25 años de 'El hereje'
Así fue el auto de fe de Valladolid en 1559Secciones
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25 años de 'El hereje'
Así fue el auto de fe de Valladolid en 1559Valladolid vivió dos autos de fe en el año 1559 (el 21 de mayo y el 8 de octubre de 1559). En el primero fueron quemados 14 reos (entre ellos el doctor Cazalla). En el segundo, con la presencia de Felipe II y su corte, trece fueron condenados a la hoguera. En 'El hereje', la novela de Miguel Delibes, ambos autos son fusionados literariamente en uno solo, el de mayo. Y esta escena se convierte en la escena cumbre de la obra. Delibes describe la ceremonia de aquellos trágicos sucesos.
La ruta al cadalso
Veintiocho de los más de setenta reclusos de la cárcel secreta de Pedro Barrueco —ahora Fray Luis de León—, acusados de pertenecer al foco luterano de Valladolid, fueron quemados en la hoguera.
Realmente fueron
veintisiete
ejecutados.
Supuestamente
Delibes añadió
a su personaje,
Cipriano Salcedo.
16:00 h.
5:00 h.
Orates
(Cánovas del Castillo)
Plaza
Mayor
Auto de fe
Convento
de San Francisco,
ahora la Acera
de San Francisco
Cárcel secreta
en la calle
Pedro Barrueco
Puerta
del Campo
Ejecuciones
Plano de Bentura Seco. Plano de la ciudad
de Valladolid en 1738. (Copia de J. Agapito
Revilla). Ayuntamiento de Valladolid
El público
Está prohibido andar a caballo
por la ciudad y llevar armas
Mayor de
14
años
por asistir
40
días de indulgencia
Espectadores
200.000
La indulgencia
se remonta al cristianismo antiguo y exime —no perdona— de las penas de carácter temporal que de otro modo los fieles deberían purgar, sea durante su vida terrenal o luego de la muerte en el purgatorio.
personas
La comitiva de la procesión hacia la Plaza Mayor
Delibes describe cómo a las cinco de la madrugada del 21 de mayo de 1559 comienzan a formar el desfile que llega hasta la Plaza Mayor, donde se realiza el auto de fe.
Fiscal
del reino
Reos reconciliados
Dos
dominicos
Con el estandarte de la Inquisición con el blasón de Santo Domingo
Tienen pena y castigo pero se libran de la muerte. Su atuendo es un sambenito con el Aspa de San Andrés
Portan la enseña carmesí del Pontificado y la cruz enlutada de la iglesia del Salvador
Cirio
Sambenito
Familiares
de la Inquisición
Reos
relajados
Doña Leonor
de Vivero
Destinados a la hoguera con sambenitos y corozas decoradas con demonios y llamas
Muñecos
de los condenados atados a altas pértigas
En el ataúd, con el cuerpo desenterrado para quemar sus huesos
en la
hoguera
Coroza
Familiares
de la
Inquisición
Nombramiento que recibían ciertos miembros de menor nivel dentro de la Inquisición española, cuya función era la de servir de informantes.
Cuatro lanceros a caballo
Cierre de la comitiva
Con las comunidades religiosas de Valladolid y el grupo de cantores entonando a media voz el himno ‘Vexilla regis’
Condenados a penas menores
Las sentencias
Una vez colocados todos los protagonistas en la Plaza Mayor, convertida ahora en un enorme tablado con graderíos y palcos, comienza el auto de fe.
Lonja
Gradas
Acera de
San Francisco
‘1806-1820, Voyage pittoresque et historique
de l'Espagne’, tomo II, Auto de fe
en Valladolid.
Después del sermón público pronunciado por el obispo Melchor Cano, los relatores Ortega y Vergara toman juramento al Rey, a los nobles y al pueblo que promete defender al Santo Oficio y a sus representantes.
Por último los relatores comienzan a leer alternativamente las sentencias.
Las penas van desde la confiscación de bienes, cárcel y sambenito perpetuo hasta la confiscación de bienes, muerte en garrote y pasar por la hogera.
Cipriano Salcedo es condenado a «confiscación de bienes y muerte en la hoguera».
La condena de Ana Enríquez es «salir del cadalso con sambenito y vela, ayunará tres días con tres noches, regresará con hábito a la cárcel y, una vez allí, quedará libre».
El quemadero
A las cuatro de la tarde el auto de fe se da por concluido. Los penitentes condenados a muerte son llevados a lomos de asnos al cadalso, flanqueados por familiares de la Inquisición.
Condenado a muerte
Familiares
de la
Inquisición
Pasada la Puerta del Campo da comienzo el último espectáculo, la ejecución y quema del hereje.
