Conrado Íscar(Valladolid, 1975) presentó ayer 1.550 avales que apoyaban su candidatura a presidir el PP provincial. En unas semanas, el 6 de marzo, accederá al cargo y designará un nuevo organigrama para el que hay exceso de aspirantes. Y lo que le queda. ... En un año empezará el baile para designar cabezas de lista en el intento del PP por recuperar las plazas electorales perdidas. Íscar, alcalde de Matapozuelos desde 2007 casi por aclamación, habla de reconstruir el partido desde la unidad.
-Más cerca de ser el nuevo presidente provincial del PP. Un paso importante, porque aunque se daba por hecho hace tiempo, hasta ahora no ha podido tomar ninguna decisión sobre el partido.
-Es una decisión de calado, importante, lo primero a nivel personal. Pero lo he analizado mucho, por qué y para qué. El porqué es la situación que conocemos todos. El actual presidente, por estatutos, no puede repetir. Y el para qué. Ha habido muchas personas, muchos afiliados de base, que me han pedido que diera el paso y creo que somos un partido ganador. Somos un partido comprometido y debemos tener una unidad de partido. Es fundamental para volver a recuperar esa confianza que muchos vecinos no nos dieron en las anteriores elecciones. Mi intención, y se reflejará el día del congreso provincial, es buscar esa unidad y voy a dejarme la piel en ello.
-Una unidad real pero con un objetivo que es recuperar mucho de lo que se perdió. En el PP se repite el discurso de que en las nacionales de noviembre se volvió a ganar en Castilla y León, pero lo cierto es que en las municipales y autonómica no.
-Totalmente de acuerdo. Es algo que sucedió no solo en Valladolid, sino en todo el territorio. Y mi propuesta de partido está clara, volver a ser un partido de gobierno. No hay otra alternativa. Trabajar y profundizar aún más en una sociedad cambiante. Porque todo ha cambiado, no en este mandato, sino en el día a día. Nadie se imaginaba estar viviendo esta situación y ha pasado un año. Y debemos volver a ser lo que somos, un partido de gobierno que tiene que volver a ese mensaje que por muchos motivos no ha calado en la sociedad. Se ha producido un rechazo, una falta de confianza por situaciones que han acontecido y esa es la idea.
-Figuraba en el organigrama provincial y se daba por hecho su candidatura pero hasta ahora al frente estaba Jesús Julio Carnero. ¿Ha sentido que tenía las manos atadas o ha mantenido una relación de poder decir qué había que hacer en cada territorio?
-Cuando se celebró el anterior congreso, el actual presidente confió en muchas personas, y entre otras, en mí. He desempeñado esa labor de Acción Electoral, que supone mucho para un partido político. Y con esas personas que formaban parte del equipo de gobierno del PP, siempre he expresado lo que he entendido que debíamos hacer. He transmitido lo que a mí me transmitían los compañeros y afiliados. Nunca me he visto con las manos atadas. Me debo a mis presidentes. En la actualidad tengo tres presidentes y siempre he correspondido a esa lealtad. Pero donde tenemos que debatir cuantas cosas sean necesarias es dentro de los órganos del partido. Admiro y respeto la labor que ha hecho Jesús Julio y ahora hay un antes y después. Hay una nueva etapa, ya no solo por el cambio de presidente, sino porque es evidente que la vida nos ha cambiado a todos y hay que dar respuesta a esas necesidades.
-Dicen que su relación con Génova es especialmente buena. No fue así como acabó la de Jesús Julio Carnero.
-Es algo que intentaré, mi intención es que la comunicación sea muy fluida y cercana con todos. Una vez que hay procesos democráticos y se cierran, hay que estar unidos y trabajar. Tengo una relación fluida con Génova, también a nivel regional, y con Jesús Julio hay una amistad.
-Pero Génova tiene claro que hay cosas que quiere cambiar. Y eso lo ha hecho valer desde el mismo nombramiento de Borja García Carvajal como gerente. Que hay que recordar que perdió las primarias aquí contra Jesús Julio.
-Está claro que hay una nueva dirección. Pero el PP es un partido cercano, que mira a los ojos a las personas y se va adaptando a las circunstancias. Había una persona que se por edad se jubilaba y la decisión que ha tomado Génova es colocar una persona muy válida, que tiene un reto importante en la situación que estamos viendo. Y estoy seguro de que su profesionalidad y su bagaje van a aportar mucho al PP de Castilla y León. Ante esa decisión lo único que hago es aprobarla y, tanto como afiliado como si llego a ser presidente, luchar con él codo con codo.
