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Una oportunidad y no una carga, o no solo un gasto social. Así es como un estudio valora el envejecimiento y el papel de los mayores en la economía. «El envejecimiento de la población es una de las grandes tendencias socioeconómicas. Frente a las visiones ... catastrofistas que vinculaban este cambio demográfico a todo tipo de consecuencias negativas, en los últimos años ha ganado peso el enfoque que pone en valor las oportunidades. Con más adultos mayores en el mundo y con mejor salud, la economía puede verse impulsada. El capital de los mayores tiene un impacto en uno de cada cuatro euros de la riqueza europea y, en España, en un 26% del PIB y el 60% de todo el consumo nacional», según el centro de investigación Ageingnomics de la Fundación Mapfre.
Con 15,8 millones de españoles mayores de 55 y una esperanza de vida superior a los 82 años, España es país de personas mayores. Castilla y León es la segunda comunidad en porcentaje de mayores de dicha edad, con cuatro de cada diez habitantes en estos grupos etarios.
La comunidad comparte con Asturias y Galicia el encabezar los territorios con más personas mayores. Baleares, Navarra y Galicia son las autonomías que disfrutan de mayor esperanza de vida –la comunidad es la séptima con 82,52 años; pero la segunda con la mayor esperanza en buena salud al nacimiento (61,21 años). Solo La Rioja, con 62,71 la supera y el sigue el País Vsaco, con 59,92. Los gallegos, baleares y vascos, a partir de los 65 años, son los que más esperanza de vida ganan.
Y en materia de participación social, Castilla y León lidera el ranking con mayor porcentaje de diputados de 55 años o más en parlamentos autonómicos, con el 32,1% de los procuradores en las Cortes; es la décima con más alcaldes de más de esa edad en las cinco ciudades más habitadas, y la sexta con más electores, con 972.763 que superan los 55 años.
En pensiones, la comunidad cuenta con la octava más alta (1.178,26 euros de media), con una edad de jubilación de 62,10 años, la décimo tercera, es decir, una de las más bajas. Además, casi medio millón de personas cuenta con un plan de pensiones individual. Así pues, Madrid, País Vasco, Navarra y Castilla y León son las comunidades con más recursos, servicios y nivel de participación de los mayores de 55 años, es decir, están mejor preparadas y, por lo tanto, tienen mayor capacidad que otras regiones a la hora de ofrecer más oportunidades.
Más sobre envejecimiento
Así lo indica el 'Ranking de Territorios por la Economía Sénior 2021', que pone de manifiesto que no todos los territorios ofrecen las mismas condiciones y oportunidades a las personas mayores de 55 años en términos de empleo, acceso a servicios sociales y sanitarios y número de residencias y centros de día, entre otros. Revela, además, que también existen diferencias con respecto a otros indicadores, como la esperanza de vida, la edad media de jubilación, importe medio de la pensión y número de alcaldes y electores con edades comprendidas entre los 55 y 75 años.
El informe también aporta información acerca de los servicios sociales y de salud con los que cuenta cada comunidad para atender a las personas mayores. En este sentido, la región que más personas atendidas por servicios de teleasistencia por cada 10.000 habitantes mayores de 65 años o más es Madrid (1.563), seguida de Castilla-La Mancha (1.540) y Andalucía (1.525), y donde más personas reciben ayuda a domicilio por cada 10.000 habitantes de esta franja de edad también es Madrid (933), seguida de La Rioja (712) y Aragón (674). En cuanto a número de plazas residenciales por cada 10.000 habitantes mayores de 65 años, los territorios mejor posicionados son Castilla y León (783), Castilla-La Mancha (735) y Aragón (669) y la tasa media de cobertura de servicios asistenciales más alta, la registra Madrid, con un índice del 19%, seguida de Castilla-La Mancha (17,8%) y Cataluña (16,4%).
Describe el trabajo que, pese al interés económico que suponen los mayores, «todavía perviven situaciones que o bien invisibilizan a los mayores o incluso los minusvaloran·. El conjunto de esos estereotipos, prejuicios y discriminación contra las personas por su edad es lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido como edadismo. Son una serie de creencias, valores y normas que justifican un trato injusto hacia las personas según su edad. Además, esta nueva lacra -está comprobado- afecta de forma negativa a la salud de las personas mayores.
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