La ruta al cadalso
Veintiocho de los más de setenta reclusos de la cárcel secreta de Pedro Barrueco —ahora Fray Luis de León—, acusados de pertenecer al foco luterano de Valladolid, fueron quemados en la hoguera.
Realmente fueron
veintisiete
ejecutados.
Supuestamente
Delibes añadió
a su personaje,
Cipriano Salcedo.
16:00 h.
5:00 h.
Orates
(Cánovas del Castillo)
Plaza
Mayor
Auto de fe
Convento
de San Francisco,
ahora la Acera
de San Francisco
Cárcel secreta
en la calle
Pedro Barrueco
Puerta
del Campo
Ejecuciones
Plano de Bentura Seco.
Plano de la ciudad de Valladolid en 1738.
(Copia de J. Agapito Revilla).
Ayuntamiento de Valladolid
El público
Está prohibido andar a caballo
por la ciudad y llevar armas
Mayor de
14
años
por asistir
40
días de indulgencia
Espectadores
200.000
personas
La indulgencia
se remonta al cristianismo antiguo y exime —no perdona— de las penas de carácter temporal que de otro modo los fieles deberían purgar, sea durante su vida terrenal o luego de la muerte en el purgatorio.
La comitiva de la procesión hacia la Plaza Mayor
Delibes describe cómo a las cinco de la madrugada del 21 de mayo de 1559 comienzan a formar el desfile que llega hasta la Plaza Mayor, donde se realiza el auto de fe.
Fiscal
del reino
Reos reconciliados
Dos
dominicos
Con el estandarte de la Inquisición con el blasón de Santo Domingo
Tienen pena y castigo pero se libran de la muerte. Su atuendo es un sambenito con el Aspa de San Andrés
Portan la enseña carmesí del Pontificado y la cruz enlutada de la iglesia del Salvador
Cirio
Sambenito
Familiares
de la Inquisición
Reos
relajados
Doña Leonor
de Vivero
Destinados a la hoguera con sambenitos y corozas decoradas con demonios y llamas
Muñecos
de los condenados atados a altas pértigas
En el ataúd, con el cuerpo desenterrado para quemar sus huesos
en la
hoguera
Coroza
Familiares
de la
Inquisición
Nombramiento que recibían ciertos miembros de menor nivel dentro de la Inquisición española, cuya función era la de servir de informantes.
Cuatro lanceros a caballo
Cierre de la comitiva
Con las comunidades religiosas de Valladolid y el grupo de cantores entonando a media voz el himno ‘Vexilla regis’
Condenados a penas menores
Las sentencias
Una vez colocados todos los protagonistas en la Plaza Mayor, convertida ahora en un enorme tablado con graderíos y palcos, comienza el auto de fe.
Acera de
San Francisco
Lonja
Gradas
‘1806-1820, Voyage pittoresque et historique
de l'Espagne’, tomo II, Auto de fe en Valladolid.
Después del sermón público pronunciado por el obispo Melchor Cano, los relatores Ortega y Vergara toman juramento al Rey, a los nobles y al pueblo que promete defender al Santo Oficio y a sus representantes.
Por último los relatores comienzan a leer alternativamente las sentencias.
Las penas van desde la confiscación de bienes, cárcel y sambenito perpetuo hasta la confiscación de bienes, muerte en garrote y pasar por la hogera.
Cipriano Salcedo es condenado a «confiscación de bienes y muerte en la hoguera».
La condena de Ana Enríquez es «salir del cadalso con sambenito y vela, ayunará tres días con tres noches, regresará con hábito a la cárcel y, una vez allí, quedará libre».
El quemadero
A las cuatro de la tarde el auto de fe se da por concluido. Los penitentes condenados a muerte son llevados a lomos de asnos al cadalso, flanqueados por familiares de la Inquisición.
Condenado a muerte
Familiares
de la
Inquisición
Pasada la Puerta del Campo da comienzo el último espectáculo, la ejecución y quema del hereje.
La ruta al cadalso
Veintiocho de los más de setenta reclusos de la cárcel secreta de Pedro Barrueco —ahora Fray Luis de León—, acusados de pertenecer al foco luterano de Valladolid, fueron quemados en la hoguera.
Realmente fueron veintisiete ejecutados
en los dos autos de fe que tuvieron
lugar en Valladolid.
Supuestamente Delibes añadió
a su personaje, Cipriano Salcedo.
16:00 h.
5:00 h.
Orates
(Cánovas del Castillo)
Plaza
Mayor
Auto de fe
Convento
de San Francisco,
ahora la Acera
de San Francisco
Cárcel secreta
en la calle
Pedro Barrueco
Puerta
del Campo
Ejecuciones
Plano de Bentura Seco.
Plano de la ciudad de Valladolid en 1738.
(Copia de J. Agapito Revilla).
