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Así fue el auto de fe de Valladolid en 1559

25 años de 'El hereje'

Así fue el auto de fe de Valladolid en 1559

Miguel Delibes describe en 'El hereje' un pasaje negro de la Historia de España que convierte en momento cumbre para su novela

Pedro Resina y Víctor Vela

Valladolid

Jueves, 2 de noviembre 2023, 07:41

Valladolid vivió dos autos de fe en el año 1559 (el 21 de mayo y el 8 de octubre de 1559). En el primero fueron quemados 14 reos (entre ellos el doctor Cazalla). En el segundo, con la presencia de Felipe II y su corte, trece fueron condenados a la hoguera. En 'El hereje', la novela de Miguel Delibes, ambos autos son fusionados literariamente en uno solo, el de mayo. Y esta escena se convierte en la escena cumbre de la obra. Delibes describe la ceremonia de aquellos trágicos sucesos.

El texto explica cómo era un auto de fe en 1559, en Valladolid

La ruta al cadalso

Veintiocho de los más de setenta reclusos de la cárcel secreta de Pedro Barrueco —ahora Fray Luis de León—, acusados de pertenecer al foco luterano de Valladolid, fueron quemados en la hoguera.

Realmente fueron

veintisiete

ejecutados.

Supuestamente

Delibes añadió

a su personaje,

Cipriano Salcedo.

16:00 h.

5:00 h.

Orates

(Cánovas del Castillo)

Plaza

Mayor

Auto de fe

Convento

de San Francisco,

ahora la Acera

de San Francisco

Cárcel secreta

en la calle

Pedro Barrueco

Puerta

del Campo

Ejecuciones

Plano de Bentura Seco. Plano de la ciudad

de Valladolid en 1738. (Copia de J. Agapito

Revilla). Ayuntamiento de Valladolid

El público

Está prohibido andar a caballo

por la ciudad y llevar armas

Mayor de

14

años

por asistir

40

días de indulgencia

Espectadores

200.000

La indulgencia

se remonta al cristianismo antiguo y exime —no perdona— de las penas de carácter temporal que de otro modo los fieles deberían purgar, sea durante su vida terrenal o luego de la muerte en el purgatorio.

personas

La comitiva de la procesión hacia la Plaza Mayor

Delibes describe cómo a las cinco de la madrugada del 21 de mayo de 1559 comienzan a formar el desfile que llega hasta la Plaza Mayor, donde se realiza el auto de fe.

Fiscal

del reino

Reos reconciliados

Dos

dominicos

Con el estandarte de la Inquisición con el blasón de Santo Domingo

Tienen pena y castigo pero se libran de la muerte. Su atuendo es un sambenito con el Aspa de San Andrés

Portan la enseña carmesí del Pontificado y la cruz enlutada de la iglesia del Salvador

Cirio

Sambenito

Familiares

de la Inquisición

Reos

relajados

Doña Leonor

de Vivero

Destinados a la hoguera con sambenitos y corozas decoradas con demonios y llamas

Muñecos

de los condenados atados a altas pértigas

En el ataúd, con el cuerpo desenterrado para quemar sus huesos

en la

hoguera

Coroza

Familiares

de la

Inquisición

Nombramiento que recibían ciertos miembros de menor nivel dentro de la Inquisición española, cuya función era la de servir de informantes.

Cuatro lanceros a caballo

Cierre de la comitiva

Con las comunidades religiosas de Valladolid y el grupo de cantores entonando a media voz el himno ‘Vexilla regis’

Condenados a penas menores

Las sentencias

Una vez colocados todos los protagonistas en la Plaza Mayor, convertida ahora en un enorme tablado con graderíos y palcos, comienza el auto de fe.

Lonja

Gradas

Acera de

San Francisco

‘1806-1820, Voyage pittoresque et historique

de l'Espagne’, tomo II, Auto de fe

en Valladolid.

