Valladolid

Los vecinos del entorno de Findus vuelven a sufrir malos olores

Fuentes de la plataforma de residentes de La Farola señalan que en las últimas jornadas ha sido «insoportable». «No sabemos si vienen por el aire desde la planta, si salen por las alcantarillas cuando el calor aprieta...», apuntan. Ante esta situación, los afectados ya se han puesto en contacto tanto con la compañía de alimentación como con la Junta de Castilla y León para comunicar este episodio, que se está prolongando desde mediados de mes, especialmente en horario nocturno. En principio, el 26 de agosto vencía el plazo dado por la Consejería de Medio Ambiente para que la planta aplicara todas las medidas correctoras impuestas tras las inspecciones de los técnicos autonómicos.

En julio, los portavoces vecinales mantuvieron una reunión con los responsables de la empresa en la que estos les explicaron que tenían un problema con un aireador en una balsa secuestradora de grasas y les dijeron que se arreglaría durante el verano. «Nos avisaron de que iba a oler mucho un par de semanas, ya que tenían que vaciar la balsa en camiones e iba a estar al aire; nos dijeron que pondrían el ambientador ambipur a tope para mitigar todo lo posible las emisiones», explican. Pero el hedor tan solo se notó el 19 de julio, según acotan.

Fue el día 14 de agosto cuando el mal olor comenzó a apretar y desde entonces no ha paradado y «va a más». Según la información facitada por los residentes, Findus les ha trasladado este mismo miércoles que ahora se ha registrado una avería en la depuradora y que ya están trabajando para solucionarla. Se supone que antes del viernes estará arreglada.

Desde que el pasado mes de enero, los vecinos, respaldados por el PSOE municipal, denunciaron una situación que llevaban sufriendo desde 2015, Findus se ha visto obligada a aplicar varias medidas en sus procesos de producción. Entre las más importantes, destaca la apertura de dos balsas para la separación de grasas y la instalación de un depósito hermético para almacenar los fangos, que se envían luego en camión a una planta de reciclaje. Los contenedores de residuos orgánicos se han sustituido por unos estancos y los han trasladado a una zona apartada.

También se ha instalado un sistema denominado Ambipur. Se trata de una tubería que suelta líquido con olor a limón en el aire y que contrarresta los humos que salen de la fábrica durante la elaboración de alimentos. Para completarlo, Findus ha plantado un pantalla de contención con árboles entre la balsa y el barrio de La Farola para mitigar posibles afecciones.

Un episodio similar al que viven los vecinos de los alrededores de la planta de Findus se está dando estos días en Salamanca. La ciudad charra ha vivido este mes de agosto episodios continuos de malos olores.

De vuelta al caso de Valladolid, desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente informan de que son conocedores de este último incidente y subrayan que ya trabajan con la compañía para solucionarlo a la mayor brevedad posible.