«La vida me ha arrebatado a mi hijo y haré lo que sea para poder enterrarle en su país»

Manasés Elá, al que sus amigos conocían cariñosamente como 'Iván', tenía veinte años, había estudiado en el instituto Zorrilla y ahora afrontaba un grado superior de Sistemas de Telecomunicaciones en el Galileo. «Fue un estudiante modelo desde que llegó, soñaba con ir a la Universidad y formarse todo lo que pudiera aquí para poder regresar algún día a nuestro país y ayudar a mejorar las cosas», recuerda apenada su madre, quien recuerda cómo su hijo siempre le decía que «no me preocupara, que pronto iba a poder encontrar un trabajo y sacarnos adelante».

No pudo ser. Un chapuzón en el río cuando intentaba alcanzar un balón que le habían regalado esa misma tarde le costó la vida el sábado. «Era un gran deportista, pero no pudo salir y la vida me ha arrebatado a mi hijo», lamenta Anita antes de anticipar que su intención es repatriar el cuerpo de su hijo para que pueda descansar en Ebebiyín, su localidad natal, de veinte mil habitantes, situada en la frontera de Guinea Ecuatorial con Camerún y Gabón. «Manasés amaba su país, quería volver allí y mi deseo, como hubiera sido el suyo, es que pueda descansar allí y que su tumba pueda ser visitaba por su familia», reitera su madre, quien recuerda cómo Manasés y su hermana pequeña vivieron durante los seis largos años en los que ella estuvo sola en España con una tía, su hermana mayor. Su padre, «por desgracia», recuerda, «nunca ha querido saber nada de ellos».

El cuerpo del joven se encuentra ahora en una funeraria local, donde será embalsamado a la espera de un vuelo, programado inicialmente para el 9 de julio, para repatriar sus restos a Guinea. Pero Anita se ha topado con un muro. «El coste de la repatriación es muy caro –6.500 euros– y ahora mismo no puedo pagarlo todo», lamenta antes de explicar que la renta mínima que recibe desde que perdió su último trabajo está a un mes de concluir y « a día de hoy no tengo nada». De ahí que sus allegados iniciarán el lunes una campaña para intentar buscar donaciones para sufragar los gastos de la repatriación y, si es posible, un billete para que Anita pueda acompañar a su hijo en su triste regreso a casa. «La vida me ha arrebatado a mi hijo, pero él amaba a su país y haré lo que sea para poder enterrarle allí», reitera. El reloj corre ahora en su contra con el 9 de julio, en principio, como fecha límite para recaudar el dinero necesario para abonar el elevado coste de la repatriación.

La madre de Manasés ofrece su número de cuenta en Caja Laboral: ES60 3035 0273 2227 3003 2636 para recibir donaciones (deben indicar el concepto 'ayuda funeral'). «Todo lo que recibamos irá destinado hasta el último céntimo a pagar el funeral de mi hijo», garantiza antes de lamentar que tenga que verse en esta situación.