Valladolid
Dos años de obras completan la reorganización del tráfico en la calle EstaciónValladolid
Dos años de obras completan la reorganización del tráfico en la calle EstaciónLa calle Estación vislumbra estos días el final de un largo túnel de dos interminables años de cortes y remodelaciones motivas por las obras de los nuevos pasos subterráneos (Panaderos y Padre Claret) y la reurbanización de la propia vía y de las que la ... rodean. Tanto es así que a día de hoy, y fruto de la reapertura anticipada de la calle García Valladolid a la circulación (con más de dos semanas de antelación), acaba de completarse la reorganización definitiva del tráfico en todo su entorno.
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Un tramo de la acera, el que linda con la vía pasado el ascensor del paso peatonal de Panaderos hacia la avenida de Segovia, eso sí, continúa cerrado a la espera de la finalización de las obras de ampliación del túnel de Labradores, cuya conclusión está prevista para el 8 de febrero, aunque se contempla la posibilidad de reabrir un carril después del puente de la Constitución. Sus dos carriles, en cualquier caso, asumirán en su momento el sentido de circulación desde Delicias hacia el centro.
Pero al margen de este corte casi anecdótico de la acera -la del lado de las viviendas está abierta con normalidad-, la calle Estación cuenta a día de hoy con todo su entorno abierto al tráfico y también a los peatones. Atrás quedan 24 meses de obras y cortes que cambiaron la fisionomía de su tramo inicial para siempre.
El circuito definitivo para los vehículos ha quedado así cerrado definitivamente en todas las vías del entorno. Así, desde el tramo inicial de Estación (desde la plaza de Colón) se mantienen dos carriles de circulación. El derecho permite circular en línea recta (en sentido hacia las intersecciones con Panaderos o Labradores) o bien, desde una nueva isleta, girar a la derecha hacia Recondo o hacia la boca del túnel que conduce a la avenida de Segovia. Por el izquierdo solo se puede girar hacia la calle García Valladolid, una vía que acaba de ser remodelada por completo para sustituir sus antiguas y estrechas aceras de brea por otras adoquinadas y que ha sido reabierta al tráfico este mes -el plazo de ejecución de los trabajos concluía el día 29, pero se reabrió hace más de quince días-.
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La remozada calle García Valladolid ahora solo permite el sentido de circulación hacia Independencia y desde allí los conductores pueden girar bien hacia la izquierda -hacia Muro- bien hacia la derecha para salir a Ferrocarril y después a Estación. La calle Ferrocarril tampoco se ha librado de la remodelación de todo el entorno y en ella se eliminó la hilera de estacionamientos del lado de los números pares para duplicar el tamaño de su acera e intentar agilizar la circulación en su único carril de circulación entre Caño Argales y Estación. Desde el final de Ferrocarril se puede girar ahora hacia la izquierda (por Estación en sentido a García Valladolid), continuar recto hacia Recondo o bien girar a la derecha para continuar por Estación hacia Panaderos y Labradores.
Este circuito de circulación es ya definitivo después de cambiar los sentidos de circulación de distintos tramos de todas las calles del entorno. En la última, como es García Valladolid, las obras de remodelación comenzaron el 7 de agosto y concluyeron a principios del presente mes de noviembre. Allí se han renovado las redes subterráneas de abastecimiento y alcantarillado, adoquinado sus aceras de brea -una rareza en el centro- y trasladado la hilera de estacionamientos en línea del lado de los números impares al de los pares. Se han ganado, además, cuatro plazas de aparcamiento del lado de los impares justo antes de la desembocadura en Independencia. Esta vía tenía antes el sentido de circulación inverso. Estos días, eso sí, tiene cortada la acera del lado de los impares por la presencia de una plataforma para pintar la fachada del inmueble del número 3. Será un corte, no obstante, de escasa duración.
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Las obras en el entorno de Estación también han afectado también a los aparcamientos en la propia vía. Allí se eliminó definitivamente su segundo carril, entre Ferrocarril y Panaderos, para habilitar una hilera completa de estacionamientos en batería que duplicó las plazas existentes con anterioridad. El carril 'desaparecido' era el que antes conectaba Panaderos con Ferrocarril, un sentido de circulación que se ha eliminado también. Ahora desde la vía de servicio de Panaderos solo se puede salir a Estación hacia Labradores.
El batiburrillo de cortes, cambios y obras en torno a la calle Estación comenzó en noviembre de 2022 con el inicio de las obras de construcción del triple túnel bajo las vías (dos para vehículos y uno para peatones) de Panaderos y la propia Estación -abiertos el 4 de agosto de 2023- y continuó después con las obras, que se solaparon durante meses, de construcción del paso peatonal de Padre Claret -abierto el 2 de julio de 2024- y de las obras aún en curso de ampliación del paso de Labradores -su finalización completa está prevista para el 8 de febrero de 2025-.
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A estas obras vinculadas al proyecto de integración ferroviaria se sumaron en las últimos meses las intervenciones García Valladolid y Ferrocarril. La intervención en esta última no gustó en exceso a vecinos y comerciantes tanto por la eliminación de las plazas de aparcamiento como, sobre todo, por la ausencia de espacio para estacionar los vehículos de reparto. Eso, de hecho, está generando desde el verano visibles problemas de seguridad vial al estacionar directamente sus conductores sobre la acera, algo evidentemente sancionable y que ocurre a diario en esta calle. Basta con pasar por allí y detenerse unos minutos para comprobarlo.
La calle Estación y todo su entorno, en cualquier caso, se han librado por fin de las obras después de dos años a la espera de la apertura del pequeño tramo de acera cortado por los trabajos en el túnel de Labradores. El último vestigio de este calvario de cortes y aperturas, una señal que anunciaba el primer corte (de noviembre de 2022) por las obras del túnel de Panaderos, fue retirada a principios del pasado mes de octubre de la entrada a la calle desde la plaza de Colón después de permanecer algunas semanas al descubierto anunciando cortes inexistentes al romperse los plásticos que la cubrían.
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