Ayuntamiento de Valladolid
El público
Está prohibido andar a caballo
por la ciudad y llevar armas
Mayor de
14
años
por asistir
40
días de indulgencia
La indulgencia
se remonta al cristianismo antiguo y exime —no perdona— de las penas de carácter temporal que de otro modo los fieles deberían purgar, sea durante su vida terrenal o luego de la muerte en el purgatorio.
Espectadores
200.000
personas
La comitiva de la procesión hacia la Plaza Mayor
Delibes describe cómo a las cinco de la madrugada del 21 de mayo de 1559 comienzan a formar el desfile que llega hasta la Plaza Mayor, donde se realiza el auto de fe.
Fiscal
del reino
Reos
relajados
Reos reconciliados
Dos
dominicos
Con el estandarte de la Inquisición con el blasón de Santo Domingo
Destinados a la hoguera con sambenitos y corozas decoradas con demonios y llamas
Tienen pena y castigo pero se libran de la muerte. Su atuendo es un sambenito con el Aspa de San Andrés
Portan la enseña carmesí del Pontificado y la cruz enlutada de la iglesia del Salvador
Muñecos
de los condenados atados a altas pértigas
Cirio
Coroza
Sambenito
Familiares
de la
Inquisición
Nombramiento que recibían ciertos miembros de menor nivel dentro de la Inquisición española, cuya función era la de servir de informantes.
Doña Leonor
de Vivero
Cuatro lanceros
a caballo
Cierre de la comitiva
Muñecos
de los condenados atados a altas pértigas
En el ataúd, con el cuerpo desenterrado para quemar sus huesos
en la
hoguera
Con las comunidades religiosas de Valladolid y el grupo de cantores entonando a media voz el himno ‘Vexilla regis’
Condenados a penas menores
Las sentencias
Una vez colocados todos los protagonistas en la Plaza Mayor, convertida ahora en un enorme tablado con graderíos y palcos, comienza el auto de fe.
Acera de
San Francisco
Lonja
Gradas
‘1806-1820, Voyage pittoresque et historique
de l'Espagne’, tomo II, Auto de fe en Valladolid.
Después del sermón público pronunciado por el obispo Melchor Cano, los relatores Ortega y Vergara toman juramento al Rey, a los nobles y al pueblo que promete defender al Santo Oficio y a sus representantes. Por último los relatores comienzan a leer alternativamente las sentencias.
Las penas van desde la confiscación de bienes, cárcel y sambenito perpetuo hasta la confiscación de bienes, muerte en garrote y pasar por la hogera.
La condena de Ana Enríquez es «salir del cadalso con sambenito y vela, ayunará tres días con tres noches, regresará con hábito a la cárcel y, una vez allí, quedará libre».
Cipriano Salcedo es condenado a «confiscación de bienes y muerte en la hoguera».
El quemadero
A las cuatro de la tarde el auto de fe se da por concluido. Los penitentes condenados a muerte son llevados a lomos de asnos al cadalso, flanqueados por familiares de la Inquisición.
Condenado a muerte
Familiares
de la
Inquisición
Pasada la Puerta del Campo da comienzo el último espectáculo, la ejecución y quema del hereje.
La ruta al cadalso
Veintiocho de los más de setenta reclusos de la cárcel secreta de Pedro Barrueco —ahora Fray Luis de León—, acusados de pertenecer al foco luterano de Valladolid, fueron quemados en la hoguera.
Realmente fueron veintisiete ejecutados
en los dos autos de fe que tuvieron lugar en Valladolid.
Supuestamente Delibes añadió
a su personaje, Cipriano Salcedo.
El público
Está prohibido andar a caballo
por la ciudad y llevar armas
16:00 h.
5:00 h.
Orates
(Cánovas del Castillo)
Plaza
Mayor
Mayor de
14
Auto de fe
años
Ademas por asistir
Convento
de San Francisco,
ahora la Acera
de San Francisco
40
Cárcel secreta
en la calle
Pedro Barrueco
días de indulgencia
Espectadores
200.000
Puerta
del Campo
personas
La indulgencia
se remonta al cristianismo antiguo y exime —no perdona— de las penas de carácter temporal que de otro modo los fieles deberían purgar, sea durante su vida terrenal o luego de la muerte en el purgatorio.
Ejecuciones
Plano de Bentura Seco.
Plano de la ciudad de Valladolid en 1738.
(Copia de J. Agapito Revilla).
Ayuntamiento de Valladolid
La comitiva de la procesión hacia la Plaza Mayor
Delibes describe cómo a las cinco de la madrugada del 21 de mayo de 1559 comienzan a formar el desfile que llega hasta la Plaza Mayor, donde se realiza el auto de fe.
