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Era imposible desaprovechar el exitazo tremendo que en 1965 tuvo 'La chica yeyé', así que los tocadiscos de la época siguieron girando con canciones interpretadas por Concha Velasco. La actriz vallisoletana no era cantante –la suya nunca fue una voz prodigiosa, es verdad–, pero ... Belter vio en ella un filón que había que aprovechar. «Lo de cantar no se me daba bien», reconocía la actriz. «Mi madre me decía: 'Hija', tú en las películas procura cantar lo menos posible». Pero a Concha le gustaba. De hecho, se empeñó en interpretar las soleares de 'La verbena de la paloma'.
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A mediados de los años 60 fueron habituales las visitas de Conchita a los estudios de grabación. En muchos casos, era para dejar registro de los temas que interpretaba en películas (ahí está, por ejemplo 'El moreno de mi copla'), en muchas de ellas junto con Manolo Escobar (como 'Relaciones casi públicas', 'Me debes un muerto'). Pero también se puso delante del micrófono para grabar versiones de otros artistas. A aquel primer trabajo de la chica yeyé le siguieron varios EP con Belter, como 'Calor' (1965), 'Hoy como ayer' (1966) o 'Beatnik' (1967).
En 1999, se editó 'De Conchita a Concha', un trabajo en dos volúmenes. El primero se titulaba 'Las canciones de mis películas' (con 24 temas) y el segundo, 'Mamá, quiero ser artista' (con 13). Este título procede de una revista musical, con libreto de Juan José de Arteche, estrenada el 4 de febrero de 1986, en el Teatro Calderón de Madrid. La canción que le da título (y que se convirtió también en un lema para Concha Velasco) está compuesta por Carlos Toro y Augusto Algueró.
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