Después del sermón público pronunciado por el obispo Melchor Cano, los relatores Ortega y Vergara toman juramento al Rey, a los nobles y al pueblo que promete defender al Santo Oficio y a sus representantes.

Por último los relatores comienzan a leer alternativamente las sentencias.

 

Las penas van desde la confiscación de bienes, cárcel y sambenito perpetuo hasta la confiscación de bienes, muerte en garrote y pasar por la hogera.

Cipriano Salcedo es condenado a «confiscación de bienes y muerte en la hoguera».

La condena de Ana Enríquez es «salir del cadalso con sambenito y vela, ayunará tres días con tres noches, regresará con hábito a la cárcel y, una vez allí, quedará libre».

El quemadero

A las cuatro de la tarde el auto de fe se da por concluido. Los penitentes condenados a muerte son llevados a lomos de asnos al cadalso, flanqueados por familiares de la Inquisición.

Condenado a muerte

Familiares

de la

Inquisición

Pasada la Puerta del Campo da comienzo el último espectáculo, la ejecución y quema del hereje.

El texto explica cómo era un auto de fe en 1559, en Valladolid

La ruta al cadalso

Veintiocho de los más de setenta reclusos de la cárcel secreta de Pedro Barrueco —ahora Fray Luis de León—, acusados de pertenecer al foco luterano de Valladolid, fueron quemados en la hoguera.

Realmente fueron

veintisiete

ejecutados.

Supuestamente

Delibes añadió

a su personaje,

Cipriano Salcedo.

16:00 h.

5:00 h.

Orates

(Cánovas del Castillo)

Plaza

Mayor

Auto de fe

Convento

de San Francisco,

ahora la Acera

de San Francisco

Cárcel secreta

en la calle

Pedro Barrueco

Puerta

del Campo

Ejecuciones

Plano de Bentura Seco.

Plano de la ciudad de Valladolid en 1738.

(Copia de J. Agapito Revilla).

Ayuntamiento de Valladolid

El público

Está prohibido andar a caballo

por la ciudad y llevar armas

Mayor de

14

años

por asistir

40

días de indulgencia

Espectadores

200.000

personas

La indulgencia

se remonta al cristianismo antiguo y exime —no perdona— de las penas de carácter temporal que de otro modo los fieles deberían purgar, sea durante su vida terrenal o luego de la muerte en el purgatorio.

La comitiva de la procesión hacia la Plaza Mayor

Delibes describe cómo a las cinco de la madrugada del 21 de mayo de 1559 comienzan a formar el desfile que llega hasta la Plaza Mayor, donde se realiza el auto de fe.

Fiscal

del reino

Reos reconciliados

Dos

dominicos

Con el estandarte de la Inquisición con el blasón de Santo Domingo

Tienen pena y castigo pero se libran de la muerte. Su atuendo es un sambenito con el Aspa de San Andrés

Portan la enseña carmesí del Pontificado y la cruz enlutada de la iglesia del Salvador

Cirio

Sambenito

Familiares

de la Inquisición

Reos

relajados

Doña Leonor

de Vivero

Destinados a la hoguera con sambenitos y corozas decoradas con demonios y llamas

Muñecos

de los condenados atados a altas pértigas

En el ataúd, con el cuerpo desenterrado para quemar sus huesos

en la

hoguera

Coroza

Familiares

de la

Inquisición

Nombramiento que recibían ciertos miembros de menor nivel dentro de la Inquisición española, cuya función era la de servir de informantes.

Cuatro lanceros a caballo

Cierre de la comitiva

Con las comunidades religiosas de Valladolid y el grupo de cantores entonando a media voz el himno ‘Vexilla regis’

Condenados a penas menores

Las sentencias

Una vez colocados todos los protagonistas en la Plaza Mayor, convertida ahora en un enorme tablado con graderíos y palcos, comienza el auto de fe.

