María José Hernández: «En Valladolid se hace arte con la cocina en miniatura»

–Menuda la que está cayendo, sobre todo para la hostelería.

–Estamos en un momento muy duro. El tiempo va pasando, los negocios cerrados,... Estamos esperando una hoja de ruta para saber cuándo y cómo se va a producir la reapertura de nuestros establecimientos.

–El regreso a la actividad en la hostelería va a ser complicado, al parecer con importantes restricciones en lo que se refiere al contacto social.

–Nos estamos preparando para los cambios de consumo. No sabemos cómo va a reaccionar el cliente al principio. Ahora mismo pensamos en ofrecer las garantías máximas para generar confianza. Debemos mantener la esencia de nuestros negocios en la medida de lo posible. Desde Hostelería de España proponemos establecer un sello de local seguro, un sello de confianza para toda la hostelería que cumpla con las medidas sanitarias. Barajamos también la posibilidad de la instalación de barras supletorias en el exterior.

–Valladolid se ha convertido en una de las mecas de la gastronomía española.

–Hacemos de la cocina de miniatura un arte. Ponemos los cinco sentidos en cocinar a fuego lento los mejores platos de nuestro recetario. Veintidós ediciones del Concurso Provincial de Pinchos cumpliremos este año y dieciséis ediciones del Concurso Nacional de Pinchos, también. No te pueden negar, a día de hoy, que Valladolid brilla con fuerza en el panorama gastronómico nacional.

–Hablemos de sus gustos gastronómicos. ¿Es más de una cocina de corte clásico o prefiere la de vanguardia?

–Soy más de una cocina tradicional. Me gustan los sabores de siempre. aunque esto no me impide, de vez en cuando, disfrutar de un sofisticado menú degustación.

–¿Qué plato le vuelve loca?

–Sin dudarlo, un buen lechazo asado.

–¿Su especialidad en los fogones?

–Cualquier plato de cuchara y el risotto de carrilleras.

–Con el confinamiento se suele cocinar más que en una situación normal...

–A los hechos me remito. Ahí está la escasez de levadura que se ha producido en los supermercados. La gente ha visto una oportunidad para cocinar en casa y retomar o iniciarse en la comida casera. Se ha pasado de comer platos preparados a elaborar otros de temporada y postres.

–¿Qué es lo más extraño que ha probado?

–No sé si extraño o sorprendente, pero unas espardenyes o pepinos de mar en Mallorca hace ya diez años.

–¿Qué capricho gastronómico se va pegar cuando acabe la cuarentena?

–Voy a ser repetitiva, pero como un lechazo nada.