Leandro Herrero montó su propio taller hace 25 años en la calle Murcia en Valladolid. Rodrigo Jiménez
Valladolid

«Ser mecánico es mucho más que un oficio, es una forma de vida»

Leandro Herrero García, que empezó a trabajar a los 15 años, aprendió de su padre

Laura Negro

Valladolid

Sábado, 3 de junio 2023, 13:52

Leandro Herrero García lleva la pasión por la mecánica en la sangre. Su bisabuelo Francisco regentaba 'La Triunfadora', un taller de fabricación de máquinas aventadoras, su abuelo fue taxista y su padre tenía su propio taller mecánico en Medina de Rioseco. Con tan solo ... 8 años, Leandro se encargaba de llevar a diario el bocadillo a su padre. Ese era para él el mejor momento del día, porque mientras su padre almorzaba, él aprovechaba para jugar con el compresor de aire, con el gato hidráulico o con la infinidad de llaves y herramientas que había en aquel maravilloso lugar. Con tan solo 10 años, tuvo su primer mono de trabajo y con 14, se pasó el verano ayudando en las tareas más sencillas. «Lavaba los coches, pasaba las llaves a los mecánicos y barría el taller. Al terminar el colegio, me puse a trabajar allí. Con 21 años me vine a Valladolid y trabajé en distintos talleres de servicios oficiales», recuerda este profesional.

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Hace 25 años que levantó su propio taller en Valladolid, Talleres Leandro, en la calle Murcia, 4, donde atiene una clientela amplia y muy fiel. «Me apasiona mi trabajo y me exige estar siempre al día. La formación continua es primordial. Yo actualmente me estoy formando en vehículos híbridos y eléctricos», informa. Echando la vista atrás, ve cómo ha evolucionado su oficio. «Hace años todo era más manual. Teníamos que ingeniárnoslas para reparar las piezas o hacerlas nosotros mismos y era muy gratificante. Ahora nuestro trabajo se basa, sobre todo en recambiar los componentes que den fallo y hacemos mucho de electrónica», comenta.

Leandro arreglando un vehículo en su taller mecánico. R. J.

Leandro ve con tristeza la falta de vocaciones en su sector, algo que achaca a que la Formación Profesional no está siendo capaz de generar cantera. No despierta el interés de los jóvenes. «En los centros educativos se preocupan de dar formación teórica, pero no tanta a nivel práctico. Tampoco motivan lo suficiente a los chavales para que valoren la profesión. Cuando contratas a un recién graduado, prácticamente no sabe hacer nada. La formación se la tengo que dar yo, asumiendo los gastos de seguros sociales y eso es muy complicado en un negocio», dice este firme defensor de los oficios.

«Los oficios no los hemos valorado»

«En los últimos años, nos hemos empeñado en que nuestros hijos sean ingenieros, médicos, abogados… pero los oficios no los hemos valorado y es una pena porque se acabarán perdiendo, a pesar de ser útiles a la sociedad. A ver en el futuro quién arreglará los coches o las cañerías…», aventura a decir. Para él, ser mecánico más que un oficio es una forma de vida. «Las 24 horas del día las dedico a pensar en mi trabajo, en cómo podría arreglar un coche o qué solución darle a una avería. Lo más bonito de todo, es la satisfacción personal al ver los resultados. El de mecánico, igual que el de albañil o fontanero es un oficio con futuro. Cada vez hay más coches y siempre habrá averías, por eso, desde la Formación Profesional, se debería animar a que los jóvenes amen el sector de la reparación del automóvil, que es realmente bonito», anima.

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