Parque Alameda y Covaresa empiezan a peinar canas

El 13 de junio de 1997, unos globos dirigibles surcaban el cielo en la zona más meridional de la ciudad. Aquel día se inauguró Parque Alameda, un barrio que nacía con 24 calles, cinco plazas y 213 viviendas. Valladolid miraba hacia el sur en una zona que desde entonces no ha hecho otra cosa que crecer (y que todavía mantiene promociones urbanísticas en activo). En la actualidad, 22.917 personas residen en estos barrios de la zona super sur, que engloban Las Villas, Covaresa, Parque Alameda, Paula López y la Cañada de Puente Duero. Y tienen dos grandes rasgos relevantes.

El primero es el progresivo envejecimiento de la población. Aunque el porcentaje de mayores está muy lejos de la media de la ciudad (el 17,9% tiene más de 65 años, cuando en el conjunto de Valladolid el porcentaje es del 27,4%), ya hay 4.119 vecinos de la zona que superan esa edad. El segundo es que una parte muy importante de la contienda electoral se libra aquí. En 2019, Ciudadanos obtuvo en este distrito unos resultados fantásticos, con el 17% de las papeletas. Y visto el tirón que el partido naranja tiene en los presentes comicios, ese voto es hoy disputado por el resto de los partidos.

«Es verdad que este es un barrio joven, muchas de las calles se construyeron hace 25 años. Pero eso no quiere decir que las personas que viven en ella tengan esa edad», dice Mercedes García, presidenta de la asociación vecinal Parque Alameda. «Aquí vino a vivir mucha gente que tenía entonces 40 años y que cambió de barrio», cuenta. Dejaban atrás viviendas en muchos casos sin vivienda y sin ascensor (del Cuatro de Marzo, de La Farola o de barrios como La Rondilla y Pajarillos) y apostaban por chalés o casas con zonas verdes alrededor. El caso es que muchos de aquellos pioneros que se mudaron al sur superan ahora los 60 años. «Necesitamos un centro de personas mayores», dice García, quien recuerda que la instalación más cercana de este tipo es la que hay en el antiguo matadero. «Muy lejos». «Me da cosa cuando veo los pasillos de Vallsur lleno de mayores que se dan el paseo o que se sientan para hablar, cuando podrían estar en un centro municipal echando la partida o participando en alguna actividad», dice la presidenta de Parque Alameda, quien recuerda que esta es una reivindicación que el colectivo hace desde hace diez años y que «cada vez es más necesaria». «Por lo demás, es verdad, somo un barrio joven que no tiene muchos de los problemas que hay en otras zonas», vinculados con el estado de aceras, por ejemplo. «Sí que vemos necesario mejorar la limpieza en las calles más alejadas del Paseo de Zorrilla. Esta vía está muy limpia, pero la situación empeora a medida que te alejas de ella».

En Las Villas, su principal foco de preocupación está en torno a la parcela dotacional que incluye pista polivalente, polideportiva, parque de mayores e infantil, con entrada desde la calle Villasexmir. «Hemos pedido la instalación de unas redes en la zona que da a varias viviendas para evitar que los balones se cuelen en los patios de los vecinos», asegura José Antonio de la Fuente, portavoz de la asociación vecinal La Paz, de Las Villas. Además, lamentan que haya dueños que meten a sus perros por la tarde y noche en la zona infantil, con lo que los animales «hacen sus necesidades en la arena en la que luego juegan los niños». Por eso, solicitan la sustitución de la arena por otro tipo de pavimento en la zona de columpios. Piden además unos carteles que aclaren los horarios para la utilización de la cancha polivalente. Respecto a otras reivindicaciones para el barrio, De la Fuente reclama mayor control de la ocupación de vía pública (por parte de terrazas de hostelería), la ampliación del alumbrado LED a la calle Villabrágima («pero con focos que no se oxiden ni manchen las paredes») y la adopción de medidas que obliguen a las empresas suministradoras a limitar el paso de cables por las fachadas del barrio.

