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Vox pide la dimisión de Ana Sánchez; el PSOE se defiende con una enumeración de incidentes «alentados» por Vox contra los socialistas, incluida la agresión a Olegario Ramón; Vox amenaza con llevar a Ana Sánchez a los tribunales por atribuir a sus procuradores un delito ... , el de utilizar cuentas falsas para proferir amenazas en redes sociales; el PSOE recuerda que Vox promovía concentraciones frente a sus sedes, que en algunos casos han tenido que limitar su actividad para evitar posibles incidentes a sus trabajadores… Y en medio de esta discusión, el PP aprovecha para hacerse a un lado y dejar que su socio de Gobierno y el principal partido de la oposición se enzarcen. «Invito a unos y a otros en que si tienen algo que decirse lo hagan en los tribunales. Que se centren en lo que interesa a los ciudadanos», lanza Raúl de la Hoz (PP), que encuentra el momento idóneo para guardar la mano dura y adoptar el perfil de estadista.
Los populares habían programado para hoy la reunión de su Comité Ejecutivo, con el objetivo de conformar el comité electoral para las elecciones europeas del mes de junio. Unos comicios en los que habrá que ver si esta vez el PP de Castilla y León consigue encajar algún nombre en los puestos de salida, después de que en el mandato 2019-2024 la representación autonómica quedara en manos de Ciudadanos y PSOE. Los de Mañueco empiezan a marcar perfil y agenda propios. Lo hicieron con el apoyo a la proposición no de ley del PSOE sobre memoria democrática en el último Pleno, en una votación contra su socio de Gobierno, Vox. «La posición del PP respecto a cualquier iniciativa parlamentaria la fija el PP sobre la base de sus principios ideológicos. Se ha pronunciado igual que otras veces. Hemos votado siempre lo mismo y no encuentro motivo alguno para no hacerlo en la misma dirección. ¿A Vox no le gusta? Me parece muy bien. ¿Al PSOE no le gusta? Me parece muy bien», señaló De la Hoz. Un ataque dialéctico controlado.
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Con el PP como espectador privilegiado, la pelea entre Vox y PSOE se acentúa. Los de Abascal registraron por la mañana en las Cortes la petición de dimisión de Ana Sánchez como vicepresidenta segunda de la Mesa. Por «mofarse» de sus procuradores tras el incidente ocurrido en Getxo, «en Vascongadas», como explicó su portavoz, Carlos Menéndez. «Ana Sánchez ha señalado a los procuradores de Vox como responsables de una campaña de acoso contra su persona que ha desembocado, según sus propias palabras, en que su familia ha precisado de escoltar para acudir al colegio», argumentan en el escrito. «Sus declaraciones no son propias de su representación institucional en esta cámara. En caso de que no sea así, solicitamos a la Mesa que se proceda a convocar la comisión del procurador para valorar las posibles responsabilidades a que ha dado lugar con sus declaraciones públicas en una rueda de prensa y en sus múltiples tuits». La comisión del procurador también se invocó, por parte del PSOE y del Grupo Mixto, cuando Juan García-Gallardo llamó «imbécil» a Francisco Igea durante su intervención en un Pleno.
Menéndez recordó que Sánchez se ha referido a Vox en numerosas ocasiones en los debates como «fascistas», «termitas» o «nazis». Preguntado sobre la diferencia de esta situación con otras ocasiones en las que Vox se ha referido en las Cortes al PSOE como «comunistas» o «banda criminal», el portavoz de Vox se orilló hacia la segunda parte de su denuncia, la de las acusaciones en rueda de prensa y en Twitter de Ana Sánchez sobre el uso de las redes sociales para lanzar amenazas contra ella. «Las diferencias son abismales. La vicepresidenta segunda atribuye públicamente a procuradores de nuestro grupo la comisión de hechos delictivos, de amenazas». Y recordó que los parlamentarios de Vox «no atribuyen a ningún miembro del PSOE la comisión de un delito».
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Antonio G. Encinas
Luis Tudanca, secretario autonómico de los socialistas, citó a Goebbels para definir la táctica de Vox. «Trasposición: cargar sobre el adversario los propios errores o defectos. Es lo que hace Vox con la propagación de bulos inventados».
«Durante los últimos tiempos sufrimos amenazas, coacciones, insultos diarios en nuestras casas del pueblo con concentraciones convocadas por Vox y la extrema derecha; hemos visto a un consejero de la Junta, megáfono en mano, coaccionar a periodistas; a un presidente de la Junta hacer una peineta; a un vicepresidente hacer gestos obscenos a las procuradoras; la agresión a Olegario Ramón; y ayer Iratxe García denunciaba una vez más un ataque a la puerta de su casa. En otros casos, miembros del PSOE han decidido no denunciar. Somos muy conscientes de lo que intentan: embarrar el debate público, trasladar a la opinión pública que todos somos iguales, y no lo somos».
Tudanca aseguró que «el PSOE siempre condena toda la violencia, de todos los niveles, de todas las intensidades, se dirija contra quien se dirija, sin un solo pero», aunque Vox había criticado previamente su silencio público hasta este momento por los incidentes de Getxo.
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