Castilla y León
Solo el 0,28% de las 115.085 inspecciones alimentarias termina en sanciónCastilla y León
Solo el 0,28% de las 115.085 inspecciones alimentarias termina en sanciónEtiquetado e información, medidas higiénicas, seguridad alimentaria... desde quien lo fabrica o elabora pasando por el envasador, el almacenista, el distribuidor y llega al escaparate de un comercio o a la mesa de un restaurante o un evento. Garantizar la salubridad de lo que comemos ... es una prioridad más para la Salud Pública y hacerlo sobre 43.222 establecimientos e industrias alimentarias que hay en Castilla y León, todo un reto. Pero un accidente o mala praxis en la cadena de los alimentos puede, sobre todo si afecta a la calidad y provoca toxiinfecciones, resultar importante en forma de brotes y hospitalizaciones, incluso muy grave. Y la inspección en todos sus ámbitos tiene una labor ingente, la de los mataderos, la de la hostelería, la del agua de consumo... Cada una tiene sus controles y organización.
Publicidad
La que se dedica a empresas y venta minorista de comida hace seguimiento de 3.585 obradores, 3.553 almacenes y repartidores y 33.932 comercios. Son los números grandes, hay alguno más. La Dirección General de Salud Pública realiza diferentes tipos de control, de oficio o por sospecha, con toma de muestras o seguimiento del preceptivo autocontrol... y el resultado es de calidad en Castilla y León. Las cifras de actividad son enormes y los incumplimientos muy pequeños en correlación y menos aún llegan a sanciones, solamente el 0,28 de las inspecciones se salda con una multa Un total de 324 multas de 384 expedientes abiertos. Hay oferta buena, segura.
No obstante los incumplimientos detectados son muchos más. Suman 10.684;pero solamente 1.700 de ellos están ligados al producto el resto se debe a la estructura física del negocio o por la actividad del operador económico. Derivado de esta desviaciónm de la normativa puede darse desde un tiempo para su corrección hasta sanciones y cierres.
Las mayores deficiencias las acaparan las comidas preparadas y los establecimientos polivalentes, es decir, los que se dedican al envasado, almacenamiento o distribución de productos alimenticios de dos a más sectores . Son espacios de más manipulación y mayores riesgos. También de una alta actividad
Publicidad
La relevancia que actualmente están adquiriendo las cocinas centrales está relacionada con dos fenómenos que están al alza: la externalización y la especialización. Para optimizar los recursos, muchas empresas han optado por subcontratar todo o parte de su cocina: restaurantes, bares, centros de venta de comida preparada, salones de celebraciones, hoteles, estaciones de servicio, residencias y colegios... También es cada vez más común encontrar grupos de restauración que abren una cocina central o centro de producción para elaborar determinados platos o salsas y, desde luego, los catering. Productos elaborados que luego sirven o distribuyen a otros del grupo o a toda una franquicia.
La comida preparada y estas cocinas centrales acaparan las propuestas de sanción del cerrado 2023 –algo habitual cada ejercicio–, con 228, y las multas finales, con 212; pero también el volumen global de presencia en el sector con casi la mitad de la oferta. Hay 21.387 negocios relacionados con ello de los que 21.122 son minoristas, suponen el 49,5% de la oferta. Por lo que no es de extrañar que acaparen los inspecciones tanto las de las unidades de control, es decir, los programas de segumiento que incluyen varias actuaciones como visitas, muestras y otras y también las exigencias de autocontrol, que es obligatorio.
Publicidad
El objetivo del control oficial es la vigilancia sistemática, desarrollada de acuerdo con procedimientos documentados de las industrias y establecimientos alimentarios, inspeccionando las instalaciones, equipos, materiales y productos utilizados, procesos y los alimentos en ellas producidos; examinando los planes y procedimientos de autocontrol implantados por los explotadores y comprobando que las condiciones higiénico sanitarias sean adecuadas y que se ejecuten prácticas seguras y correctas.
