Una semana en el cargo y la foto inaugural más esperada desde hace dos décadas cogió a Óscar Puente de lleno. Flamante titular del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, que en el cartelón ajado de la estación Campo Grande, en su ciudad, Valladolid, ese ... cartelón que anunciaba las líneas de alta velocidad a Madrid, Vitoria y Asturias, aún se llamaba Ministerio de Fomento. Puente escribió una tribuna en El Comercio de Gijón para celebrar la apertura, hizo un hilo tuitero -tan habitual en él- sobre las bondades de la infraestructura y recordó que la mayor ejecución del proyecto, en cuanto a fondos, se ha realizado bajo mandato socialista, aunque haya habido ocho ministros antes que él, cuatro del PP y cuatro del PSOE.
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En los comentarios a su hilo, el nuevo ministro podía intuir cuál es el gran problema del Ministerio que ha heredado más allá de esta inauguración. La ingente lista de 'pendientes'. Los usuarios le pedían «un tren eficiente hasta Cantabria» desde Asturias; el tren por la Ruta de la Plata; unos puentes para la ronda sevillana SE-40; la entrada sur a Plasencia, «una vergüenza peligrosa»; el Corredor Mediterráneo; mejorar la lentitud del Ave a Granada, cuyas vías además «parten una barriada en dos». Y así 'ad aeternum'.
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Antonio G. Encinas
Le queda la satisfacción de la acogida de Asturias y del resto de España a esta infraestructura. «Las previsiones son alentadoras, llevamos más de 70.000 billetes vendidos y esperamos alcanzar la cifra de 1,25 millones de viajeros anuales, un 42% más de los estimados en 2023. Y aumentar la cuota de mercado del tren frente al avión». Cifras que, junto a los beneficios para el transporte de mercancías, que también podrá servirse de los túneles de la nueva variante, provocarán «más oportunidades de trabajo para los ciudadanos, alicientes para las empresas y el turismo».
El efecto más inmediato, visible de entrada, es la reducción del tiempo de viaje. Una hora menos desde León, desde Valladolid, desde Palencia, desde Madrid, desde Cuenca, desde Albacete, desde la Comunidad Valenciana… «Y 15 minutos más de ahorro cuando los trenes Avril entren en funcionamiento en el primer trimestre de 2024», anunció Puente, porque podrán alcanzar velocidades incluso más altas en los túneles, hasta 275 kilómetros por hora frente a los 200 a los que ha cruzado hoy el Alvia inaugural.
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Al mismo tiempo, explicó, se trabaja para mejorar los tramos entre Valladolid y León y La Pola-Oviedo, además de incorporar la doble vía en el de León-La Robla. Inversiones con retorno, vino a decir. «Veinte años de trabajo y 4.000 millones de euros que pueden parecer excesivos [ha supuesto la Variante de Pajares]. La alta velocidad costó 2.700 millones entre Madrid y Sevilla. Pero Quevedo y Machado ya advirtieron contra la necedad de confundir precio y valor. El precio ha sido alto, pero el valor es incalculable. Porque implica avance trascendental en la vertebración del territorio. Una sociedad avanzada no puede construirse sobre desequilibrios», señaló.
Aún le recordaba un tuitero al ministro de Transportes un asunto que involucra a otro ministerio, el de Teresa Ribera (Transición Ecológica). Los acuíferos que han desviado su salida, por las obras, hacia la vertiente asturiana, secando su salida hacia la comarca leonesa del Bernesga. Calculan los leoneses que supone 11.000 millones de litros anuales perdidos y se exige una solución. En 2017 la asociación Lacerta y la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores denunciaron este problema y en mayo de 2023 el Ministerio ha admitido que ese problema existe. Los afectados hablaban de un trasvase accidental de 319 litros por segundo, «manifestando que dicho caudal persiste en la actualidad a pesar de la impermeabilización del túnel y de las medidas de reparación adoptadas por Adif», explicaba el Ministerio.
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Transición Ecológica ha determinado que «a la mayor brevedad y en la medida que resulte técnicamente posible se completará el sellado de las fracturas y fugas por las que se está materializando el drenaje de los acuíferos afectados por los túneles». Y además «se elaborará un proyecto de restauración y corrección integral de los efectos causados sobre los manantiales y las masas de agua superficial». Alfonso Fernández Mañueco le instó en su discurso a «solucionar el problema de los acuíferos».
Una cuestión que involucrará no solo a Transición Ecológica, sino también al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, a las confederaciones hidrográficas y a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.
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