25 años de 'El hereje'
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25 años de 'El hereje'
Merece releerla...Leer 'El hereje' no es sencillo. No lo es porque se trata de una novela inmensa y total, compleja, poliédrica. Sobre todo si uno la compara con las novedades contemporáneas, por lo general mucho más comestibles, papilla para los gustos editoriales y posibilidades del público ... del presente. La última de Delibes ya es, a sus 25 años, un clásico, un título que dispone de su edición crítica y que, por fortuna, surge de la pluma de un genio de la literatura en español, Miguel Delibes, como culminación de una dilatada trayectoria, incomparable en la historia de nuestras letras.
No es sencilla de leer porque se hace imprescindible la ayuda del diccionario: son centenares las palabras que el lector no habrá usado nunca y necesitará descifrar. 'El hereje' precisa de tiempo y paciencia. Además es una obra extensa, la más extensa de 'nuestro director'. Aborda hechos históricos, los relacionados con la inquisición española, que hoy en día serían pasto de las críticas de las corrientes woke predominantes. Siempre me he preguntado cómo respondería hoy el autor al clima de las redes sociales, tóxico como pocos, a las jaurías digitales que condenan a la hoguera a todo aquel que se aparta de la opinión, versión o interpretación que se ha decidido correcta. Y única. No es una novela sencilla, en fin, porque antepone una barrera nada más comenzar su lectura: un preámbulo rescatado del relato lineal de la vida del protagonista, cuyo encaje natural hubiese sido al comienzo del tercer título, o sea, muy al final del libro, y en el que se desarrolla una densa conversación a tres bandas sobre la ortodoxia de la fe católica, las reformas protestantes y la libertad de conciencia. Ese arranque lo justificó el propio Delibes, consciente de que suponía un obstáculo, en la necesidad de situar al lector en el plano histórico, intelectual y ético que abordaría después.
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Mi primer consejo es que se lea con paciencia, atención y detenimiento, aunque en él aparezcan personajes y referencias de las que no se tiene noticia ni más contexto. De inmediato comienza la historia, con el nacimiento de Cipriano Salcedo, y todo lo que unas páginas atrás parecía áspero se convierte en un delicioso y magistral relato que no deja de mejorar y mejorar y mejorar… Mi segundo consejo es releer, una vez alcanzado el punto y final, ese preámbulo. Comprobará el lector que, en sí mismo, ya con todos los datos que permiten comprenderlo en su totalidad, ese inicio de 'El hereje' es de lo mejor que habrá leído nunca y, para mí, una de las partes más valiosas de la novela.
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