Cada vez que el inspector ejecuta una actuación de control en un establecimiento alimentario genera un documento en el que se plasman las actuaciones realizadas, un acta, y se computa como una visita de control.
Publicidad
Noticias relacionadas
Durante 2023 se han realizado 115.085, la mayor parte a establecimientos de servicios y minoristas, sumando entre los dos más del 70% de las visitas realizadas en la comunidad. El número medio de inspecciones en establecimientos alimentarios es de 2,7 visitas por cada uno. Y son las industrias elaboradoras y envasadoras de productos cárnicos y lácteos, con una media de 9,7 y 8,5 visitas, respectivamente, seguidas de las elaboradoras y envasadoras de productos de la pesca, las sometidas a mayor seguimiento, con más de tres veces anuales.
Por otro lado, el resto de establecimientos no suelen llegar a las tresinspecciones anuales. Los menos visitados son los almacenes y distribuidores con una media de 1,6 cada ejercicio. El número de controles en establecimientos alimentarios de Castilla y León ha aumentado en el último año un 5,4%; pero aún no se alcanzan las cifras de 2019. No obstante, entonces había más industrias y comercio.
Publicidad
Las inspecciones suponen la toma de muestras de alimentos o de cualquier otra sustancia para verificar, mediante análisis, si se cumple la legislación vigente o, cuando se considere preciso, evaluar las verificaciones analíticas efectuadas en el marco de los procedimientos de autocontrol de las empresas alimentarias.
El objetivo de este programa es comprobar la adecuación de los diferentes parámetros a la normativa específica sobre ciertos criterios microbiológicos, uso de aditivos alimentarios, contaminantes y plaguicidas, presencia de alérgenos no declarados en el etiquetado, de organismos modificados genéticamente y posible migración de sustancias químicas desde los envases a los alimentos.
Noticia Patrocinada
Estas tomas de muestras son planificadas desde el Servicio de Seguridad Alimentaria y se hace, prioritariamente, en base a criterios de riesgo.
Para el cerrado año 2023 se programaron y analizaron en el marco de este programa 1.556 muestras. De ellas, 36 (2,3%) fueron no conformes a la legislación.
Destacan entre las analizadas las que afectan a los sectores de carne y sus derivados donde se tomaron el 48,2%; seguidos de vegetales y derivados con un 11,5%; de cereales y derivados de ellos con un 10,1%, y de leche y derivados', con un 9,2%. Estos cuatro sectores acaparan el 79% de las muestras analizadas. En cuanto al resultado de las muestras analizadas, el sector del carne y derivados (con 29 muestras) es donde mayores faltas de calidad se detectan, representando el 80,6% respecto del total de muestras no conformes de la comunidad.
Publicidad
Conforme a la legislación autonómica, los cerdos sacrificados en matanzas domiciliarias
para su autoconsumo son analizados para descartar la presencia de parásitos del género Trichinella, causante de la triquinelosis, también conocida como triquinosis. Durante el año pasado, Salud Pública analizó 6.210 cerdos domésticos, de los cuales 316 fueron a cargo de los servicios oficiales y 5.894 por veterinarios colaboradores, sin que se detectara la presencia del parásito en ningún animal. Este control forma parte del programa de agentes zoonóticos en animales silvestres y matanza domiciliaria.
Además se investiganposibles agentes zoonóticos en alimentos
para evitar enfermedades que pueden transmitirse de animales a seres humanos, con especial relevancia de la salmonella y la listeria monocytogenes.
Concretamente, en este programa se han analizado 204 muestras en relación con la primera en alimentos, con resultado no conforme en 12 de ellas. También se han analizado 193 muestras para la determinación de listeria de las que 138 se hicieron en alimentos y 55 en superficies, con resultado no conforme en 17 de ellas , la mayoría en alimentos. Además, se analizaron 17 muestras en relación con la presencia de histamina.
Asimismo se estudian residuos de medicamentos veterinarios o contaminantes medioambientales que llegan a la comida tanto con muestreo aleatorio como por sospecha. En un total de 4.584 solo cuatro muestras dieron positivo.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.