«Si Fernández Mañueco ha decidido contar con Pedro Viñarás en el grupo parlamentario, entiendo que es porque se trata de una persona de suma confianza»
-Decía que se ha jubilado -Pedro Viñarás, ex gerente-, pero lo cierto es que pactó un finiquito y luego se incorporó como contratado al Grupo Parlamentario en las Cortes de Castilla y León, lo que ha motivado el enfado de Génova.
-Hasta donde sé también es una persona con un bagaje y unos resultados electorales y llegó a un acuerdo con quien compete, que es Génova, para una indemnización a la hora de su jubilación. Y ahora conocíamos que dentro de las libres designaciones del grupo, el presidente Alfonso Fernández Mañueco, ha decidido que quería contar con él.
-¿Y eso qué le parece? Porque Madrid le ha abierto expediente, tanto a Fernández Mañueco como al portavoz en las Cortes, Raúl de la Hoz, para que expliquen por qué le han contratado.
-Son decisiones que competen a los presidentes. Cualquiera puede cuestionar los puestos de libre designación que tenemos la responsabilidad de contratar dentro de lo que se nos asigna a cada administración, y si es una decisión que ha tomado el presidente entiendo que es porque es una persona de suma confianza. Y ahora estamos en el momento de que se resuelva ese expediente, y si se ha incurrido en algo que no está dentro de los estatutos, entiendo que Génova actuará al respecto.
-Esos expedientes tienen un poco de trampa. Porque se resuelven cuando se quiere. Así se tiene la espada de Damocles sobre la cabeza del presunto infractor. Y antes de los congresos.
-Conozco el partido, los estatutos, y en lo que he conocido creo que internamente es un partido ejemplar. Ya me gustaría que otros partidos aplicasen esa ejemplaridad. Hemos visto casos recientemente con la vacuna. Y una vez que se analice la situación se tomarán las medidas que corresponda si se ha obrado bien o no.
-Los congresos provinciales llevan aparejadas tensiones. Hay un puesto muy anhelado, que es el de secretario general. ¿Tiene la decisión tomada?
-Mi intención es unir al partido. Estoy convencido de que hay diferentes sensibilidades, y es bueno y constructivo. En su momento, el día del congreso, 6 de marzo, comunicaré cuál es mi organigrama. Tengo en mi cabeza el organigrama que quiero. Entiendo que se pueden suscitar muchas quinielas, pero pido tranquilidad. Cualquier afiliado está en su derecho de ostentar cualquier cargo en ese organigrama.
-Se lo digo de otra manera. ¿Tenía en su cabeza que fuera una mujer?
-Me consta que ha habido muchas quinielas y que habrá más de aquí al 6 de marzo. Puedo decir que es fundamental mantener un equilibrio entre la capital y la provincia. Se ha hecho históricamente. El 50% de afiliados es de la capital y el 50%, de la provincia. Y si hay una persona, y lo he demostrado, que defiende a la mujer en cualquier ámbito de la vida, soy yo. Eso no quiere decir que el número 2, o el 4, o el 28, sea una mujer. Esa defensa la he tenido siempre. Cuando se hizo la presentación de candidatos, y eso era competencia mía, aumentamos de forma bastante importante el número de mujeres. Y es clave que la mujer cada vez más esté presente en la política y en cualquier órgano de dirección.
-Habla de unión, de integrar corrientes. ¿Cuántas hay? ¿Lo ve tan complicado?
-No me gustaría hablar de corrientes, familias… Hay diferentes sensibilidades, es obvio, y si dijera lo contrario, miento, que cuando se produce un proceso como el que vivimos en el anterior congreso se generan ciertos desencantos, desuniones. Lo importante, y ya se está haciendo en los congresos que se han celebrado, es buscar listas de unidad. Fácil no va a ser, como cualquier tipo de negociación. Es cierto que todos tenemos que entender que debemos ser generosos. Lo que no puede ser en una negociación es que toda la carga en la negociación sea para mí y que en las otras partes no haya nada. Es difícil, pero no imposible.
