El túnel de Panaderos se abrirá al tráfico en enero para iniciar la obra de Labradores

De momento, en la primera calle, se sigue avanzando en la recolocación de las redes de suministro. El desvío de las tuberías de gas está prácticamente concluido y un equipo de saneamiento está a la espera para mover el colector que discurre por el subsuelo de esta vía. Mientras, en la calle Nogal, otro grupo de trabajo se afana en una enorme zanja para reubicar la malla de conducciones que transportan las aguas sucias. Cuando se concluya la reordenación de esta madeja de tuberías, arrancará la construcción de la rampa que meterá a los coches en el túnel.

Esta se iniciará, según contempla el proyecto, a la altura de la calle Loza. A la derecha de este tramo, mirando desde Caño Argales, se habilitará una acera peatonal, que los viandantes tendrán que compartir con los vehículos de los vados de los números pares. A la izquierda, se crea un carril en superficie para el tráfico rodado que desemboca en la calle Estación y en el que se permitirá el giro a izquierda y derecha. En esta misma margen, se urbaniza una acera junto al lineal de edificios.

El túnel tiene otra entrada por la calle Estación, una boca que ya está completamente excavada y que conectará bajo tierra con el canal de Panaderos para confluir en dos carriles bajo las vías en su recorrido hacia el barrio de Delicias.

Es este punto y en la margen de la avenida de Segovia donde ahora la actividad es más intensa. Desde hace ya tres meses, la adjudicataria ha puesto en marcha turnos de noche para no perder tiempo y evitar también posibles accidentes al estar cerca las vías y ser necesario que no haya carga eléctrica, según explica el concejal de Planeamiento Urbanístico, Manuel Saravia.

La programación en esta margen, en la que ya se aprecian tanto la estructura del subterráneo para coches como la del gran paso peatonal, contempla que este mismo fin de semana se retiren los apeos de las vías del túnel de Panaderos y se empieza a montar la sujeciones del canal para los viandantes, que tendrá una anchura de entre doce y catorce metros. Será en septiembre cuando los operarios aborden la operación de hincado del cajón de hormigón bajo las vías del tren.

A partir de ese momento, el panorama se despejará. Aunque aún habrá que abordar la reubicación de colectores de agua en la zona próxima a los antiguos talleres de Renfe, Marco Infraestructuras podrá comenzar a urbanizar ese paso-plaza destinado a peatones y ciclistas. Así, la previsión es que antes de marzo ambos canales –túnel rodado de Panaderos y paso peatonal– estén completamente operativos.

Quedará entonces pendiente el de Labradores. La dirección de la obra decidirá en septiembre si se aprovecha el actual hueco, que se ampliaría tanto a lo ancho –con dos carriles dirección centro– como en altura para que tenga un gálibo suficiente para el paso de vehículos más altos, o se opta por abrir un espacio de nueva factura. Ambas soluciones están sobre la mesa.