Fusiles de asalto al paso del rey Felipe VI y Pedro Sánchez por Valladolid

El motivo de la presencia de los agentes armados era la llegada, al filo del mediodía, del AVE inaugural de la línea Madrid-Burgos, y también Valladolid-Burgos, en su parada en la estación Campo Grande. En su interior viajaban el rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que fueron recibidos en la estación, rodeada también de un amplio despliegue policial, por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el alcalde, Óscar Puente.

El convoy, llamado a cubrir el trayecto en una hora y 33 minutos (45 minutos menos que los actuales Alvia para cerca de 280 kilómetros), pasó puntual bajo el veterano Arco de Ladrillo, que recibe Ave desde la llegada del primer tren de alta velocidad a Valladolid el 22 de diciembre de 2007 (aquel día se inauguró la línea Madrid-Valladolid).

Las autoridades realizaron un breve alto en el camino en su trayecto hacia Burgos. Los Ave comenzaran sus viajes comerciales a partir de este viernes. El trayecto entre Valladolid y Burgos, dos capitales separadas por 120 kilómetros, se cubrirá en apenas media hora.

El paso del convoy con el Rey y el presidente del Gobierno motivó un amplio despliegue policial durante el trayecto por el casco urbano y, en especial, en el entorno de la estación Campo Grande.

Los agentes, al margen del dispositivo a pie de vía, instalaron un punto de observación en altura desde la parte más alta del viaducto de Arco de Ladrillo y permanecieron apostados en el carril derecho, de entrada a la ciudad, para controlar desde allí, fusiles en mano, los movimiento en torno al apeadero.

Los agentes, y las vallas y conos que cortaban provisionalmente el carril derecho del viaducto, fueron retiradas una vez que el tren prosiguió su camino hacia Burgos.