Un turismo accede al túnel de Labradores por el carril abierto en sentido al centro. Arriba, a la izquierda, retenciones a la misma hora en Arco de Ladrillo. J. Sanz

Valladolid

El tímido uso del túnel de Labradores no reduce los atascos en Arco de Ladrillo

Los operarios trabajan a destajo para urbanizar las aceras de la calle y recuperar la normalidad en la salida del subterráneo

J. Sanz

Valladolid

Jueves, 19 de diciembre 2024, 19:21

Poco más de medio centenar de coches y autobuses han pasado este jueves por el recién abierto carril (solo uno) del remozado túnel de Labradores en plena hora punta de la mañana, entre las nueve y las diez, al día siguiente de que la ciudad ... recuperará para el uso este paso fundamental para la movilidad entre Delicias (y el sur de la capital) y el centro urbano. El aún tímido uso del subterráneo apenas ha tenido incidencia en los atascos que desde finales de mayo se suceden a diario, y prácticamente en cualquier momento de la jornada, en el maltrecho viaducto de Arco de Ladrillo.

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Las retenciones, en este sentido, han sido las mismas a primera hora de la mañana de este jueves de cada día desde hace siete meses en los dos carriles, uno en cada sentido, que permanecen abiertos en el paso elevado sobre las vías que sirve de entrada y salida de la ciudad desde y hacia la carretera de Madrid. Allí las colas, a las 9:00 horas, se han seguido formando en los dos sentidos, aunque con una mayor incidencia, como es habitual, en el carril de entrada desde el paseo del Arco de Ladrillo.

Mientras, a un kilómetro escaso de allí, en el túnel de Labradores, apenas se juntaban dos o tres coches, y algún autobús -se han recuperado los recorridos de las cuatro líneas habituales (6, 9, 13 y 14) que llevaban ocho meses desviadas por su cierre-, para pasar bajo las vías desde la avenida de Segovia (Delicias) hacia la calle Labradores y el centro.

Los operarios rematan el adoquinado de la acera del lado de los números impares en la calle Labradores, a la salida del túnel. J. Sanz

El paso, de momento, solo ofrece el carril derecho para entrar a la boca y salir después en un circuito de conos en ese a la calle Labradores. Allí los conductores se han encontrado, y se encontrarán durante las próximas semanas, con una legión de operarios trabajando a destajo para adoquinar las aceras de los dos laterales hasta el cruce con Nicolás Salmerón, una intervención cuya finalización está prevista para finales de enero, si bien todo apunta a que la acera de los números impares podría rematarse mucho antes para recuperar el acceso al garaje del bloque de viviendas del número 45, que permanece cerrado desde el pasado 12 de diciembre.

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Los obreros ultiman la urbanización del lado de la avenida de Segovia para unir la plaza con la calle Guipúzcoa

Quizás la ausencia de señalización que indique con la debida antelación la reapertura, aunque parcial, del túnel de Labradores esté detrás del escaso uso del mismo que están haciendo los conductores particulares durante las primeras 24 horas desde su puesta en servicio al filo de las once de la mañana del pasado miércoles (18 de diciembre). Cabe esperar un mayor uso progresivo de su carril abierto para aliviar, aunque sea ligeramente, la enorme carga de circulación que asume el viaducto de Arco de Ladrillo, al menos, en el sentido de entrada al centro. Allí, de momento, continúan sucediéndose las retenciones. Y así será hasta abril, cuando está prevista la finalización de los trabajos para afianzar los laterales del paso elevado y renovar los quitamiedos del lado izquierdo de su tablero (en sentido al centro), donde trabajan ahora los operarios una vez concluida la misma intervención en la margen derecha -a finales de noviembre-.

Así que por ahora y, al menos, hasta finales de enero, cuando se prevé la apertura de los dos carriles del túnel de Labradores -en cuanto acabe la urbanización de sus dos aceras-, que serán exclusivamente de sentido hacia el centro desde la avenida de Segovia, los dos pasos sobre (Arco de Ladrillo) y bajo (Labradores) las vías continuarán cercenados. El primero con un solo carril en cada sentido y el segundo con un único carril abierto para llegar al centro desde Delicias.

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Tráfico fluido a las diez de la mañana en el túnel de San Isidro. J. Sanz

Los conductores, no obstante, cuentan con dos alternativas exentas de obras para circular en sentido de salida desde el centro, como son el doble paso subterráneo de Estación y Panaderos (abierto el 4 de abril de 2023) y, más al este, con el túnel de San Isidro, en el que sus cuatro carriles están abiertos sin complicaciones entre la plaza de la Circular y el paseo de San Isidro. El único pero, en cuanto a la doble boca de Estación y Panaderos, se encuentra en su salida a la avenida de Segovia. Allí los conductores solo cuentan con un carril inicial de salida hacia Delicias.

Trabajos de urbanización entre el paso peatonal de Panaderos y el túnel de Labradores, del lado de la avenida de Segovia. J. Sanz

Las obras, de hecho, continúan también al otro lado de las vías, en la avenida de Segovia, donde los operarios continúan trabajando en las obras de urbanización en torno a las salidas de los tres túneles (Estación Panaderos y Labradores), con un plazo de ejecución de los trabajos que finalizará en el mes de marzo. Allí están ya avanzados los trabajos para habilitar una pasarela peatonal pegada a las vías, sobre la amplia boca peatonal que parte de Estación -abierta también el 4 de abril de 2023-, y una escalinata a su lado que unirán la nueva plazoleta peatonal con Delicias hacia la calle Guipzúcoa.

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Cuanto concluya esta última intervención, y un mes después, en teoría, se reabrirá también por completo el viaducto de Arco de Ladrillo, se normalizará la circulación en la avenida de Segovia, con dos carriles de salida de la doble boca de Estación y Panaderos -ahora solo hay uno- y otros dos de entrada hacia el paso de Labradores.

La inversión global en la construcción de este proyecto enmarcado en el ahora en entredicho, por el equipo de Gobierno de PP y Vox, plan de integración ferroviaria, ha superado los catorce millones de euros, cuatro de ellos para la ampliación del túnel de Labradores, que ha ganado en torno a setenta centímetros de ancho y, sobre todo, un metro de gálibo para evitar los habituales encajonamientos de camionetas en su remozado interior, en el que se han renovado las luminarias y revestido sus veteranos muros (fue inaugurado en 1953) con planchas de chapa 'fonoabsorbentes' para reducir el ruido al paso de los vehículos. También se ha duplicado la capacidad de su red de desagüe para evitar inundaciones.

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Estado actual del paso peatonal de Labradores, con la boca lateral hacia Estación aún cerrada. J. Sanz

Un paso peatonal obsoleto con un boca cerrada, sin cámaras y lleno de grafitis

Urbanización de la acera en la salida de la boca lateral a la calle Estación. J. S.

Ni una mano de pintura ha recibido el veterano paso peatonal bajo las vías que une Labradores y la avenida de Segovia después de ocho meses de obras, y los tres que quedan (hasta marzo), para completar la ampliación del túnel para vehículos y la urbanización del entorno. Los grafitis continúan cubriendo cada milímetro de sus muros y el angosto paso mantiene, además, cerrada la boca lateral hacia Estación, donde los operarios están rematando el adoquinado de la acera en el exterior. Pero el paso, que carece de cámaras de vigilancia, como sí las tienen sus homólogos de Panaderos (el nuevo), San Isidro, Vadillos (entre Salud y Casasola) y Pilarica (plaza de Rafael Cano), se mantendrá como está, según reconoció el miércoles el concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona.

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