«Manasés tenía un futuro brillante en Valladolid tras dejar atrás una vida muy dura»

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«Era un buen alumno y un chico majísimo, perfectamente integrado y que se había implicado mucho en la vida del centro desde que comenzó sus estudios», incidió la responsable del centro educativo de Pajarillos antes de ahondar en que «todos estamos profundamente apenas por su muerte en unas circunstancias tan desgraciadas». Manasés Ela Nsue, al que sus amigos conocían cariñosamente como Iván, llegó a Valladolid junto a su hermana pequeña hace cuatro años para reunirse con su madre, afincada en La Rondilla, que ya llevaba aquí seis años hasta que consiguió reunificar a su familia procedente de Guinea Ecuatorial, la excolonia española situada al este de África. «Acabó el grado medio y ahora quería acabar el superior con el objetivo de poder ir a la Universidad», recordó la directora del Galileo, cuya página web y redes sociales lucen ahora crespones negros en su memoria.

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Los mismos crespones penden también de las redes sociales del Club Deportivo La Cistérniga, en el que Iván había jugado su primera temporada en la liga de aficionados. «Le fichamos este año y enseguida nos dimos cuenta de que no solo era un deportista impresionante sino una grandísima persona», relata Carlos, el coordinador del club de fútbol, quien incidió en que «se había integrado perfectamente». Su muerte, concluyó, «ha sido un palo durísimo para nosotros».