Acera de

San Francisco

Lonja

Gradas

‘1806-1820, Voyage pittoresque et historique

de l'Espagne’, tomo II, Auto de fe en Valladolid.

Después del sermón público pronunciado por el obispo Melchor Cano, los relatores Ortega y Vergara toman juramento al Rey, a los nobles y al pueblo que promete defender al Santo Oficio y a sus representantes.

Por último los relatores comienzan a leer alternativamente las sentencias.

 

Las penas van desde la confiscación de bienes, cárcel y sambenito perpetuo hasta la confiscación de bienes, muerte en garrote y pasar por la hogera.

Cipriano Salcedo es condenado a «confiscación de bienes y muerte en la hoguera».

La condena de Ana Enríquez es «salir del cadalso con sambenito y vela, ayunará tres días con tres noches, regresará con hábito a la cárcel y, una vez allí, quedará libre».

El quemadero

A las cuatro de la tarde el auto de fe se da por concluido. Los penitentes condenados a muerte son llevados a lomos de asnos al cadalso, flanqueados por familiares de la Inquisición.

Condenado a muerte

Familiares

de la

Inquisición

Pasada la Puerta del Campo da comienzo el último espectáculo, la ejecución y quema del hereje.

El texto explica cómo era un auto de fe en 1559, en Valladolid

La ruta al cadalso

Veintiocho de los más de setenta reclusos de la cárcel secreta de Pedro Barrueco —ahora Fray Luis de León—, acusados de pertenecer al foco luterano de Valladolid, fueron quemados en la hoguera.

Realmente fueron veintisiete ejecutados

en los dos autos de fe que tuvieron

lugar en Valladolid.

Supuestamente Delibes añadió

a su personaje, Cipriano Salcedo.

16:00 h.

5:00 h.

Orates

(Cánovas del Castillo)

Plaza

Mayor

Auto de fe

Convento

de San Francisco,

ahora la Acera

de San Francisco

Cárcel secreta

en la calle

Pedro Barrueco

Puerta

del Campo

Ejecuciones

Plano de Bentura Seco.

Plano de la ciudad de Valladolid en 1738.

(Copia de J. Agapito Revilla).

Ayuntamiento de Valladolid

El público

Está prohibido andar a caballo

por la ciudad y llevar armas

Mayor de

14

años

por asistir

40

días de indulgencia

La indulgencia

se remonta al cristianismo antiguo y exime —no perdona— de las penas de carácter temporal que de otro modo los fieles deberían purgar, sea durante su vida terrenal o luego de la muerte en el purgatorio.

Espectadores

200.000

personas

La comitiva de la procesión hacia la Plaza Mayor

Delibes describe cómo a las cinco de la madrugada del 21 de mayo de 1559 comienzan a formar el desfile que llega hasta la Plaza Mayor, donde se realiza el auto de fe.

Fiscal

del reino

Reos

relajados

Reos reconciliados

Dos

dominicos

Con el estandarte de la Inquisición con el blasón de Santo Domingo

Destinados a la hoguera con sambenitos y corozas decoradas con demonios y llamas

Tienen pena y castigo pero se libran de la muerte. Su atuendo es un sambenito con el Aspa de San Andrés

Portan la enseña carmesí del Pontificado y la cruz enlutada de la iglesia del Salvador

Muñecos

de los condenados atados a altas pértigas

Cirio

Coroza

Sambenito

Familiares

de la

Inquisición

Nombramiento que recibían ciertos miembros de menor nivel dentro de la Inquisición española, cuya función era la de servir de informantes.

Doña Leonor

de Vivero

Cuatro lanceros

a caballo

Cierre de la comitiva

Muñecos

de los condenados atados a altas pértigas

En el ataúd, con el cuerpo desenterrado para quemar sus huesos

en la

hoguera

Con las comunidades religiosas de Valladolid y el grupo de cantores entonando a media voz el himno ‘Vexilla regis’

Condenados a penas menores

Las sentencias

Una vez colocados todos los protagonistas en la Plaza Mayor, convertida ahora en un enorme tablado con graderíos y palcos, comienza el auto de fe.