«Nuestra experiencia durante los últimos años es bastante decepcionante. Casi nada de lo que hemos pedido se ha ejecutado», aseguran desde la asociación de vecinos de Covaresa (Asoveco), entidad que durante esta campaña electoral ha declinado las invitaciones de los partidos políticos para exponer sus demandas y reivindicaciones. Y como historial de agravios, presentan varias de las inversiones que tienen pendientes en el barrio, como recuerda Dana Esianu, portavoz del colectivo, o que no se han ejecutado tal y como preveían. «Invertir en cualquier nueva instalación sin mantenerla es tirar el dinero de los ciudadanos», aseguran. Como ejemplo, recuerdan el corredor verde que parte de Covaresa Sur hacia el Pinar de Antequera. «Fue una propuesta lanzada por un vecino en 2018 y que se incluyó en los presupuestos participativos. En 2020, el proyecto todavía estaba en redacción y en 2021 por fin se ejecutó», aseguran desde la asociación. «El resultado obtenido fue bastante decepcionante, pues a pesar de nuestras demandas de aportar elementos nuevos que hicieran realmente verde el sendero, todo fueron excusas técnicas o administrativas», lamentan. «Lo más verde es el espacio de arbolado de chopos situado al final de la calle Mirto e inicio del nuevo sendero verde (de tierra y polvo que ya existía y ahí sigue) donde se instalaron mesas con bancos de madera. Ya en 2022 se pidió a través del 010 el desbrozado de la zona de merendero (la maleza crece con facilidad) y el 3 de abril de este año solicitamos de nuevo su limpieza, a la vista de varios árboles caídos y múltiple ramaje. La respuesta recibida es que la zona es de propiedad privada y que no está incluida en sus planes de mantenimiento», cuentan desde Asoveco, quienes aseguran que este es «un ejemplo más del nefasto resultado de las mejoras decididas por los ciudadanos en los procesos participativos».

-Proyecto de integración ferroviaria: cinco nuevas conexiones desde Arturo León hasta Paula López.

-Nuevo paso peatonal y ciclista en la calle Santiago Alba, paralelo a la ronda VA-30

-Parque infantil multisensorial en la plaza Torrente Ballester.

-Centro de mayores junto al centro cívico José María Luelmo.

-Ampliación de las frecuencias de autobuses en toda la zona sur, «que se está quedando marginada en el transporte público, obligando a la población a usar el transporte privado».

-Mejora d ella conectividad general de la zona, sobre todo en los «cuellos de botella que se han generado entre el matadero y la glorieta del Monumento al Cine, lo saccesos a Vallsur y en torno al Camino Viejo de Simancas y el Callejón de La Alcoholera.

-Red de calor alimentada por biomasa para la zona sur.

-Promoción del Corredor de Cercanías Palencia-Medina del Campo, con la previsión de nuevos apeadero en Covaresa, además de la mejora del apeadero del Campus de Valladolid.

-Creación de más espacios para las personas mayores, vertebradores de la promoción del envejecimiento activo. Se propone un nuevo centro de mayores en Parque Alameda.

- Arreglo de aceras levantadas por las raíces de los árboles dando prioridad a aquellas zonas casi intransitables para personas con movilidad reducida como el entorno de la urbanización Santa Ana.

-Pistas deportivas (fútbol) cubiertas.

- Centro de personas mayores en Covaresa

-Centro de personas mayores en Parque Alameda.

-En la última parada de autobuses en Cañada Real, eliminación de la contaminación acústica de los vehículos, que se quedan arrancados

-Refuerzo de limpieza, especialmente de los excrementos de perros en la calle

-Atención a los parques y jardines.

-Recuperación de plazas de aparcamiento eliminadas por el servicio de préstamo de bicis.

-Reparación de las aceras levantadas por raíces de árboles que hacen las calles inaccesibles para personas mayores y con movilidad reducida

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