«El día 6 será la elección y el día 8 tendré mi primera reunión. Mi prioridad será recuperar la confianza de los vecinos de la capital»
-Tienen un problema, que es la capital. No se sabe si la oposición que está será la que opte a desbancar a Óscar Puente. Se habla de Mercedes Cantalapiedra, Pilar del Olmo se ofreció públicamente el otro día «para aportar»…
-Hagamos un análisis y no solo en clave Valladolid, sino regional. En este momento, según decidió Génova, y se tomó la decisión con el consenso del resto de las organizaciones, Pilar del Olmo fue la candidata. Es un reto, pero no solo en la capital, que no deja de ser el corazón de Castilla y León. Pero no llegamos a calar en la sociedad y es algo en lo que hay que trabajar. Es una cuestión de organigrama. Estamos muy centrados en quién tiene que ser la persona, pero ahora mismo estamos a mitad de legislatura y tenemos que trabajar en este mandato, lanzar el mensaje de hacia dónde queremos llevar Valladolid y que la gente crea en nuestro proyecto. Ahora mismo nuestra portavoz en el Ayuntamiento es Pilar del Olmo y ya llegará el momento, no solo en Valladolid, de tomar esas decisiones. Pero está claro que es una decisión que debe tomar la Ejecutiva nacional.
-En el anterior mandato de Puente la oposición se centró en el soterramiento. Renovado Puente, ahora estamos con la movilidad. ¿Le parece la oposición idónea?
-Hay una forma de trabajo, y dentro de esa unidad a la que me refiero, en la que hay grupos. Por un lado el municipal, por otro el provincial… Y cada administración tiene unas necesidades. En este caso sí que es una realidad que a mí me han parado por la calle señores de a pie, y varias veces, para quejarse. Y como usuario, como persona que diariamente viene a Valladolid, hay recorridos que hacíamos antes en diez minutos y ahora nos llevan treinta. Es una realidad. Es una ciudad que es una maravilla, porque lo tiene todo, y hablo con compañeros de otras ciudades y hemos provocado que una ciudad que no tenía problemas de tráfico a día de hoy sí los tenga.
-La gran obsesión de Puente, dicen, es gobernar con mayoría absoluta. Sería un modo de emular a Rodríguez Bolaños y León de la Riva. Para evitarlo, ustedes deberían tener un candidato claro y firme a la vuelta de un año, a más tardar.
-Lo que puedo decir es que el congreso será el día 6 y la primera reunión que mantendré como presidente, si lo soy, será el día 8. Y mi prioridad será recuperar esa confianza que han perdido muchos vecinos de la capital. También de la provincia, claro, pero haré un esfuerzo por escuchar, mirar a los ojos a los vecinos y saber sus necesidades, que no son las mismas. Que han cambiado para todos. En esa línea vamos a trabajar.
-Pero para dentro de un año, porque los tiempos políticos son así, hay que tener las caras muy claras. En muchos sitios, también en la provincia, en municipios en los que se han quedado sin gobernar.
-Me consta esa preocupación. Es un objetivo y se está demostrando que en la medida de lo posible se va a definir y acelerar todos esos procesos porque hablamos de una capital, pero incluso del pueblo más pequeño. Debemos empezar a trabajar, no podemos esperar a que queden tres meses para definir quién es la persona que tenga que representarnos en la capital o en Aguasal.
«Solo hay dos partidos de gobierno, PSOE y PP. Vox, pese a que mucha gente busca que sea nuestro adversario, no lo es»
-En la provincia no hay tanta presencia de Vox o Ciudadanos, en cuanto a candidaturas, pero ¿le preocupa que puedan empezar a extenderse?
-Es una realidad que el tablero político ha cambiado mucho. Tengo claro que solo hay dos partidos de gobierno, el PSOE y el PP. Vox, pese a que mucha gente busca que sea nuestro adversario, no lo es. Nosotros somos partido de gobierno, aunque estemos en la oposición ahora mismo. Somos los únicos capaces de velar por esas necesidades que tienen los vecinos, esa lucha de la economía, de la concordia, la confianza y velar por la salud.
-Este es el primer congreso provincial en la comunidad y se supone que es el tranquilo dentro de Castilla y León. ¿Qué espera ver en estos congresos?
-Estoy seguro de que se va a llegar a esa unidad. A nivel regional y nacional está habiendo un entendimiento para trabajar en esa línea. Lo que sí es cierto es que Génova se ha abierto para todo el mundo. Es muy cercana. Está empezando desde abajo hacia arriba. Hay muchas reuniones, que tuvieron que dejar de ser presenciales, en las que se ha dado mucha participación al municipalismo. Se le está defendiendo, escuchando y entendiendo. Y eso se valora. Que un alcalde pudiera ir a una reunión a Génova es algo que era impensable. Es algo que nos hace grande, somos un partido de puerta ancha y nos va a hacer reforzarnos como partido.