Acera de

San Francisco

Lonja

Gradas

‘1806-1820, Voyage pittoresque et historique

de l'Espagne’, tomo II, Auto de fe en Valladolid.

Después del sermón público pronunciado por el obispo Melchor Cano, los relatores Ortega y Vergara toman juramento al Rey, a los nobles y al pueblo que promete defender al Santo Oficio y a sus representantes. Por último los relatores comienzan a leer alternativamente las sentencias.

 

Las penas van desde la confiscación de bienes, cárcel y sambenito perpetuo hasta la confiscación de bienes, muerte en garrote y pasar por la hogera.

La condena de Ana Enríquez es «salir del cadalso con sambenito y vela, ayunará tres días con tres noches, regresará con hábito a la cárcel y, una vez allí, quedará libre».

Cipriano Salcedo es condenado a «confiscación de bienes y muerte en la hoguera».

El quemadero

A las cuatro de la tarde el auto de fe se da por concluido. Los penitentes condenados a muerte son llevados a lomos de asnos al cadalso, flanqueados por familiares de la Inquisición.

Condenado a muerte

Familiares

de la

Inquisición

Pasada la Puerta del Campo da comienzo el último espectáculo, la ejecución y quema del hereje.

El texto explica cómo era un auto de fe en 1559, en Valladolid

La ruta al cadalso

Veintiocho de los más de setenta reclusos de la cárcel secreta de Pedro Barrueco —ahora Fray Luis de León—, acusados de pertenecer al foco luterano de Valladolid, fueron quemados en la hoguera.

Realmente fueron veintisiete ejecutados

en los dos autos de fe que tuvieron lugar en Valladolid.

Supuestamente Delibes añadió

a su personaje, Cipriano Salcedo.

El público

Está prohibido andar a caballo

por la ciudad y llevar armas

16:00 h.

5:00 h.

Orates

(Cánovas del Castillo)

Plaza

Mayor

Mayor de

14

Auto de fe

años

Ademas por asistir

Convento

de San Francisco,

ahora la Acera

de San Francisco

40

Cárcel secreta

en la calle

Pedro Barrueco

días de indulgencia

Espectadores

200.000

Puerta

del Campo

personas

La indulgencia

se remonta al cristianismo antiguo y exime —no perdona— de las penas de carácter temporal que de otro modo los fieles deberían purgar, sea durante su vida terrenal o luego de la muerte en el purgatorio.

Ejecuciones

Plano de Bentura Seco.

Plano de la ciudad de Valladolid en 1738.

(Copia de J. Agapito Revilla).

Ayuntamiento de Valladolid

La comitiva de la procesión hacia la Plaza Mayor

Delibes describe cómo a las cinco de la madrugada del 21 de mayo de 1559 comienzan a formar el desfile que llega hasta la Plaza Mayor, donde se realiza el auto de fe.

Fiscal

del reino

Reos reconciliados

Dos

dominicos

Con el estandarte de la Inquisición con el blasón de Santo Domingo

Tienen pena y castigo pero se libran de la muerte. Su atuendo es un sambenito con el Aspa de San Andrés

Portan la enseña carmesí del Pontificado y la cruz enlutada de la iglesia del Salvador

Reos

relajados

Cierre de la comitiva

Doña Leonor

de Vivero

Destinados a la hoguera con sambenitos y corozas decoradas con demonios y llamas

Muñecos

de los condenados atados a altas pértigas

En el ataúd, con el cuerpo desenterrado para quemar sus huesos

en la

hoguera

Con las comunidades religiosas de Valladolid y el grupo de cantores entonando a media voz el himno ‘Vexilla regis’

Condenados a penas menores

Cirio

Coroza

Sambenito

Familiares

de la

Inquisición

Nombramiento que recibían ciertos miembros de menor nivel dentro de la Inquisición española, cuya función era la de servir de informantes.

