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La cesta de la compra está disparada. Y lo que es peor, no parece tocar techo. En el supermercado, tienda de barrio, panadería… la conversación es recurrente: «Con lo que antes llenaba la nevera, ahora no me llega». Hay diversidad de maneras de decirlo, pero ... el resumen del mensaje es el mismo. Tanto vendedores como clientes se muestran ya resignados. Productos como el aceite o la pasta se han encarecido especialmente, pero también los alimentos frescos como las frutas, verduras, carne o pescado. Mirar más los precios u optar por eliminar algunos productos de la cesta se han convertido en los trucos de los compradores para paliar la situación. Esto conlleva también ajuste en las recetas y los menús en los hogares. También en la forma de cocinarlo, mejor poner menos el horno porque al precio que está la electricidad, «lo que ganas por un sitio, lo pierdes por otro».
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Andrea Díez
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Silvia G. Rojo
En estos momentos, una de las bazas principales para un menú económico a base de pescado está en la caballa. Reúne varios factores, pescado fresco azul, de temporada, saludable y económico. También ha subido, como todo, pero sigue estando a un precio que se ajusta mejor al bolsillo. En la pescadería del barrio, su precio se sitúa en 3,30 euros el kilo. «Ha subido, pero sigue siendo una de las posibilidades más ajustadas para el bolsillo. A lo mejor en una gran superficie puedes ajustar más aún el precio, pero mira estos ejemplares de calidad», advierte la responsable del establecimiento. Dos unidades de tamaño hermoso sumarán alrededor de 700 gramos. Para facilitar la elaboración, se pide destripada y sin cabeza. La cuenta 2,31 euros.
Una vez comprado el producto fresco, queda definir como cocinarlo. La opción del horno es apetecible, pero sumará peso económico a la elaboración por el gasto de luz con una cifra desorbitada del kilovatio. La plancha es una alternativa, sin duda, rápida y saludable y más barata. Será necesario un chorrito de aceite de oliva en una buena sartén o plancha. El siguiente paso consistirá en salpimentar ligeramente los filetes a fuego medio-fuerte, primero la parte de la piel para dejarla bien crujiente para luego dar la vuelta, y por el otro lado dejarla alrededor de dos minutos. Finalmente, se adereza con un poco de zumo de limón. Un plato sencillo y delicioso que necesita un toque que le complete, le de vida y colorido. Una elección segura es una buena ensalada de remolacha. El producto comprado ya cocido, un bote de 250 gramos, costará 0,90 euros. La remolacha se escurre bien del liquido y se seca con un papel. Luego, se deposita en un bol y se añaden los canónigos y el queso fresco de Burgos, con un chorrito de aceite, vinagre y sal. Para calcular el precio, los canónigos, una bolsa de 100 gramos se sitúa entre 1 euros y 1,3, dependiendo de las propuestas y el lugar de compra. El lo que se refiere al queso fresco, las tarrinas de 70 gramos varían entre 0,45 y 0,70 euros en versión.
Un menú no está completo sin un postre que ponga la guinda. En este caso, optamos por unas manzanas cocidas con canela y vino. Para ello, será necesario colocar en una cazuela, las manzanas peladas y cortadas en cubos, añadiendo un vasito de agua, un chorrito de vino tinto, canela en polvo al gusto y solo para los muy golosos, un poco de azúcar. Se cocina a fuego bajo entre cinco y ocho minutos, hasta que la manzana esté cocida y lista para servir. Si sobra, se puede guardar en un envase tapada en el frigorífico durante cinco días. El resultado final es un menú económico, delicioso y equilibrado.
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