La relación de Miguel Delibes con El Norte es una relación única. Muy pocos periodistas y escritores, por no decir ninguno, han vinculado su historia personal a la historia de un periódico como él lo hizo. Y viceversa. La biografía de Delibes se puede leer de muchas maneras. Pero también a través de las páginas de El Norte de Castilla. Sin faltar un momento y de la mano de biógrafos muy particulares: los redactores y fotógrafos del periódico. Los compañeros de Delibes en el rotativo. Desde el mismo momento en que nació y hasta mucho tiempo después de su muerte. Hasta hoy mismo.
Publicidad
El apellido familiar apareció por primera vez en las páginas del decano de la prensa en el año 1900, ligado a la empresa que regentaba su abuelo Frédéric. Don Federico Delibes, sobrino del compositor francés Léo Delibes, llegó a España vinculado a la construcción del ferrocarril de Cantabria. Puso carpintería en Valladolid, tuvo éxito, y aquí se quedó al frente de su familia y su negocio. Un negocio que llevaba su nombre y que se anunciaba en las páginas de El Norte como «gran fábrica» especializada en «aserrar y trabajar maderas».
En casa de su abuelo Federico nació Delibes. En el número 12 de la acera de Recoletos. El lugar preciso donde Santiago Alba y su socio, César Silió, habían instalado en 1893 la redacción y los talleres de El Norte de Castilla. Santiago Alba, propietario e inspirador del periódico a lo largo de toda la primera mitad del siglo XX, estaba casado, además, con Enriqueta Delibes, hermana de Adolfo, el padre de Miguel. De manera que cuando María Setién dio a luz al futuro escritor y periodista, el 17 de octubre de 1920, éste prácticamente nació como 'sobrino' de El Norte. El periódico no dio noticia del alumbramiento hasta dos días después.
La primera vez que Miguel Delibes aparece retratado en el periódico es a través de una caricatura realizada por él mismo, con motivo de una exposición de «monos» de Max, su seudónimo, en enero de 1942. Delibes había entrado en el periódico en 1941. Cuando ganó, en julio de 1945, las oposiciones para su cátedra en la Escuela de Comercio de Valladolid, el periódico ilustró la noticia con su fotografía. Y con cariño dio también, un año después, la noticia de su boda con «la encantadora señorita Angelines de Castro Ruiz». El 24 de abril de 1946 El Norte anunciaba: «Los nuevos señores de Delibes salieron inmediatamente en viaje de bodas para su casa de Molledo-Portolín y después harán un recorrido por varias ciudades españolas y del extranjero».
Noticia Relacionada
También con su fotografía, y en portada, El Norte daba cuenta del arranque fulgurante de la carrera literaria de Delibes, con la obtención, en enero de 1948, del premio Nadal por 'La sombra del ciprés es alargada'. Una pluma «ágil, honda y humana» que es «bien conocida de nuestros lectores, por sus trabajos firmados y por esa otra labor silenciosa del periodista, que, aunque anónima, lleva siempre el cuño y el estilo del escritor», decía la noticia del periódico, en favor de su dibujante y ya notorio articulista. A partir de aquí, la relación del escritor con las páginas de El Norte será una constante. No habrá hecho de su vida ni de su carrera que no aparezca reflejado, siempre con cariño y admiración, en el rotativo. En el caso de sus libros, además, el proceso será el mismo: noticia de la aparición del libro, anuncio de la librería en la que se puede comprar el ejemplar y crítica o reseña del mismo. Pero hay otras referencias: en 1952 el periódico da cuenta del nombramiento de Delibes como secretario de la Escuela de Comercio y en 1955… nada menos que de la concesión del Premio Nacional de Literatura a su 'Diario de un cazador'. En la primera plana de este día la «N. de la R.», nota de la redacción que acompaña al texto de la noticia, sus compañeros de El Norte dicen: «Pese a lo mucho conseguido –dudamos que exista un fruto tal a los treinta y cinco años–, Miguel Delibes no está sino al comienzo de su vida literaria». No se equivocaban.
Publicidad
En medio de estos éxitos, otra pequeña gran noticia en la portada el 19 de abril de 1958: Miguel Delibes ha sido nombrado director interino, tras el cese de don Gabriel Herrero. Lo que entonces no cuenta el periódico, pero más tarde lo contará el propio Delibes en sus páginas, es la pugna que este había mantenido con la dirección general de Prensa desde que lo nombraron subdirector, cinco años antes. La interinidad se prolongará hasta noviembre de 1960.
En las siguientes dos décadas, las noticias se disparan. Tanto las que tienen que ver con su campaña en defensa de los intereses de Castilla como las referentes a sus triunfos literarios… Hasta un nuevo punto de inflexión. El 27 de mayo de 1962 El Norte adelanta las primeras páginas de 'Las ratas'. Lo que la censura no le deja decir en el periódico ha decidido trasladarlo definitivamente a la novela. 'Las ratas' obtiene el Premio de la Crítica en 1963, coincidiendo con el último capítulo de la batalla de Delibes contra el Ministerio. El 8 de junio de ese año se anuncia en la portada que Delibes «abandona temporalmente la dirección». El cese definitivo no se producirá hasta 1966.
Publicidad
Otros artículos
Ramón García Domínguez
Germán Delibes Caballero
Fernando Manero
Claudia Carrascal
Fuera ya de la dirección, pero desde su cargo como delegado del Consejo en la redacción del periódico, Delibes seguirá ejerciendo una influencia decisiva. Sus críticas a la ley de prensa publicadas por otros medios serán recogidas puntualmente por El Norte. En febrero de 1973, cuando se le adjudica el sillón «E» de la RAE, la nota de la redacción dice esta vez que «es un poco como si el periódico entrase con él en la Academia».
En El Norte se publica, el 23 de noviembre de 1974, la esquela de «Ángeles de Castro de Delibes». El mazazo a la vida del escritor que no consiguen compensar todos los grandes éxitos que vienen después. Cuando Delibes gana, al fin, el Premio Cervantes, El Norte le dedicará un cuadernillo especial, e ilustrará su portada con la foto inédita de un escritor de sonrisa desbordada celebrando el galardón con sus nietos. Queda aún el reflejo de muchos, muchos hitos. Después, la noticia de su muerte, y la ratificación unánime de la cultura española, a través de las páginas de su diario, de la grandeza humana y literaria de su figura. Y la resurrección. Las mil y una noticias que hasta el día de hoy, en plena celebración de su Centenario, sigue produciendo Miguel Delibes. Y lo que queda todavía por contar…
Publicidad
Noticia Relacionada
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.