La semana en vilo de Renault España

El miércoles 12 de agosto de 1953 los vallisoletanos aplaudieron en las calles la presentación de las primeras unidades del Renault 4/4 (cuatro puertas, cuatro cilindros, cuatro plazas) producidas por Fasa en la ciudad. Entre los alegres pincianos aparecía un entusiasta Miguel Delibes, que muchos años más tarde escribió en una carta: «Creo que Valladolid y Renault no deben separarse nunca».

Aquel aplauso primigenio volvió a repetirse el pasado viernes.

Pero esta vez no fue sobre el asfalto pucelano sino que reverberó en las cronologías de Twitter con un alivio generalizado, una alegría más o menos contenida. La marca del rombo confirmó que no cerrará ninguno de sus cuatro centros en España. Ni las factorías de montaje de Palencia y Valladolid. Ni la fábrica de motores vallisoletana. Ni la factoría de cajas de cambio de Sevilla. España superó una bola de set. Pero el partido sigue.

«Había expectación por saber en qué consistía el plan de ajuste», explica Jesús Presa, director de comunicación de Renault España. «Si en tu empresa te dicen que hay un plan para reducir costes, todo el mundo está expectante. Ahora hay tranquilidad, pero esta tranquilidad también debe ser matizada. Evidentemente, Clotilde Delbos [directora general interina de Renault] dijo que no se reducirá la capacidad de producción en España, pero nosotros debemos seguir trabajando para mantener la competitividad de Renault España» .

El plan de ajuste anunciado por el Grupo Renault busca ahorrar 2.000 millones de euros en costes fijos y reducir su plantilla en 14.600 personas en todo el mundo, 10.000 fuera de Francia, en principio mediante jubilaciones, salidas voluntarias y reconversión interna. Esto supone el 8% de su plantilla actual. El plan ya estaba previsto desde febrero, pero las consecuencias derivadas de la pandemia de la covid-19 han acelerado las necesidades de la compañía, después de que las ventas cayeran un 80% durante el mes de abril,

El trabajo constante del vallisoletano José Vicente de los Mozos, director adjunto del Grupo Renault, ha resultado clave para evitar que los recortes salpicaran a España. La inquietud entre los trabajadores era especialmente acusada en la planta de Palencia, donde se temía lo peor después de la presión del Gobierno francés a la compañía para que «reorganizase su cadena de producción» en territorio galo. Y esa misma zozobra recorrió las plantas nobles de Renault España donde los vaivenes en la sede de Boulogne-Billancourt, cerca de París, obligaban a mantener una cautela pública a la espera del anuncio oficial. Por eso, cuando Clotilde Delbos, la CEO interina, dijo a las 10:47 del viernes «no existe la necesidad de reducir la capacidad de producción de España en estos momentos» hubo aplausos jubilosos en diferentes ámbitos. «Ya es oficial. Las factorías de Renault y Palencia no se tocan. El ecosistema creado aquí hace que nuestra capacidad sea óptima. Siempre he expresado la máxima confianza en nuestra capacidad para mantener nuestro empleo industrial», se aprestó a tuitear Óscar Puente, alcalde de Valladolid, quien mantuvo contactos durante los días precedentes con José Vicente de los Mozos y declaró estar al tanto del anuncio que iba a realizar la compañía en lo referente a España

Se zanjó así una catarata de rumores, a la que contribuyó un artículo en la primera página del 'Financial Times' donde se especulaba con el traslado de la producción de los modelos Captur y Kadjar, fabricados en Valladolid y Palencia, a la factoría de Nissan en Sunderland (Reino Unido), dentro de un trasvase en la Alianza que llevaría la producción de Nissan en Barcelona a las plantas francesas de Renault. Finalmente, Nissan anunció el jueves que cerrará su factoría barcelonesa.

Valladolid mantiene de esta manera su largo idilio con Renault, iniciado gracias a la visión y la insistencia de Manuel Jiménez-Alfaro, el artífice de la implantación de la empresa del rombo en la ciudad en 1951.Valladolid vivió con Renault una revolución que ha tenido continuidad durante el paso de las décadas.

La compañía ha invertido durante los últimos años más de 600 millones en sus plantas de Valladolid y Palencia, ahora a salvo del plan de recortes. Los sindicatos se felicitan por las buenas noticias locales y la «competitividad» de las plantas, pero no son ajenos a los graves problemas que afectan al sector de la automoción: el caso de Nissan resulta palmario. Además, en 2021 tendrá que negociarse un nuevo convenio con la compañía. Por eso desde Renault España se insiste en una idea: «Debemos ser más necesarios que nunca... y demostrarlo». Solo así podrá mantenerse el deseo epistolar que formuló Delibes.

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