Un matrimonio sufre un grave accidente al huir del incendio de Losacio: «Hay llamas por todas partes»

Durante la partida, el septuagenario, que cumplirá los 80 años el próximo mes de diciembre, se había enterado de la declaración de un incendio en la cercana localidad de Losacio, y los primeros mensajes de un posible desalojo de varios municipios de la comarca, incluido San Martín de Tábara. «Estaba tranquilo, mi tía no tanto», admite Ana María Canas, quien se interesó por sus parientes desde Elorrio (País Vasco) donde reside.

Pocas horas después, el incendio ya conocido prácticamente en toda España, invitó al matrimonio a coger su vehículo y tratar de regresar a Zamora. «Lo único que sabían era que había que desalojar y que el incendio había cambiado de rumbo y venía hacia el pueblo», explica Ana.

La pareja decidió abandonar su segunda residencia en su vehículo particular, sin conocer que el incendio ya no solo tenía un foco, y que a poco menos de dos kilómetros se toparían con uno de los epicentros más salvajes de las llamas.

El humo y las propias llamas provocaron que Santiago perdiese el control y el coche se saliese en una curva con pendiente para terminar en un descampado arado para la siembra, una característica a la postre salvadora.

El conductor, con los airbags accionados y las lunas reventadas por el impacto, y, al parecer solo con contusiones, llamó al 1-1-2, con su mujer mucho más afectada por el impacto. «Estamos atrapados en la carretera ZA-902».

El hecho de que el turismo, un mercedes gris, se frenase en medio del sembrado, sin vegetación cercana, y pese a que el incendio rodeaba la finca, fue milagroso para que Santiago y Natividad fuesen rescatados por una ambulancia dos horas y medias después sin ser alcanzados por las llamas de un fuego que se dirigía sin control a Escober de Tábara.

El matrimonio fue trasladado al hospital de Zamora, con Natividad ingresada en la UCI con problemas graves en un riñón, el hombro y los dos tobillos rotos, una arritmia acentuada por el suceso, problemas en el esternón y el tabique nasal destrozado, a la espera de ser estabilizada para ser operada en Salamanca.

Por su parte, su marido, quien regresó de Francia tras emigrar en búsqueda de trabajo -como muchos otros vecinos de la zona-, ha recibido el alta, eso sí, sin separarse de Natividad, con la que lleva más de 50 años casado y a la que guarda a la espera de poder recuperar el habla con ella.

El accidente de tráfico de San Martín de Tábara provocado por las llamas y el humo no fue el único en esas primeras horas de desalojo por el incendio de Losacio. Eugenio Ratón y su padre Daniel, vecinos de Sesnández de Tábara, también se vieron soprendidos por el fuego, y Eugenio, con quemaduras en el 85% de su cuerpo, permanece con pronóstico reservado en la unidad de quemados del hospital de Getafe.