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Varias personas cruzan un paso de cebra en la calle San Ildefonso. Carlos Espeso

Valladolid ganó 750 vecinos a costa de la población llegada desde otras provincias de la comunidad

Durante el año pasado, 1.585 personas se marcharon a vivir a Madrid, pero el flujo de retornos desde la capital se sitúa en 1.470

Víctor Vela

Valladolid

Viernes, 22 de diciembre 2023, 00:04

Valladolid insistió durante el año 2022 en su carácter de aspirador demográfico respecto el resto de la comunidad al sumar a su padrón 750 personas gracias a la diferencia entre quienes vinieron a vivir aquí desde las otras ocho provincias de la región (3.311) ... y las que salieron a otros territorios de la autonomía (2.681).

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La movilidad laboral, las bolsas de trabajo de los trabajadores públicos y las oportunidades de empleo están detrás de estos flujos interprovinciales, publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que, con estos datos, termina de dibujar la estampa demográfica de Valladolid durante el año 2022.

El pasado ejercicio, la provincia creció en 2.778 habitantes, hasta alcanzar una población de 521.334 personas. ¿A qué se deben estos datos positivos? Es verdad que murieron más (5.450) de los que nacieron (3.152). Pero desde el extranjero llegaron más de los que se fueron (7.652 frente a 2.727) y también hubo más aportes al padrón desde otras provincias (8.431) que bajas (7.929). En total, las cifras de población en Valladolid también crecieron gracias a un saldo migratorio interior positivo: 502 personas.

En este dato final, un factor clave es el papel que juega Valladolid como motor (incluso demográfico) de la comunidad. Zamora es la provincia que con más ahínco contribuye a engordar el padrón vallisoletano, con 156 personas (la diferencia entre las 573 que vinieron desde Zamora y las 417 que se marcharon desde Valladolid a vivir a esa provincia). En esos aportes absolutos le siguen Segovia (133), Palencia (121) y Salamanca (118). A continuación se sitúan Ávila (99) y Burgos (98). Dos provincias sin conexión con autovía entre las capitales son las que presentan menores aportes, León (31) y Soria (la única con valores negativos, -6).

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Este saldo entre provincias es también positivo con otros territorios del país, como Almería, Badajoz o Toledo. Los números rojos empiezan a llegar cuando Valladolid se compara con otras ciudades de mayor tamaño. En estos casos, la capital del Pisuerga casi siempre sale perdiendo, ya que la balanza suele caer hacia la ciudad de destino. Así, se va más gente de la que llega de Barcelona (saldo negativo de 11), Valencia (-62) o Zaragoza (-4). También restan población a Valladolid varios destinos costeros, como Canarias (-60), Asturias (-48) o Cantabria (-31).

Pero los mayores trasvases se producen con Madrid. Durante el año 2022, hubo 1.585 personas que se marcharon a vivir a la capital de España. A un ritmo de 4,3 personas cada día. Pero, y este pero es importante, también fue muy destacado el camino inverso, el de personas que hasta entonces vivía en Madrid y que durante 2022 se mudaron a Valladolid. Fueron 1.470. Así, Valladolid todavía presenta números rojos con respecto a Madrid (una pérdida de 115 habitantes en el padrón), pero no es tan destacada como en años pasados, sobre todo los inmediatamente posteriores a la crisis de 2008.

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El INE ha estrenado ahora una nueva metodología para medir las migraciones entre provincias, así que las comparaciones con respecto a otros años no es exacta, pero sí que puede servir la tendencia. La mayor diferencia entre los que se marchaban a Madrid y los que venían desde allí se registró en 2013 (el año en el que Valladolid, y el conjunto de España registró la tasa de paro más alta de este siglo XXI).

Desde ese momento, la diferencia ha bajado, sobre todo a partir de 2018 (y reforzado por la pandemia) cuando cada vez era más significativo el trasvase desde Madrid a Valladolid. Todavía estamos en el debe en esta comparación, pero esa tendencia es clara. Así lo atestiguan desde la Asociación de Usuarios del Ave, que reclaman mejores conexiones y tarifas para favorecer que las personas que trabajan en Madrid puedan vivir en Valladolid sin necesidad de mudarse o que madrileños que escapan de los altos alquileres encuentren un nido en Valladolid. El teletrabajo y esa conexión por alta velocidad ayudan a estos fenómenos.

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Si nos fijamos por edades, hay dos tramos que concentran la movilidad entre provincias. El primero es el de los que están situados entre los 35 y los 44 años (un saldo positivo de 194 personas) y está también el de los 25 a 34 años (84 personas). A estos se suman, y es el más numeroso, el segmento de los menores de 15 años (234 personas), lo que apunta a que la movilidad implica sobre todo a familias jóvenes con hijos.

Las cifras ofrecidas este jueves por el INE permiten atender a otra realidad: la de aquellas personas que se han mudado a vivir a otro municipio dentro de la misma provincia. Este dato es más conflictivo, ya que no dibuja por completo la realidad (deja fuera de la estadística a casi 13.000 personas), pero sí que apunta a que, durante el año pasado, hubo 8.345 que cambiaron de residencia entre localidades de Valladolid.

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Los municipios del alfoz (con toda probabilidad con vecinos que salieron de la capital) son lo que más aporte reciben en este campo. Así, Arroyo aumenta su padrón en 310 personas (por la diferencia entre los que vienen y se van a otros municipios de la provincia). Le siguen Tudela de Duero (101), Aldeamayor (64), Viana de Cega (59), Simancas (49), Cigales (34) y Traspinedo (33). Las dos mayores pérdidas se dan en la capital (-67) y especialmente Medina del Campo (-148).

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