Valladolid

Sonrisas y alivio en la última sesión del macrojuicio de la Perla Negra

Fue el punto y final de un juicio que arrancó a finales de febrero, cuando los acusados llegaban a la Audiencia con bufanda. En mayo, este miércoles, había un 'outfit' más primaveral. Ahora habrá que esperar un «plazo razonable», según el presidente del tribunal, para conocer una sentencia que podría dictarse dentro de dos meses.

Serán los últimos dos meses de incertidumbre para los acusados. Precisamente, fueron doce los que se sentaron en el banquillo con el apellido de encausados, pero uno de ellos, Alberto Esgueva, respirará más tranquilo después de que el Ministerio Público y la acusación popular le retiraran las imputaciones. De hecho, este miércoles ya vuela hacia Polonia para dejar una etapa que en palabras de su abogado «le había matado civilmente».

Aun así, la sensación este miércoles en los pasillos de la Audiencia era de alivio. Se acababa el primer macrojuicio de corrupción política en Castilla y León y eso se palpaba en el ambiente. Había alguna palmadita en la espalda entre abogados y hasta sonrisas entre los acusados. Mañana se evitarán el paseíllo para entrar en una Audiencia flanqueada normalmente por reporteros gráficos.

Seguro que en este día ni se pararon a pensar que durante todo este tiempo han pasado, en calidad de testigos, políticos como Juan Vicente Herrera, Pilar del Olmo o Pablo Trillo, entre otros.

Durante esta última sesión se escuchó otra vez a todos los acusados. Fueron desfilando por un micrófono para ejercer su derecho a la última palabra. Y todos hablaron. De diferente manera, pero lo hicieron.

El primero de ellos fue Rafael Delgado (la Fiscalía le pide 11 años de prisión). Fue el más extenso y en términos periodísticos es el que dejó más titulares. He aquí algunas de sus frases durante su intervención: «Yo no formaba parte de ninguna cúpula», «actuaba a instrucción del consejero (el fallecido durante el periodo de instrucción Tomás Villanueva)», «volvería a actuar del mismo modo», «no soy consciente de haber cometido ningún hecho delictivo», «no soy responsable de cualquiera de las actuaciones tras mi salida» y «no he causado ningún perjuicio a la Administración». Delgado, al igual que todos los acusados, agradeció a la Sala su trabajo.

Lo hizo también Begoña Hernández (petición de 11 años de cárcel por parte de la Fiscalía), que recalcó que «ya se había hablado todo durante el juicio». Juan Carlos Sacristán (petición de 11 años de prisión) reiteró que «a la vista de lo que he podido comprobar, espero una sentencia absolutoria». Salvador Molina (4 años de cárcel) despachó su última oportunidad con un «nada, muchas gracias», mientras que Francisco Armero (4 años de cárcel) agradeció el trato a la Sala. Germán José Martín Giraldo (6 años de prisión) agregó que «no tengo nada más que añadir; ha quedado todo claro».

Y así sucesivamente con Ángel Román Montes, Luis Antonio Recio, Francisco Esgueva, Luis Ángel Rodríguez y Carlos González Maestro, a quienes la Fiscalía les pide seis años de prisión.

Tras ellos llegó el visto para sentencia en una última sesión en la que el protagonismo recayó en los abogados de Recio, Esgueva, Rodríguez y Conzáñez Maestro. Todos ellos solicitaron la absolución para sus patrocinados.

Tras el final de la última sesión los resoplidos en forma de 'por fin' dieron por finalizado el macrojuicio de la Perla Negra.