Fiscal
del reino
Reos reconciliados
Dos
dominicos
Con el estandarte de la Inquisición con el blasón de Santo Domingo
Tienen pena y castigo pero se libran de la muerte. Su atuendo es un sambenito con el Aspa de San Andrés
Portan la enseña carmesí del Pontificado y la cruz enlutada de la iglesia del Salvador
Reos
relajados
Cierre de la comitiva
Doña Leonor
de Vivero
Destinados a la hoguera con sambenitos y corozas decoradas con demonios y llamas
Muñecos
de los condenados atados a altas pértigas
En el ataúd, con el cuerpo desenterrado para quemar sus huesos
en la
hoguera
Con las comunidades religiosas de Valladolid y el grupo de cantores entonando a media voz el himno ‘Vexilla regis’
Condenados a penas menores
Cirio
Coroza
Sambenito
Familiares
de la
Inquisición
Nombramiento que recibían ciertos miembros de menor nivel dentro de la Inquisición española, cuya función era la de servir de informantes.
Las sentencias
Una vez colocados todos los protagonistas en la Plaza Mayor, convertida ahora en un enorme tablado con graderíos y palcos, comienza el auto de fe.
Después del sermón público pronunciado por el obispo Melchor Cano, los relatores Ortega y Vergara toman juramento al Rey, a los nobles y al pueblo que promete defender al Santo Oficio y a sus representantes.
Por último los relatores comienzan a leer alternativamente las sentencias.
Las penas van desde la confiscación de bienes, cárcel y sambenito perpetuo hasta la confiscación de bienes, muerte en garrote y pasar por la hogera.
Acera de
San Francisco
Lonja
Gradas
Cipriano Salcedo es condenado a «confiscación de bienes y muerte en la hoguera».
La condena de Ana Enríquez es «salir del cadalso con sambenito y vela, ayunará tres días con tres noches, regresará con hábito a la cárcel y, una vez allí, quedará libre».
‘1806-1820, Voyage pittoresque et historique de l'Espagne’, tomo II,
Auto de fe en Valladolid.
El quemadero
A las cuatro de la tarde el auto de fe se da por concluido.
Los penitentes condenados a muerte son llevados a lomos de asnos al cadalso, flanqueados por familiares de la Inquisición.
Pasada la Puerta del Campo da comienzo el último espectáculo, la ejecución y quema del hereje.
Condenado a muerte
Familiares
de la
Inquisición
Miguel Delibes describía así aquellos momentos en 'El hereje'. «La Plaza Mayor era un enorme circo de madera, con más de dos mil asientos en las gradas, cuyos precios oscilaban entre diez y veinte reales, y, en torno al cual, se había montado una guardia de alabarderos, reforzada en las horas nocturnas, después de dos intentos de prenderle fuego por parte de elementos subversivos (...)».
«Se anunciaba un día sofocante, más propio de agosto que de mayo, y muchos vecinos, que no habían encontrado localidad en las gradas, preparaban su emplazamiento en los tejados bajo toldos de annjeo, preservados por barandillas madera. En espera del Rey nuestro señor y de los Príncipes, más de dos mil personas velaban en la plaza al resplandor de hachones y luminarias (...)».
«Frente a a los palcos, en la parte baja de los graderíos, se levantaban tres púlpitos, uno para los relatos que leerían las sentencias, el segundo para los penitentes destinatarios, y un tercero para el obispo Melcho Cano que pronunciaría el sermón y cerraría el auto», continuaba Delibes en su descripción.
Antes de que tuviera lugar el auto de fe, Cipriano Salcedo pasó varios meses encerrado en prisión, donde fue sometido a torturas para que confesara. La Inquisición usó para ello dos métodos.
Garrucha. Consistía en atar las manos del condenado a la espalda y, después, se le izaba lentamente mediante una polea, normalmente situada en el techo. Luego, se le dejaba caer con violencia, sin que llegara a tocar el suelo. El resultado solía ser la dislocación de los brazos. A veces se ponía un peso adicional en los pies del torturado.
Potro. El acusado es atado de pies y manos en una superficie conectada a un torno. Al girar, el torno tiraba de las extremidades en sentidos opuestos. El resultado final era la dislocación o desmembramiento de las extremidades.
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Diego Fernández
Después de esta tortura, Salcedo volvió a encontrarse con el confesor. Escribía Delibes: «Cipriano, tumbado en el camastro, acogió con afecto al confesor. Le agradeció su presencia y le dijo que en su vida había tres pecados de los que nunca se arrepentiría bastante, y aunque ya los tenía confesados, se los confiaba al padre en prueba de humildad: el odio hacia su padre, la seducción de su nodriza aprovechándose de su cariño maternal y el desafecto hacia su esposa, su abandono, que la llevó a morir trastornada en un hospital».
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