Los vecinos del bloque incendiado en Pajarillos: «Era un infierno»

La imagen en el interior de los pasillos, rellanos y portal era más dura, al ver las paredes totalmente ennegrecidas y con varias puertas dañadas por la intensidad de un fuego que aún mantiene el susto en el cuerpo a todos los vecinos de un inmueble de cinco alturas. Precisamente, en uno de esos pisos, en el quinto, se encontraba durmiendo Álvaro Silva, que se despertó al ver el revuelo que se escuchaba en el edificio y que corroboró minutos más tardes al asomarse por una de las ventanas que da a un patio exterior. «Vi cómo salían las llamas desde uno de los bajos», rememora en el exterior del número 10 de la calle Águila este joven antes de que su susto incrementara al abrir la puerta de su habitación.

Y su preocupación aumentó al ver cómo su vivienda estaba completamente llena de humo. «Solo había humo y humo. El incendio fue en el bajo y esto era el quinto piso. Así que no dudé y me puse un trapo en las vías respiratorias. Cogí a mi perro en brazos y decidí abandonar el inmueble. Era un infierno. Estaba todo afectado por las llamas y el denso humo, aunque lo peor era que no sabía el punto exacto del incendio. No sabía si era el bajo, el primero, el segundo...», explica Álvaro Silva antes de tomarse un café en el bar de al lado del portal afectado.

Su trapo en las vías respiratorias evitó que este joven fuera atendido por la amplia dotación de ambulancias que se desplazaron hasta la calle Águila. Una emergencia que obligó a atender de emergencia a 16 personas en la vía pública, derivándo hasta los complejos hospitalarios a otros diez vecinos, todos ellos por intoxicación, aunque ninguno revestía gravedad en el momento del traslado.

Un incendio que afectó a todo el inmueble, pero que se concentró en el interior del bajo A, donde según las hipótesis se establece el origen de las llamas. Según las primeras observaciones del Servicio de Extinción de Incendios y la declaración de los inquilinos de la vivienda, el origen se traslada a una de las habitaciones, donde uno de los menores conectó un calefactor eléctrico. «No sé sabe aún con certeza, pero han apuntado que de ese aparato salía alguna chispa tras enchufarlo», apuntan fuentes policiales.

De ese calefactor, las llamas se hubieran trasladado a otros elementos de la habitación, como la cama o los armarios, lo que terminó de generar las llamas. «Al llegar al edificio, los padres y los tres hijos se encontraban en la calle. Tuvimos que desalojar todos los bajos, pero las complicaciones llegaron con los pisos superiores», destacan los bomberos que acudieron al incendio.

Y es que el humo se extendió por las escaleras del edificio de 24 viviendas, lo que obligó a los Bomberos a rescatar con una escala a cuatro personas que se hallaban en el interior de una de ellas. «Seguramente, abrieron la puerta y el piso se les llenó de humo», detallan los bomberos. Asimismo, otros tres vecinos fueron evacuados con las denominadas capuchas de huida.

El resto de inquilinos pudieron abandonar el inmueble por las escaleras, una vez que las llamas ya estaban apagadas. El humo ha causado daños en el portal del bloque 10 y en varias viviendas, según apuntaron fuentes del servicio municipal de Bomberos, que desplazó hasta la zona catorce efectivos y cinco vehículos de extinción y apoyo.

La alta temperatura registrada en alguna de las viviendas provocó el estallido de cristales, lo que obligó a acordonar la zona.

El 1-1-2 avisó a los Bomberos y la Policía Municipal de Valladolid y al Cuerpo Nacional de Policía. También se alertó al centro coordinador de urgencias de Emergencias Sanitarias-Sacyl, que envió una ambulancia de soporte vital básico. Posteriormente, activó además una UVI móvil y otra ambulancia de soporte vital básico, tras confirmar los organismos que trabajan en el lugar que había varios ocupantes de la vivienda afectados por el humo.

El personal sanitario de Sacyl atendió, finalmente, a 16 personas, de las que diez fueron trasladas a los dos complejos hospitalarios de la ciudad: cuatro mujeres de 58, 55, 42 y 27 años y seis varones de 68, 48, 35, 12, nueve y siete años, quienes fueron evacuados en ambulancias de soporte vital básico.