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Al hito histórico, a las cifras, a la grandiosidad del evento, le aportó corazón asturiano el presidente del Principado, Adrián Barbón (PSOE). «Esta obra rompe un cerco mental, esa sensación de aislamiento secular. La Cordillera Cantábrica nos protegió durante nuestra historia, pero también marcó distancias», ... dijo «como asturiano, desde el corazón». Aseguró Barbón que este es un día significado en la historia de Asturias, el que presentaba en sociedad «una obra de titanes». Esa parte, la del orgullo de país, la nombraron todas las autoridades, pero especialmente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que le puso cifras épicas. «España ha invertido 65.000 millones de euros en tres décadas para conectar 30 provincias con una red de alta velocidad», dijo. Hay más de cuatro mil kilómetros de vías de alta velocidad cuando hace tres décadas, con el primer Ave, por cada kilómetro construido había 30 en Bélgica, 100 en Francia o 200 en Alemania. «Y hay 9.000 millones para desplegar líneas en otros territorios como País Vasco, Cantabria, Navarra, Extremadura, o avanzar en los corredores Mediterráneo y Atlántico», aseguró.
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Antonio G. Encinas
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Y ahí les tocó la fibra a los presidentes de Castilla y León y de Asturias, presentes en el acto inaugural en la estación de Oviedo, en una carpa abarrotada por los 299 pasajeros del tren más los invitados locales. Porque los dos, en su paso por el escenario, escogieron añadir a la celebración una dosis de «¿y ahora qué?». Acabada la obra magna, vamos con las siguientes. Y no son pocas. En una coincidieron Mañueco y Barbón, la citada por Sánchez: el Corredor Atlántico. «Se debe continuar para desarrollar todo el Corredor Atlántico para que crezcan oportunidades en el cuadrante noroeste del país», advirtió el presidente de la Junta de Castilla y León. «Nos falta el Plan de Cercanías, un impulso al Corredor Atlántico», señaló el asturiano. Y es ahora el momento adecuado. Porque Pajares, además de permitir un flujo mucho mayor de turistas hacia Asturias -si es que eso es posible-, también beneficiará el paso de mercancías. «Permite abaratar los costes dos tercios respecto a los actuales», añadió.
El nuevo ministro del ramo, Óscar Puente, al que la presentadora del acto llamó Carlos por un lapsus, había comenzado diciendo que la puesta en marcha de la Variante de Pajares permitirá, en cuanto a mercancías, «transportar trenes con un 15% más de carga y de mayor longitud. Es la obra más importante del Corredor Atlántico, se traduce en ahorro de miles de horas de viaje» y en menores costes, coincidió.
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Así que el próximo gran proyecto de país ya está sobre la mesa. Inaugurado el hito ingenieril, la hazaña de las comunicaciones, pasamos a la siguiente fase. El Corredor Atlántico y el Corredor Mediterráneo. Tampoco son nuevos. Llevan en la agenda desde 2003 y 1996, respectivamente, con sucesivas ampliaciones y ajustes. Pero es ahora cuando, con el impulso de las nuevas infraestructuras y plataformas logísticas previstas, se encuentra en su fase decisiva. El del Mediterráneo, de hecho, debería estar plenamente operativo en 2026.
Pero además hay otras cosas, claro. Alfonso Fernández Mañueco le recordó a Óscar puente que «hay muchas infraestructuras pendientes para la vertebración de Castilla y León» y llevó al atril un asunto derivado de la obra de Pajares que aún está pendiente de resolverse, el de los acuíferos que se han desviado hacia la vertiente asturiana y han dejado de desaguar en la leonesa. «Estoy seguro de que se trabajará para solucionar el problema generado por los acuíferos», lanzó Mañueco.
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