-Pero Alfonso Fernández Mañueco parece estar algo nervioso. Su relación con Génova no es tan fluida. La apertura del expediente, por ejemplo… Hay tiras y aflojas.
-Hay que tener en cuenta el contexto. La situación es muy difícil, muchos medios de comunicación recogían ese enfrentamiento entre Ayuso y Feijóo, por ejemplo. En este caso a Alfonso Fernández Mañueco le he tocado afrontar ser el presidente de la pandemia. Es una situación complicada, los territorios no tienen nada que ver demográficamente, los índices van cambiando, las medidas que hay que tomar son difíciles… Este tipo de diferentes sensibilidades hay que hablarlas dentro del partido, pero esto es un ejemplo. Ahora se van a iniciar tres congresos en los que Fernández Mañueco ha dado su aprobación.
-Hablaba de Madrid. Una comunidad que por momentos parece gobernar a la contra. Contra el Gobierno central, contra comunidades que son como ella (PP-Cs)…
-Madrid es diferente. Poder comparar la situación de Castilla y León con las medidas por la situación de pandemia, es que no tiene nada que ver. Madrid ha demostrado, y se puso en duda, durante la pandemia, que ha sido un referente. Comparto y aplaudo las medidas, que son las mismas. El Gobierno de España no ha querido saber nada. Toda esta legislatura no ha habido más que pandemia y las medidas que debía tomar el Gobierno no las ha tomado, las ha delegado en las comunidades, pero al mismo tiempo no les ha dado herramientas para adoptarlas. Son medidas que cambian. Este fin de semana mi localidad, Matapozuelos, era una de las afectadas por las nuevas medidas. En once meses apenas hemos tenido casos, pero todo cambia. Y en este caso las políticas que se están llevando en las diferentes comunidades autónomas gobernadas por el PP son las mismas, pero tienen que variar o tener una horquilla de flexibilidad.
«Para cualquiera es incomprensible que no se pueda reunir una familia y sí se pueda celebrar un mítin»
-Hay elecciones en Cataluña, a pesar de la pandemia, con mítines y demás parafernalia.
-El PP ha solicitado que se aplazaran, pero van a ser el 14 de febrero. La gravedad, dentro de que se celebren o no, es que para cualquier persona es incomprensible que no se pueda reunir una familia en una casa y que se pueda celebrar un mítin. Y ya no digo a personas que han tenido fallecimientos dentro de su familia. Desde el PP se han intentado posponer. Está claro que es una estrategia dentro del Gobierno de Sánchez y del independentismo, porque les interesa que esas elecciones se celebren lo antes posible.
-Es que una cosa es el mundo político y otra el mundo real.
-Totalmente de acuerdo. Muchas personas me han manifestado cosas que no se han entendido. Que se pueda celebrar un partido de baloncesto o balonmano en un recinto cerrado y no se pueda en un recinto abierto. Es verdad que la sociedad ha pedido un poco de sentido común.
-Se está hablando mucho de la posibilidad de que Vox sobrepase al PP y a Cs en Cataluña. ¿Qué esperan? Porque los reveses electorales, en un proyecto en construcción como el de Pablo Casado, siempre hacen daño.
-Tenemos un gran candidato, Alejandro Fernández. Todos conocemos la situación en Cataluña, el efecto Illa… ¿Cómo se pueden anteponer unas elecciones a una pandemia? Eso dice mucho de este Gobierno que tenemos en España. Dicho esto, las encuestas son encuestas y lo que cuenta es lo que se vote el día 14. Se está haciendo un gran trabajo en el PP en Cataluña y se ha demostrado en el Congreso el otro día que los extremos se unen. La clave va a estar en la participación, la gente está preocupada, con miedo de que se garanticen las medidas de seguridad para poder votar. Y vamos a seguir luchando por romper con esa situación que se vive en Cataluña. Pablo Casado ha viajado casi todas las semanas a Cataluña, Alejandro Fernández lleva mucho tiempo trabajando y vamos a luchar por que no se repita ese Gobierno de Frankestein en pequeñito. Y todo apunta a que el PSC tiene intención de gobernar con esos partidos que quieren seguir fomentando el independentismo y que tienen líderes en la cárcel.
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