Las sentencias

Una vez colocados todos los protagonistas en la Plaza Mayor, convertida ahora en un enorme tablado con graderíos y palcos, comienza el auto de fe.

Después del sermón público pronunciado por el obispo Melchor Cano, los relatores Ortega y Vergara toman juramento al Rey, a los nobles y al pueblo que promete defender al Santo Oficio y a sus representantes.

Por último los relatores comienzan a leer alternativamente las sentencias.

 

Las penas van desde la confiscación de bienes, cárcel y sambenito perpetuo hasta la confiscación de bienes, muerte en garrote y pasar por la hogera.

Acera de

San Francisco

Lonja

Gradas

Cipriano Salcedo es condenado a «confiscación de bienes y muerte en la hoguera».

La condena de Ana Enríquez es «salir del cadalso con sambenito y vela, ayunará tres días con tres noches, regresará con hábito a la cárcel y, una vez allí, quedará libre».

‘1806-1820, Voyage pittoresque et historique de l'Espagne’, tomo II,

Auto de fe en Valladolid.

El quemadero

A las cuatro de la tarde el auto de fe se da por concluido.

Los penitentes condenados a muerte son llevados a lomos de asnos al cadalso, flanqueados por familiares de la Inquisición.

Pasada la Puerta del Campo da comienzo el último espectáculo, la ejecución y quema del hereje.

Condenado a muerte

Familiares

de la

Inquisición

Miguel Delibes describía así aquellos momentos en 'El hereje'. «La Plaza Mayor era un enorme circo de madera, con más de dos mil asientos en las gradas, cuyos precios oscilaban entre diez y veinte reales, y, en torno al cual, se había montado una guardia de alabarderos, reforzada en las horas nocturnas, después de dos intentos de prenderle fuego por parte de elementos subversivos (...)».

«Se anunciaba un día sofocante, más propio de agosto que de mayo, y muchos vecinos, que no habían encontrado localidad en las gradas, preparaban su emplazamiento en los tejados bajo toldos de annjeo, preservados por barandillas madera. En espera del Rey nuestro señor y de los Príncipes, más de dos mil personas velaban en la plaza al resplandor de hachones y luminarias (...)».

«Frente a a los palcos, en la parte baja de los graderíos, se levantaban tres púlpitos, uno para los relatos que leerían las sentencias, el segundo para los penitentes destinatarios, y un tercero para el obispo Melcho Cano que pronunciaría el sermón y cerraría el auto», continuaba Delibes en su descripción.

Antes de que tuviera lugar el auto de fe, Cipriano Salcedo pasó varios meses encerrado en prisión, donde fue sometido a torturas para que confesara. La Inquisición usó para ello dos métodos.

Garrucha. Consistía en atar las manos del condenado a la espalda y, después, se le izaba lentamente mediante una polea, normalmente situada en el techo. Luego, se le dejaba caer con violencia, sin que llegara a tocar el suelo. El resultado solía ser la dislocación de los brazos. A veces se ponía un peso adicional en los pies del torturado.

Potro. El acusado es atado de pies y manos en una superficie conectada a un torno. Al girar, el torno tiraba de las extremidades en sentidos opuestos. El resultado final era la dislocación o desmembramiento de las extremidades.

Después de esta tortura, Salcedo volvió a encontrarse con el confesor. Escribía Delibes: «Cipriano, tumbado en el camastro, acogió con afecto al confesor. Le agradeció su presencia y le dijo que en su vida había tres pecados de los que nunca se arrepentiría bastante, y aunque ya los tenía confesados, se los confiaba al padre en prueba de humildad: el odio hacia su padre, la seducción de su nodriza aprovechándose de su cariño maternal y el desafecto hacia su esposa, su abandono, que la llevó a morir trastornada en un hospital».

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