Los vallisoletanos en el extranjero marcan récord con la marcha de 1.290 personas en 2023

Es la cifra más alta desde 2009, el año en el que el Instituto Nacional de Estadística (INE) comenzó a publicar este tipo de informes. Aquel año, en el inicio de la crisis económica, había 9.625 vallisoletanos en el extranjero. Hoy, quince años después, son el doble. El ritmo de fugas a otros países se acentuó precisamente durante esos años complicados del crack de la burbuja inmobiliaria, cuando Valladolid alcanzó su tasa máxima de paro en la primavera de 2013. Después, la pandemia de la covid frenó estas marchas al extranjero, que se han acentuado durante el año pasado. Salieron 1.290 vallisoletanos, pero también hubo otros que retornaron al país, con lo que, durante 2023, el padrón de residentes en otros países creció en 573 personas en términos absolutos.

Entre los principales países de destino de quienes se marcharon en 2023 están Francia (allí recalaron 139 vallisoletanos), Argentina (98), Reino Unido (96), Estados Unidos (91) y Alemania (90).

Estos datos proceden de los nuevos registros de matrícula en las oficinas consulares españolas, donde se inscriben aquellas personas que gozan de la nacionalidad española y viven de forma habitual fuera de España. No se cuenta aquí, por lo tanto, a aquellos que se han marchado por una corta temporada de estudios, por ejemplo, y mantienen su lugar de empadronamiento en su localidad de origen.

De forma tradicional, Valladolid no ha sido una provincia con un marcado espíritu de emigración internacional. Si comparamos la cifra de vallisoletanos en el extranjero (18.520) con el número total de personas que hoy viven en la provincia (525.017) se obtiene un porcentaje del 3,53%, lo que sitúa a Valladolid como la número 19 de todo el país.

El mapa de la emigración permite ver que son los territorios del noroeste peninsular los que han protagonizado los mayores flujos de emigración. En esa comparación entre migrantes y población residente actual, el mayor porcentaje de salidas se da en la provincia de Orense (38,08%), seguida de Lugo (23,49%) y Pontevedra (16,54%). A continuación se sitúan La Coruña (16,47%) y Asturias (14,1%). Zamora, en sexta posición, es la primera provincia de Castilla y León, con el 13,92% y 23.134 residentes en el extranjero. En términos absolutos, la clasificación regional la lidera León (con 55.362 personas), seguida por Salamanca (35.720). Son estas provincias del oeste, que hoy sufren las mayores sangrías de población, las que presentan un mayor impacto histórico de la emigración.

La lupa del INE permite acercarse todavía más y ver cuáles son los principales municipios de salida. En valores totales, claro, se sitúan en cabeza las localidades más pobladas. En primer lugar, Valladolid (hay 12.046 personas de la capital que viven en otros países), seguido por Medina del Campo (423) y Laguna de Duero (315). En la cuarta posición está la primera de las sorpresas, ya que se sitúa Villalón de Campos (190 residentes en el extranjero), que adelanta a localidades más pobladas como Arroyo o Zaratán. El hecho de que estos sean municipios más rejuvenecidos, con un altísimo porcentaje de población llegado en los últimos años, hace que el flujo migratorio sea menor.

Entre los casos destacados de la provincia están municipios como Castrodeza. El INE dice que hay 88 personas que nacieron en esa localidad y hoy viven más allá de nuestras fronteras (con el 60,27% de la población actual que tiene el pueblo, 146 habitantes empadronados). Otros pueblos que también han vivido de forma intensa la emigración exterior son Cabezón de Valderaduey (hay 35 nacidos allí que viven fuera), Villalán de Campos (23) o Vega de Ruiponce (43).

¿Y dónde viven estos 18.520 vallisoletanos en el extranjero? La principal colonia está en Argentina, un destino habitual de la emigración durante buena parte del siglo XX. Allí viven 2.821 personas que en su día estuvieron inscritas en Valladolid. El libro 'Memorias de un sueño', que analiza la emigración castellana a América recuerda que los movimientos masivos se produjeron fundamentalmente a este continente «entre el último tercio del siglo XIX y hasta finales de la década de los años veinte del siglo XX», con un nuevo repunte durante la Guerra Civil y tras la II Guerra Mundial.

Después de Argentina se coloca Francia (2.438) y ya a más distancia se sitúa Alemania (1.885), Reino Unido (1.459) y Estados Unidos (1.351). Otro país con importante presencia vallisoletana es Chile, con 791. Y también destaca Suiza (784), que vivió un importante movimiento migratorio durante los años 50 y 60 del siglo pasado, al amparo de la industrialización.

La ventaja del idioma hizo que muchos vallisoletanos marcharan también a México (736), Cuba (479) o Venezuela (445). Y destaca también Bélgica, con 507 residentes procedentes de Valladolid. Hay otras zonas de destino más exóticas, como Nueva Zelanda (cuatro vallisoletanos viven allí), Tailandia (nueve), Senegal (nueve) o Pakistán (trece).

De estos 18.520 vallisoletanos en el extranjero, 8.994 son hombres y 9.526 mujeres. Por edades, el grupo más numeroso es el situado entre los 45 y 54 años (en esa horquilla están el 15,8%). Pero el segmento que más ha crecido es el de mayores de 85 años, hasta los 1.217 actuales. Precisamente la edad ofrece una pista para conocer mejor cuándo se produjeron esos fenómenos migratorios.

Aunque los datos disponibles no permiten hacer una traslación directa, la edad media de los residentes en cada país sí que permite aventurar si los distintos países son destinos históricos de migración o más recientes. Por ejemplo, las edades más elevadas se dan en Cuba (el 49,06% de los vallisoletanos que viven allí tienen más de 65 años), seguido de Uruguay (39%) y Argentina (38%). Sin embargo, apenas hay presencia de mayores de 65 años en destinos como Emiratos Árabes Unidos, China, Finlandia, Dinamarca o Noruega, que se dibujan así como países donde las migraciones son más recientes. También es testimonial la presencia de mayores de 65 años en Reino Unido o Irlanda.