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La pandemia que asoló el mundo los pasados años provocó una disrupción en el sistema educativo en forma de avances en la digitalización. La velocidad del cambio no cogió a Castilla y León con el paso cambiado, dado que la Junta, a través de su ... Consejería de Educación, lleva años apostando por esta digitalización, como vino a analizar ayer la mesa redonda 'Digitalización en la educación de Castilla y León', organizada por El Norte de Castilla, en colaboración con la Fundación Universidades y Enseñanzas Superiores de Castilla y León y la Junta de Castilla y León.
«La apuesta para que nuestros centros tengan competencias digitales es muy fuerte desde hace años, pero la pasada legislatura aumentamos el nivel de potenciación aprovechando fondos europeos que permitieron comprar muchísimo material», confesó José Miguel Sáez, director general de Centros e Infraestructuras de la Junta de Castilla y León. Sáez concretó la idea del aula del futuro de la Junta, que pasa por respetar «el libro, la tradición y las costumbres», pero aunándolo con el nivel de capacitación digital, que ha incrementado en formación, información y contenidos digitales.
Estos avances van de la mano de la sociedad digitalizada, «una nueva revolución industrial a partir de los cambios tecnológicos que no puede dejar atrás a la escuela», según afirmó José Luis Rey, director del CEIP Tierra de Pinares de Mojados, quien destacó como factores intrínsecos positivos para el fomento del uso de la tecnología «la motivación y el interés que despierta en el alumno» cuando está en su día a día, proporcionándole «aprendizaje, una gran cantidad de información y comunicación con cualquier parte del mundo». En el caso de los profesores, además de para poder utilizar los sistemas digitales implementados por la Junta, como los más de 13.000 paneles digitales instalados en aulas, esta apuesta les ha servido también «una gran cantidad de material», como, incluso, drones, impresoras de 3D o estudios de radio y televisión, que ha supuesto «un cambio metodológico, nuevos recursos y nuevos conocimientos».
Una de las entidades que acompañan al sistema educativo a lo largo de este proceso es Fundación Orange, que cumple este año sus bodas de plata y colabora en el intento de reducir la brecha digital, «buscando que haya cada vez más conectividad, porque para que la brecha se cierre, es necesaria la cobertura, algo que se está consiguiendo con la ayuda de las instituciones», explicó Óscar Aragón, su manager Territorial Norte y responsable de Relaciones Institucionales. «Un objetivo importante de la Fundación es la inclusión de colectivos vulnerables a través de diferentes asociaciones como Secretariado Gitano, Cáritas o Cruz Roja, que están se centran en el territorio que ocupan, entre otros, el de Castilla y León».
La implementación de la tecnología puede traer aparejados riesgos para sus usuarios y sus datos. En evitarlos trabaja Microsoft, codo con codo con otras instituciones. María Comín, responsable de Educación Pública de la compañía, explicó que sus sistemas se sustentan en cuatro pilares: la innovación, la personalización del aprendizaje, la empleabilidad y la privacidad y seguridad, en el que puso el foco principal en su intervención. «Cuando una institución educativa se plantea un sistema de conexión con alumnos o un almacenamiento de información, tiene que saber que nadie va a poder utilizar esos datos, y nosotros desarrollamos soluciones que cubren esa necesidad», aseveró. Asimismo, Microsoft desarrolla sistemas que ayudan a sus clientes a identificar y reducir riesgos de diverso tipo como el fishing o el ciberacoso en contextos o redes privadas, internas y seguras ofrecidas a los centros.
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SMART Technologies lleva más de veinte años desarrollando tecnología con la que intentar ayudar a los docentes en el aula, puesto que para la compañía «siempre ha primado su figura», según indicó Fernando Sanz, su director general para España, Portugal y Latinoamérica.
«Las tecnologías van enfocadas al aumento de sus actividades a través de ellas para intentar incrementar el la atención del aula», aseveró, aunque sin perder de vista una máxima compartida por el resto de asistentes a la jornada: que el capital humano, el profesorado y su capacidad para impactar en los alumnos a través de buenas prácticas, tiene una mayor incidencia en la mejora de los resultados académicos de los alumnos que cualquiera de las herramientas que se pongan a disposición del alumnado y del profesorado.
Una muy en boga en los tiempos actuales es la Inteligencia Artificial, que puede llegar a valer tanto como asistente para el profesorado como para la desinformación o, incluso, hacer trampas. «Es muy complicado controlar la información que no es veraz, pero los profesores intentamos concienciar e informar de lo que son 'fake news' o de aquello que es 'copia-pega' y no respeta los derechos de autor», expuso José Luis Rey, director del CEIP Tierra de Pinares. No obstante, como evidenció María Comín, esta tecnología puede tener también usos positivos, ya que, como convinieron los ponentes, «su correcta utilización amplía las competencias digitales y el pensamiento crítico».
