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Tres minutos para reducir el rechazo entre los escolares«En páginas, la tesis ocupa más de quinientas páginas y está hecha con un compendio de publicaciones de artículos científicos». Es el resumen que Paula Molinero hace -en cantidad- de su estudio. Una suma de páginas y de investigación que tuvo que defender en apenas tres minutos. «Elegí lo más importante y sobre todo lo que al público le puede llegar, que se queden con la esencia. Con una orientación más divulgativa», explica. Y lo hizo a la perfección. Ella y su investigación fueron las ganadoras del último concurso 3MT, tanto a nivel provincial como autonómico.
Bajo el nombre de 'Lo esencial es invisible a los ojos', la doctora en el programa de investigación transdisciplinar de la Universidad de Valladolid desgranó las claves de su tesis en 180 segundos. «Estudiamos un fenómeno muy sutil y complejo como es el rechazo entre iguales en Educación Infantil. Los niños que no están aceptados en el aula, conocer los motivos y hacer programas para ayudarles a integrarse en clase».
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Para realizar su estudio, hizo entrevistas a más de dos mil niños y niñas de diferentes colegios públicos y concertados de la capital y de la provincia de Valladolid. «Les hemos preguntado, a través de un juego, quiénes son sus mejores amigos y por qué, y al revés, quiénes no son sus amigos». En base a sus respuestas, han podido argumentar 20 categorías por las que los pequeños no aceptan a sus compañeros y las 14 más habituales por las que sí. «Sobre todo se rechaza por agresividad, conductas inmaduras o molestas, mientras que aceptan a sus compañeros por afinidades, gustos compartidos y preferencias de amistad», explica la doctora.
Los primeros resultados han sido claros. El 11,5% de los alumnos de Infantil son rechazados por sus compañeros. En los ciclos más altos, la horquilla está entre un 10% y un 15%. «Es una de las razones por las que se escogió Infantil, porque es la base. Eliminar esta situación en cursos superiores es más difícil porque ya está muy cronificado, pero se puede prevenir y trabajar para pararlo cuanto antes». El avance en la investigación también le ha permitido a Molinero identificar varios tipos de estatus sociométricos en un aula. «Los tipos de niño que podemos encontrar en clase». Aquí han diferenciado la categoría de los preferidos, los más apreciados por sus compañeros; los del medio, quienes se llevan bien con los demás y tienen algunos amigos; los ignorados, pasan desapercibidos para el grupo, no siendo nominados ni positiva ni negativamente; los controvertidos, quienes tienen un número significativo de nominaciones de preferencia, pero también de rechazo, y los rechazados, estudiantes que, por diversos motivos, no encajan en el grupo y son pasiva o activamente rechazados por sus iguales.
«También han hecho una labor de victimización, donde tenían que expresar cómo se perciben dentro de clase y otro juego sobre el autoestima. Los profesores nos ayudaron con nociones sobre cómo ven a su alumnado en conductas sociales, situaciones problemáticas que pueden encontrar en el aula o qué alumnado les preocupa más», explica la doctora.
Con los datos sobre la mesa han comenzado a implantar un programa de intervención en competencia socioemocional en once colegios de la provincia. «En clase trabajan con un cuaderno con 35 actividades, un cronograma para aplicarlas, flexible para los profesores, una ficha descriptiva de cada una y materiales complementarios, tanto en una web asociada como de forma física», relata. Junto a esto, los docentes también cuentan con otro cuaderno para hacer un seguimiento de sus alumnos y donde también apuntan aspectos a mejorar que luego se implementan en el programa.
Y los primeros resultados ya se empiezan a notar. «Se ha mejorado el autoestima y se ha reducido la agresividad. El porcentaje de alumnado rechazado en el aula ha pasado a ser el 7% -antes era el 11,5%-. Es prometedor, pero hay que luchar para reducirlo más. Continuar con más centros, más variables a estudiar y que el proyecto sea más efectivo». Paula Molinero estudió Educación Infantil en la UVA y después estudió un máster en investigación aplicado a la educación, lo que la llevó a estudiar el rechazo entre iguales -desde el Trabajo Final de Grado-. Después, siguió con el doctorado para profundizar en el tema, junto con sus directores de la tesis, Jorge Martín Antón y Miguel Ángel Carbonero, y el apoyo de Inés Monjas.
El estudio del rechazo entre iguales se originó gracias a un grupo interuniversitario de cuatro universidades de España (Universitat Jaume I, Universitat de Illes Balears, Universidad de Sevilla y Universidad de Valladolid), el GREI, que nació para estudiar este tema en contextos educativos y de la mano del departamento de Psicología de la Universidad de Valladolid y del GIR. «El Grupo de Investigación Reconocido de psicología de la educación, desde donde empezamos a no solo a estudiar en las etapas superiores de la educación, sino también desde la base, desde Infantil». Ahora, la doctora prosigue sus estudios con el grado en Psicología, que ya ha aprobado a falta de dos asignaturas. «Quiero mezclar la psicología con la educación y la investigación», finaliza.
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