La red social

Cómo vivir mil mundos en torno a un juego de mesa en Valladolid

El colectivo Juegos Comuneros nació en el seno de la asociación vecinal de La Victoria como una vía para fomentar la participación social en el barrio y atraer a personas que habitualmente no se acercan al movimiento vecinal. «Lo planteamos después de ver que había varias ciudades (como Madrid o Santander) en las que estos grupos funcionan muy bien», explica Javier Sánchez, presidente de Los Comuneros, quien recuerda cómo a la primera sesión ya acudieron cerca de veinte personas. Hoy son 55 jugadores inscritos, en un grupo que está «completamente abierto» a nuevas incorporaciones.«Aquí juegan todos, desde el primer día. Entras en una mesa, se explica cómo es el juego... y a jugar», dice Javier.

Los integrantes más activos y comprometidos tienen contacto entre semana a través de Telegram, donde cuentan con una agenda de citas (allí se apuntan para hacerse una idea de los que acudirán al encuentro de los viernes) y una sala de charla común para proponer juegos y explicar las instrucciones. «Es una forma de venir ya con una idea de a lo que vamos a jugar», cuenta Javier, quien añade que desde este grupo colaboran con el Espacio Joven Sur en la organización de unos encuentros que tienen lugar en torno a San PedroRegalado y las fiestas de Valladolid.

Pero estábamos a punto de conquistar la única estrella del universo que conserva un poco de energía. En esa misión están embarcados Alfonso, José Antonio, Abel e Iván. No parece una tarea complicada, dicen unos tripulantes que ya tienen horas de vuelo en el mundo de los juegos de mesa. Iván Folguera fue uno de los primeros en incorporarse a la aventura comunera. «Yo siempre he jugado a esto. Empecé con los clásicos (Monopoly, Risk...) y siempre me han gustado todos. Tenía partidas con amigos, pero luego pasa lo que pasa. La gente empieza a trabajar, se va a vivir a otros sitios, a veces no encuentras un lugar donde reunirte...Así que este grupo es muy bueno para estar con gente que comparte tu afición».

Y que está al tanto de un mundo que no se limita a tirar dados y mover fichas. «Hay una enorme variedad de juegos de mesa. Y cada vez más», asegura JoséAntonio Sánchez, con cuatro años ya en la asociación.Cuenta que se puede establecer una primera gran clasificación entre los Amerigames y los Eurogames.

«En los primeros, el azar tiene un papel fundamental. En los segundos, lo más importante son las decisiones que tomas, como Azul o Brass». Ya partir de ahí, propuestas infinitas. Hay ferias internacionales donde cada año se presentan nuevos juegos de mesa. No todos triunfan, claro. Al final de cada temporada, son solo seis o siete los que suelen tener más recorrido comercial. Y en este éxito, además de la calidad del juego, importan otros criterios a los que cada vez se da más importancia.«Antes eran más feos, pero ahora se mira que también sean vistosos, bien diseñados, con buenos materiales, cajas grandes...», dice Iván.

«Al final, esto es una industria. Aquí en España quizá no tiene tanto tirón, pero en Alemania genera mucho dinero», cuenta Alfonso Bermejo. «En los países nórdicos hay mucha cultura de los juegos de mesa», explica Miguel García Pérez.«Le cogí el gusto durante un Erasmus en Suecia» y ahora, de regreso a Valladolid, ha encontrado un cobijo para su afición en Juegos Comuneros. Esta tarde comparte partida con Óscar, Luiyi y Fanny. Están a punto de adentrarse en La casa de colina. Betrayal es un juego en el que unos exploradores deberán superar cincuenta desafíos en la misteriosa mansión en la que acaban de entrar.

«Yo me envicié a los juegos de mesas con Munchkin y luego, con los típicos con los que se suele empezar, el Catán o Carcassonne», dice Óscar Esteban, para quien lo mejor de esta afición es que se trata de un «entretenimiento social». Más allá de la pantalla (aunque hay portales para sesiones 'on line'), es posible compartir juegos con otras personas en torno a una mesa. Y las jugadas son una excusa para hablar, bromear... «A veces la partida da un poco igual y lo que importa es lo que sucede alrededor del tablero. Cómo te picas, cómo reaccionas a lo que hace el otro. También mientras juegas muestras mucho de tu personalidad, de cómo eres», reflexiona Fanny Pellitero.

«En realidad, no hay un afán competitivo en el grupo, lo importante es pasárselo bien» y descubrir nuevas propuestas lúdicas. La asociación compra juegos, pero la mayoría son donaciones de las editoriales, que aprovechan estas reuniones de aficionados avezados para probar sus nuevos lanzamientos.En su sede de la calle San Sebastián guardan en torno a sesenta juegos distintos. Otros muchos –aquellos que no tienen excesivo tirón– han acabado en manos particulares o en portales de venta como 'Wallapop'.

«En los juegos de mesa hay un importante mercado de segunda mano», explica Iván. Porque no todos gustan a todos. ¿Y qué tiene que tener un juego de mesa para que sea bueno?Que te enganche, que entretenga, que te haga pasar horas sin que te des cuenta. «Pero para mí, lo más importante es que una vez que hayas terminado la partida, le sigas dando vueltas al juego. Y comentándolo con tus compañeros», dice Luiyi, quien pone como ejemplo Némesis, en el que una tripulación debe sobrevivir en una nave llena de seres hostiles. «Este es un mundo apasionante, a veces desconocido para los 'muggles'», el nombre (extraído de la saga 'Harry Potter') con el que se conoce a aquellos que todavía no han caído rendidos al mundo apasionante y divertido de los juegos de mesa.