«Luego vendrán los políticos a hacerse la foto con cara de pena. Son todos iguales»

Quienes sí dan sus nombres y apellidos son Eulogio Martínez, Tomás Prieto y Eladio Ángel, vecinos de Santibáñez de Tera, una de las 32 localidades afectadas por las llamas de un devastador fuego que ha abrasado la provincia de Zamora. «Dicen que llegó el fuego hasta las puertas de las casas, también dicen que la casa de Félix se quemó», le comenta Eulogio a Tomás. Se mantienen informados, según explican, «por alguno que quedó en el pueblo y que nos va diciendo».

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Eulogio sigue trabajando como siempre ha hecho en el campo, «no sé hacer otra cosa y hace años que ya estoy jubilado -dice el vecino que no quiere decir su edad- pero sigo pendiente de mis tierras». Rondará los 70 años y asegura, «en mi vida he visto nada igual a esto. Ni al primer incendio de la sierra ni a este último».

Debaten entre ellos y los tres coinciden en la explicación que tiene que en menos de un mes hayan ardido más de 57.000 hectáreas. A su lado, Eladio interrumpe la conversación y nos pregunta«¿Quieres la explicación a lo que ha pasado? No dejan limpiar los montes con el ganado, con las ovejas, entonces la jara crece y tiene resina y eso, una vez que prende, no hay quien lo pare», explica.

Indignado cuenta que, «hay que pedir permiso a la Junta para limpiar hasta tu propio terreno, pero, ¿dónde se ha visto eso? y esos son los que tienen la culpa de lo que ha pasado, bien clarito te lo digo, la Junta de Castilla y León tiene la culpa de lo que ha pasado por dejar abandonados estos montes, esta tierra», apuntala. Y Eulogio y Tomás coinciden con Eladio, que continúa hablando sin tapujos, «luego vienen a hacerse la foto con cara de pena, ¿a qué vienen aquí? Me da igual el Mañueco, el Tudanca o el Marlaska, son todos iguales. Y mucha gente no te lo dirá por miedo, pero todos lo piensan».

«Han faltado medios económicos, personal y voluntad por parte de los políticos, esos van a lo suyo», añade Eulogio quien finaliza diciendo «esto no se ha visto nunca y ya no hay posibilidad de recuperar todo lo que se ha perdido». Eulogio, Tomás y Eladio vuelven a Santibáñez de Tera y solo repiten: «a ver cómo ha quedado todo aquello».