Curioseando por Valladolid

La última huella de la ocupación napoleónica está en una iglesia de Valladolid

Es allí donde se alberga el último escudo de la ocupación napoleónica en España. Y es que, este detalle es de suma importancia, pues esta heráldica posiblemente sea el único símbolo existente del rey José I, hermano de Napoleón, que reinó tras la invasión francesa de 1808-1813. Lo cierto es que el reinado del hermano de Napoleón como José I de España fue muy breve, de apenas un lustro. Este dejó testimonios materiales tales como monedas o documentos oficiales. Sin embargo, que este escudo de armas del francés haya sobrevivido con el paso de los años, es un testimonio excepcional.

Este nuevo sistema heráldico fue promovido, o mejor dicho impuesto, por el emperador galo. Es entonces cuando se rompe con el que se mantuvo hasta su llegada al poder, heredado de la época medieval. Para lograr consolidar y extender este nuevo sistema, Napoleón creó el Consejo del Sello de los Títulos fundado en 1808. Por aquel entonces el organismo era el encargado de diseñar los escudos que posteriormente debían ser aprobados en persona por el propio emperador.

El escudo de José I que esta a la vista de todos los viandantes de Valladolid lo recuerda como rey de España y de las Indias, territorios que están claramente representados en la heráldica con viejas armas de los reinos de Castilla, León, Aragón, Navarra y Granada, además de un sexto referido a las Indias. Además, aparece rematado con dos detalles que, por falta de color, no se aprecian con claridad en la fachada de San Benito. Un escusón azur y el águila imperial de oro, que se presentan como seña dinástica que indica su pertenencia a la familia de Napoleón.

El escudo de José I Bonaparte que campea en la portada se realizó durante la ocupación francesa y primera exclaustración de los monjes. Esta insignia se puso en lugar del escudo real que se ubicaba en la fachada de San Benito anteriormente. Se trata de un escudo plano, cubierto de yeso que permaneció en esas condiciones hasta 2001, cuando fue restaurado el pórtico.

En agosto de 1996 se procedió a la retirada del tablón, con la esperanza de encontrar bajo él el relieve de los benedictinos tal y como aparecía retratado en un grabado o dibujo del siglo XVIII. De allí solo se encontró la superficie plana de yeso, sin ningún tipo de relieve, que ocultaba ese escudo de José I. Es así como se ha convertido en la única heráldica que se ha logrado recuperar de un edificio público y que se corresponde con las monedas emitidas en aquel tiempo.