El PP de Valladolid no quiere que Génova «imponga» a Mercedes Cantalapiedra como secretaria general

Entre los populares hay, al menos, dos versiones sobre este asunto. A favor y en contra. Los segundos consideran que la presencia de Cantalapiedra en el 'staff' de la formación no conviene ahora. Su trayectoria en el Ayuntamiento, junto a León de la Riva, podría jugar en contra del partido y resucitar mandatos pasados que se dan por amortizados. Se valora la labor de los equipos del exalcalde al frente del Consistorio, sí, porque le han dado al PP cinco mayorías absolutas en la capital desde 1995, pero creen que ha llegado la hora de pasar página.

Que la senadora ocupe un cargo tan relevante, afirman, podría dar munición al PSOE para rescatar episodios conflictivos de la gestión del exregidor y de la propia Cantalapiedra. Y es que los socialistas tiran, en muchas ocasiones, del pasado para justificar y defender su acción de gobierno. Íscar quiere, además, alguien de su total confianza .

Los más nostálgicos con la vieja guardia subrayan, sin embargo, que la experiencia de Cantalapiedra a nivel municipal es un tanto a favor. No están conformes con el trabajo que Pilar del Olmo, en coordinación con el exvicepresidente de la Junta José Antonio de Santiago-Juárez, está desarrollando en el Ayuntamiento. Mercedes Cantalapiedra podría ayudar a reconducirlo, según aseguran. El propio Javier León de la Riva ha dejado claro por escrito y en declaraciones públicas que los populares no son ahora una oposición eficaz para intentar desalojar a Óscar Puente de la Alcaldía.

Muchos están disgustados, además, después de que Del Olmo prescindiera de la que durante años ha sido la secretaria del grupo municipal, una mujer que siempre ha desarrollado un intenso activismo político, especialmente a nivel local. Argumentan que el despido se produjo porque la actual presidenta del PP en el Consistorio sospechaba que esta filtraba a Cantalapiedra los entresijos de la labor del grupo. Ahora esta militante ha sido rescatada en la sede regional. ¿Hay miedo a que la actual senadora le sustituya como candidata en las próximas elecciones municipales dentro de dos años?

La entrevista que El Norte de Castilla le hizo a Cantalapiedra el pasado mes de noviembre levantó ampollas en los despachos de los populares en la Plaza Mayor. En ella, la exedil señalaba que mantenía un marcaje continuo al alcalde y no se cerraba a encabezar la lista en 2023. «Mercedes Cantalapiedra estuvo muy bien en el Ayuntamiento, está muy bien en el Senado y siempre se pondrá a disposición de lo que diga el partido y a disposición de lo que diga nuestro presidente, Pablo Casado. Ahora mismo no me planteo otro futuro que seguir trabajando en el Senado y que, por supuesto, Pablo Casado sea nuestro presidente. Y a partir de ahí se hablará del resto de las cosas», decía a este diario.

Aquellas palabras no sentaron bien al actual equipo municipal. Cuando le han preguntado por la cuestión, Pilar del Olmo se ha encargado de recalcar que León de la Riva perdió las elecciones en 2015 y de defender su tarea. El entorno más cercano a la senadora matiza que Cantalapiedra no tiene entre sus objetivos optar a la Alcaldía. Está muy a gusto con su labor en la Cámara Alta. La pelea cuerpo a cuerpo en el barro local ya la conoce. Pero, cuidado, porque esto no va de deseos, sino de órdenes y oportunidad. La capital vallisoletana es una plaza fundamental en el mapa político regional y Óscar Puente se ha hecho fuerte en el Ayuntamiento.

En el PP hay quien considera que se debe dejar que Del Olmo coja rodaje y adquiera mayor popularidad entre los vecinos, mientras otros acotan que ha sido un experimento fallido y ya abogan por un nombre que pueda plantar cara al que hoy lleva el bastón de mando de la ciudad con bastante comodidad.