Lucía Méndez: «Hoy se habla más de datos que de noticias. Se ha impuesto el silencio en las redacciones»
El director de El Norte de Castilla, Ángel Ortiz, defiende la pervivencia de un oficio que «no ha asumido ni nos lo ha quitado ninguna multinacional»
El periodismo hoy, las luces y las sombras de un oficio que se enfrenta a una «tormenta» permanente en la que están «naufragando» muchos profesionales. ... El director de El Norte de Castilla, Ángel Ortiz, y la redactora jefe de Opinión de El Mundo, la zamorana Lucía Méndez, abrieron la primera sesión de esta segunda jornada del Congreso Internacional de Periodismo Miguel Delibes trazando las debilidades y fortalezas que todavía reúne esta profesión.
Méndez empezó recordando sus comienzos en la delegación de El Norte de Castilla en Zamora, un tiempo en el que «ibas a la calle a buscar la noticia y hablabas con sus protagonistas, no como ahora que te ponen detrás de una pantalla y las fuentes no son las personas sino las redes». Por eso, a la pregunta de Ángel Ortiz «¿qué es y que no es ser periodista hoy?»,
Lucía situó su visión de los límites, madurada después de más de 30 años de labor. «No es un activista, no sirve a otros intereses, busca la verdad de los hechos, no es fanático ni dogmático». Y si ,además, puede cumplir con todo esto desde el trabajo colectivo de una redacción, le será más fácil cumplirlo. «La tecnología le ha quitado viveza al esfuerzo colectivo, se habla más de datos que de noticias y se ha impuesto el silencio», lamentó Méndez, que se acordó de esa generación de veteranos que «están cansados de vivir en el cambio permanente y en la crisis continua desde 2008».
La jornada del viernes
Ortiz coincidió en el diagnóstico y admitió que «la pandemia y el teletrabajo han dificultado el trabajo en equipo», pero también valoró que «en este oficio es muy complicado hacer trabajo individual y hace falta el equipo». De igual forma que defendió una labor en la que «no vale querer ser periodista para solo lo bueno, sino que hay que estar también en lo malo». La mejor prueba es que «cuando hay una tragedia -incidió el director de El Norte de Castilla- están los periodistas, los corresponsales de guerra, no los ciudadanos o los youtubers».

En esta charla sobre luces y sombras de la tormenta permanente del oficio, Ortiz trató de poner sobre la mesa otras grandes amenazas para el futuro, de interés para todos pero sobre todo para esa generación de futuros profesionales que ocupan de forma mayoritaria las sillas del Auditorio del Centro Cultural Miguel Delibes. Además del periodismo como negocio que «condiciona la capacidad laboral de sus gestores», le preguntó a su contertulia por esa corriente que intenta lograr que «todo lo que intermedia sobra. Políticos y una parte de la sociedad que no quieren intermediarios» (es decir periodistas).
Lucía Méndez admitió su militancia en el cansancio y un cierto pesimismo. Desconfiada de un trabajo en el que cada vez más «se nos pide que llamemos la atención del usuario (ya no son lectores o radioyentes)». Redacciones que actúan bajo la batuta de un SEO (gestor del tráfico digital en las redes) y con la tiranía de una pantalla que todos ven y que refleja las noticias más leídas. Como si fuera el índice 'Dow Jones' de la bolsa de cada medio. «Se nos pide atención, pero ese es precisamente uno de los bienes más escasos hoy día», zanjó la analista de El Mundo.
Ángel Ortiz continuó por el camino de la tecnología. «Puede ser una amenaza pero ¿no puede ser también una oportunidad?», inquirió. La duda encendió una luz en el túnel de cierto pesimismo de su contertulia. «Ese es el reto, que la tecnología se use para el bien del rigor y la ética periodística. Siguen existiendo los mismos principios pero seguimos en mitad de la 'tormenta' en la que han 'naufragado' muchos.
«Pero también podemos estar tocando suelo y ahora toca subir. Tomar impulso. Poner en marcha cosas pero bajo esos mismos principios. ¿Hacia dónde y cómo lograrlo? Ángel Ortiz destacó el ejemplo de la prensa regional y local (»la que mejor está soportando esta situación por su implicación con sus sociedades, admitió Méndez. El director de El Norte dejó claro que «no nos podemos permitir el lujo de no seguir yendo a la calle a preguntar a nuestros vecinos». En esta línea, su colega en la prensa madrileña, menos arraigada en un terreno concreto, también cree que el futuro pasa por «conseguir que las nuevas tecnologías sigan confirmado las noticias y tendrá que llegar el momento de volver a las calles a preguntar».
En el cierre de esta conversación, una vuelta a los principios rectores de este oficio («lo es porque siempre necesitas un maestro cerca», recordó Ortiz). Lucía Méndez vive la madurez de quien llegó y vivió el compromiso con la noticia «como un sacerdocio». Tal vez ya no son tiempos de vocaciones sacerdotales en nada. Pero, dirigiéndose a los más jóvenes, trató de definirles las claves para avanzar en ello: «la vocación es estar con los ojos abiertos para ver qué pasa en el mundo, ser crítico con lo que te rodea... Y leer a Miguel Delibes». También que lean periódicos y escuchen la radio y vean televisión porque «no se puede ser periodista siguiendo solo las redes sociales».
Entrevistas a los ponentes
- Iñaki Gabilondo: «Las redes sociales están envenenando por completo la relación de la sociedad»
- Feng Junwei: «Creo que no existe tanta diferencia entre los periodistas de aquí y los de China»
- Álvaro Ybarra: «Vivimos en un mundo en el que cada vez es más difícil informar»
- Sergio del Molino: «Frente al caos de las redes, los medios pueden imponer cierto orden, jerarquía y limpieza»
- Fernando Ónega: «Me da mucho miedo la cultura del odio que se está imponiendo en las relaciones políticas»
- José Antonio Zarzalejos: «Hoy el periodismo está en una situación calamitosa y hay que repensar cómo lo recuperamos»
- Lucía Méndez: «Las redes sociales son una adicción como el alcoholismo»
- Mamen Mendizábal: «El periodismo tiene que ser molesto para el poder y estar del lado de la ciudadanía»
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Ángel Ortiz completó este amago de decálogo irradiando un poco de optimismo. «Somos muy adaptables y resilientes, llevamos muchos años asumiendo cambios. Además, ninguna multinacional (Facebook, Twitter, Amazon...) nos ha quitado el periodismo lo seguimos haciendo nosotros«. Y animó a las jóvenes generaciones a »asumir una función que nadie está cumpliendo«. Solo los periodistas.
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