José Luis Rey, director del CEIP Tierra de Pinares, se mostró convencido de las ventajas que tiene la tecnología, pese a recordar la necesidad de alertar a los alumnos y sus familias de que también hay riesgos y a pesar de recordar el esfuerzo que supone para el profesorado trabajar con ellas. «Todo esto requiere de formación, y esta parte de que, a veces, uno de los grandes problemas del profesorado es pensar que no van a poder enfrentarse a su uso», afirmó, convencido, eso sí, del trabajo que sus compañeros de profesión realizan para estar adaptados a las nuevas metodologías de enseñanza.
SMART Technologies lleva décadas integrando la tecnología en las aulas, hasta haber alcanzado una presencia importante, «en 70.000 aulas de España y en dos millones en todo el mundo», cifras ofrecidas por Fernando Sanz, director general de la firma para España, Portugal y Latinoamérica, quien comentó que «Castilla y León fue la primera comunidad que lanzó un concurso de aulas digitales interactivas con un éxito rotundo», con aulas «bien equipadas y que cuentan con herramientas que favorecen la labor que realiza el profesorado y, en último término, el aprendizaje de los alumnos.
Microsoft realizó una auditoría a la protección de datos que realiza, que confirmó que todos los que protege están en la Unión Europea, lo que da «garantía de seguridad» a sus clientes. Sin embargo, para María Comín, «hay que partir de la premisa de '0 trust' y creer que hay riesgos ante los que protegerse», tanto externos como internos, a la hora de poner plataformas en manos de estudiantes o de informaciones referentes a ellos. «Además de desarrollar sistemas de protección, la compañía tecnológica ha desarrollado, por ejemplo, de la mano de INCIBE, guías de buenas prácticas en el uso de las herramientas tecnológicas, así como campañas para concienciar a los estudiantes sobre la necesidad de protegerse ante prácticas ilegales como el 'fishing' o el ciberacoso. Asimismo, ha desarrollado Minecraft Education, una versión del videojuego que ayuda a identificar determinados riesgos sobre la exposición de la información y los datos que son sensibles, como puede serlo su propia imagen o compartir su contacto fuera de su entorno más próximo y conocido, desde edades tempranas.
Óscar Aragón, manager Territorial Norte y Relaciones Institucionales de la Fundación Orange, recalcó en varias ocasiones que la Fundación trabaja en «reducir la brecha digital» en la sociedad, con un foco especial en jóvenes en riesgo de exclusión, un trabajo arduo que comenzó en 2016. «Trabajamos con casi todas las asociaciones de España y podemos decir que estamos obteniendo grandes resultados. Colaboramos mucho con expertos en los colectivos implicados para que nos digan qué necesitan», alegó, de tal modo que pueden tratar de acercarse, a través de este conocimiento, a colmar lo requerido para acortar la problemática. Así, Fundación Orange cuenta con proyectos como Edyta, que ha implementado 23 aulas digitales en asociaciones para formar a estas personas. Asimismo, ha desarrollado otro con personas con TEA, con el que ha desarrollado cortometrajes, videojuegos o incluso una película. «Además, trabajamos en escuelas de segunda oportunidad y centros de formación profesional», explicó, donde busca la fomentar la empleabilidad de los estudiantes a los que estos se dirigen.
El fomento del uso cada vez más extendido de la tecnología en el sistema educativo de Castilla y León no está reñido, a ojos de la Junta, con el mantenimiento de los sistemas tradicionales que tienen al libro como pilar fundamental. Así lo confesó José Miguel Sáez, director general de Centros e Infraestructuras, que afirmó que nunca han querido «hacerlo desaparecer» al entender que es «un apoyo importante al desarrollo del pensamiento crítico». No obstante, Sáez insistió en la importancia de la integración de los centros educativos con fibra óptica, gracias a 22,6 millones procedentes de los fondos europeos, y en el deseo de cambiar el concepto de aula de informática en pos de uno más integral de aula digital. «Queremos implicar a todo el alumnado en el trabajo colaborativo y la elaboración interactiva de los contenidos a implementar» explicó, además de cifrar en 29.000 los portátiles adquiridos por la Consejería de Educación y en 15.000 los paneles digitales instalados en las aulas y de expresar el deseo de que la capacitación digital del profesorado, que hoy alcanza un 80%, continúe incrementándose en pos de la mejora de un sistema cuenta con cada vez más avances tecnológicos.
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