Vecinos del edificio Lucense junto a la terraza de la discordia y el tramo en obras por el que hasta ahora discurría un carril podotáctil. Carlos Espeso

Valladolid

Los vecinos del Lucense, en pie de guerra: «Han arrasado un carril de ciegos por una terraza»

Aseguran que es una instalación «ilegal» que les ocasiona numerosos perjuicios y «oculta una fachada protegida»

Martes, 2 de julio 2024, 06:31

«Están favoreciendo una actividad privada con dinero de todos los vallisoletanos». Esa es la opinión de los vecinos del edificio Lucense respecto a la decisión del Ayuntamiento de trasladar el carril podotáctil que partía de la fachada –un tipo de pavimento con una textura ... especial que guía a las personas ciegas hacia los cruces– «para salvar la terraza» del establecimiento que ocupa el local del bajo.

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La comunidad de propietarios llevaba casi año y medio denunciando por distintas vías que la instalación hostelera «invadía el carril» y su sorpresa ha sido la solución que ha adoptado el Consistorio. Mientras que la anterior corporación municipal les planteó reducir el 20% el tamaño de la terraza, si bien «nunca lo llevó a cabo», la nueva ha optado por cambiar el trazado. Las obras, que comenzaron el lunes de la semana pasada y ya están muy avanzadas, han implicado la sustitución de una parte del enlosado frente al número 86 del Paseo de Zorrilla.

«Ellos dicen que han modificado el carril –en referencia al Ayuntamiento de Valladolid–, pero desde nuestra perspectiva no lo han modificado sino que han arrasado el carril podotáctil y han hecho otro imposible, con líneas quebradas y mucho más largo», explica Jacinto Sánchez, vicepresidente de la comunidad y portavoz de los afectados.

Pero eso no es lo peor, en opinión de los vecinos. «Lo humillante es que hace a las personas con discapacidad visual bordear la terraza», censura Sánchez, secundado por una amplia representación de los residentes reunidos en la calle. Y añade que «el mensaje que les están mandando a los invidentes es claro. 'Lo importante aquí es una terraza, no sois vosotros ni los vecinos. Es salvar esta terraza'», sentencia mientras la señala, en alusión a la del bar-restaurante Lucense.

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«El mensaje que les están mandando a los invidentes es claro. 'Lo importante aquí es una terraza, no sois vosotros ni los vecinos. Es salvar esta terraza'»

Jacinto Sánchez

Portavoz de la comunidad de propietarios del edificio Lucense

El portavoz insiste en que a la vista de cómo se ha resuelto el problema, «parece que es el carril el que ha invadido la terraza, y no la terraza la que ha invadido el carril. Que quede claro que el carril estaba antes, mucho antes, y que no estaba ahí por capricho, sino que estaba alineado con el paso al otro lado del Paseo de Zorrilla. Ahora tienen que hacer 'slalom', como me decía una persona invidente el otro día», zanja.

«Parecen naves ganaderas»

No es la única reivindicación de los vecinos, en pie de guerra contra la terraza del Lucense y su gemela, la del restaurante Raza, por las «ilegalidades» en las que a su juicio incurren. Critican «unas instalaciones que parecen naves ganaderas» por la chapa grecada de los laterales y su gran tamaño, «en torno a 100 metros cuadrados cada una». En cuanto al uso, lamentan que una de ellas se emplee «como almacén por 4.000 euros al año (el importe de la tasa) en pleno Paseo de Zorrilla» y llaman la atención sobre su altura.«Tienen casi 3,80 metros, cuando los locales no pasan de los 2,70», detalla el presidente de la comunidad de propietarios, Félix Gatón, lo que implica que «ocultan una fachada protegida que el Ayuntamiento nos ha obligado a mantener y que nos ha costado mucho».

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Un importante perjuicio para los habitantes del 1º, que han perdido buena parte de las vistas que tenían. Es el caso de Javier Ojosnegros: «Tengo una minusvalía y el día de mañana un deterioro y compré mi casa con vistas al Paseo de Zorrilla porque delante no se podía edificar e iba a tener que pasar mucho tiempo aquí, y la manera de entretenerme iba a ser mirar por la ventana. Ahora mismo esto es una edificación, me han tapado las vistas y mi vida se ha truncado», explica con amargura.

Las instalaciones hosteleras exteriores del bar Lucense, vistas desde el primer piso del inmueble del mismo nombre. C. E.

El remate son los ruidos que se ven obligados a soportar cuando los clientes se quedan de pie en la calle apurando sus consumiciones, algo que tienen acreditado con numerosas fotografías y vídeos. «La gente canta hasta altas horas de la noche y hay personas mayores o que están enfermas y no es un sitio para que haya esto», expresa Félix Gatón, que se pregunta cómo se permite «si los establecimientos te obligan a insonorizarlos». De ahí que estén dispuestos a «llegar hasta los tribunales si es necesario» para garantizar sus derechos.

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«Criterios técnicos»

El concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, indica por su parte que la intervención que se está realizando en esa banda podotáctil sigue «criterios estrictamente técnicos» y «precisamente lo que busca es un itinerario en el que no haya obstáculos para el paso de los de los invidentes, teniendo en cuenta que estaba interrumpido no solamente por la terraza, sino también por una farola».

«Este tipo de ocupaciones extensivas en el futuro no se deben producir»

Alberto Gutiérrez Alberca

Concejal de Tráfico y Movilidad

El edil acota que la queja «se había suscitado inicialmente por los intereses contrapuestos entre vecinos y hostelero, luego se nos puso de manifiesto también en el concejo abierto que celebramos en el centro cívico Zona Sur y yo se lo planteé al Servicio Público de Infraestructuras», que según detalla optó por el trazado que se está realizando. «Comprendo que eso no satisface el interés de los vecinos, pero no tengo otra posibilidad que actuar con criterios técnicos», reitera.

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En relación a las demás reclamaciones Gutiérrez Alberca matiza «desde el punto de vista de los técnicos la terraza cumple, porque si no, no se habría dado autorización», lo que no obsta para que considere que «este tipo de ocupaciones extensivas en el futuro no se deben producir». Ha recordado que su departamento está trabajando en «una normativa más específica para que no haya invasiones excesivas del espacio público», que espera que esté terminada para la próxima temporada, y en tanto se elabora pide «paciencia» a los residentes.

Desde el Grupo Bla Bla Bla, propietario tanto del bar Lucense como del restaurante Raza, se limitan a señalar que «se ha cumplido a rajatabla la legalidad y por eso está puesta», además de manifestar que «el carril podotáctil estaba mal hecho, el Ayuntamiento ha venido y lo ha subsanado». En cuanto a las dimensiones rechazan que haya que reducir la terraza «porque estaba concedida de esa manera, en el plan estaba clarísimo donde estaba», y respecto al sonido plantean que «cuanto más instalada está una terraza más cerrada está y hay mucho menos ruido».

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