Mírala cara a cara que es la tercera

Tampoco está claro que Geldof milite activamente en la liga antilunes, a él solo le inspiró uno de esos sucesos recurrentes en Estados Unidos, este en concreto en San Diego, el 29 de enero de 1979 –lunes–, cuando una niña de 16 años tiroteó a los presentes en el patio de una escuela, matando a dos adultos e hiriendo a ocho menores y a un policía. Preguntada tras su detención qué le había llevado a cometer el crimen, la pequeña, sin mostrar remordimientos, adujo simplemente que no le gustaban los lunes.

A ese pequeño querubín pelirrojo, de nombre Brenda Ann Spencer, jamás querubín y ya ni pequeña –este viernes, 3 de abril, cumplirá en una cárcel de California 58 años–, no le gustaban los lunes. Tampoco es que a los demás nos hagan mucho tilín, salvo a los que regenten una churrería, trabajen en un museo o sean los acertantes de un pleno en la quiniela con los partidos jugados la víspera. Pero por mucha fobia que le tengamos al día más alejado del siguiente fin de semana, tal vez ahora, obligados a vivir a domingos que se parecen mucho a miércoles y a sábados sabadetes que ni sábados ni sabadetes, ya no nos caigan tan mal los lunes. Puede que incluso que al no poder salir de casa, echemos de menos hasta la adrenalina que nos vemos obligados a quemar ese día en el que arrancamos semana...

... como la que hoy echa a andar, la tercera desde que empezó el confinamiento obligatorio. Lo normal sería que, pasado el Rubicón de la segunda semana, los niveles de ansiedad empezasen a reducirse y aceptásemos poco a poco, con cívica y responsable resignación, nuestra condición de seglares de clausura con thermomix, wifi y suscripción a Netflix, Spotify, etc.

«Paseíllo y derecho atrás. Dos golpes con izquierdo. Vuelta, izquierdo atrás. Cuatro sostenidos de media punta con derecho, comenzando de dentro hacia fuera. Dos golpes con este pie. Vuelta. Derecho atrás. Dos sostenidos de media punta con pie izquierdo, izquierdo atrás (…). Abro con derecho, cruzo izquierdo por delante y zapateado: dos con pie derecho y una pequeña pausa en medio, dos con pie izquierdo y el último con derecho. (…) En total son tres zapateados» (y sigue). Complicado, ¿verdad? Son algunos de los movimientos del tercer de los cuatro tiempos de las sevillanas, ese baile que a este paso este año solo se va a poder practicar en casa.

La tercera semana de confinamiento no tiene por qué ser tan difícil como seguir las instrucciones de ese baile andaluz sin acabar de bruces en el suelo tras una autozancadilla por haber cruzado algún pie a destiempo. Si bien nadie dice que tenga que ser una buena semana esta tercera que arranca hoy. Tampoco son las mejores las terceras entregas de sagas cinematográficas como 'El Padrino' ('El Padrino III'. Francis Ford Coppola. 1991), que lo tenía difícil después de las soberbias dos entregas anteriores de la trilogía, aunque también tiene algún elemento de valor en sus casi tres horas de metraje.

Ni es la mejor de la franquicia la tercera de las películas de 'Star Wars', 'El retorno del Jedi', estrenada en 1983, dirigida por Richard Marquand y considerada la más infantil de la saga, con la inclusión de los ewoks y el abuso de elementos dirigidos más que a consolidar el edificio de una historia espacial por entregas, a hacer caja con la explotación del 'merchandising'.

Pero también hay buenos terceros, como demuestra 'A Hard Day's Night', tercer álbum de The Beatles, publicado en julio de 1964 y que alcanzó el número uno, desbancando al anterior LP del grupo, 'With the Beatles', y permaneciendo en ese puesto durante veintiuna semanas. Fue el primer disco del cuarteto en contener solo composiciones originales y el único de los suyos firmado enteramente por Lennon-McCartney.

Un discazo. Vamos a por la semana. Feliz lunes, en casa.