apariencia de decisión de los militantes a lo que había sido un dedazo de Ferraz auspiciado por Óscar López. El mismo Tudanca que dice hoy confíar en que la militancia decida si sigue él donde está o no.

Por cierto, caprichos de la política: justo cuando más en horas bajas está Tudanca, asciende Óscar López a ministro, aunque este nombramiento tiene toda la pinta de patada de Sánchez a López hacia arriba para quitarselo de al lado.

Ampliar

A Tudanca le están preparando ya un relevo a dedazo, también. En pocos meses se va a ver. Es tan triste y patético el papel del secretario socialista en este momento que solo el PP (sí, sí, el de Alfonso Fernández Mañueco) quiere que continúe Tudanca. Solo el PP. Dentro del PSOE, ya ni algunos de los que el dirigente burgalés cree fieles. La lucha en estos momentos está en Madrid para ver quién pone al sustituto de Tudanca al frente del PSOE regional. Se afilan cuchillos. A quien más capacidad de influencia se da sobre Sánchez para esto es a Óscar Puente, el ministro sonrisa del régimen sanchista, que le está haciendo a diario el trabajo de poli malo al presidente. Es más, Puente busca a alguien para que nadie repare en él, no sea que se tenga que comer semejante marrón. En la sede de Ferraz, el número tres del partido, Santos Cerdán, ya consultó en julio el nombre de Ana Redondo para secretaria regional. Aseguran que esta no quiere, pero que hará lo que le mande Sánchez. También en julio empezó a dejarse ver más a menudo por Valladolid el senador por esta provincia y secretario federal de Acción Electoral, Javier Izquierdo, por si le toca ser secretario regional. La soriana Virginia Barcones estuvo anteayer en la Feria Agropecuaria de Salamanca (¿Desde cuándo la Protección Civil –que ella dirige en el Ministerio del Interior– tiene que ver con la ganadería?), no sea que la toque ser secretaria regional del PSOE porque poner una dirigente de Valladolid se vería mal en León. ¡Habría que escuchar los gritos del alcalde, José Antonio Diez!, aunque Puente y Sánchez tienen a Javier Cendón para defender en León lo que mande Ferraz. Tampoco se descarta que, bien promocionada como portavoz federal socialista, la burgalesa Esther Peña sea colocada de secretaria regional; tampoco quiere, pero como ocurrente (¿verdad sorianos?) es un rato.

El sustituto de Tudanca será quien diga Ferraz y el partido aquí, a callar. Como fue elegido en 2014 el propio Tudanca. Luego montarán al que sea unas primarias y hala... a seguir perdiendo elecciones frente al PP.