La sociedad Valladolid Alta Velocidad tiene cinco pasos en el cajón listos para licitarse

Además del túnel que debería sustituir al viaducto, la sociedad ya tiene los proyectos de tres pasos en el entorno de Ariza y el de las calles Unión y Pelícano. Los de Ariza podrían avanzar en la licitación de las obras para que estuvieran ya contratadas y listas para empezarse cuando se suprima la vía férrea que hoy utilizan los trenes de Renault para trasladar sus coches. Esa supresión se producirá, según avanzó el ministro de Movilidad, Óscar Puente, en su visita al nuevo nodo logístico de Valladolid, en el primer semestre del próximo año. El Norte pudo comprobar hace un par de semanas el estado en el que se encuentra la conexión de la vía de Renault con la parte de la Variante Este que ya está ejecutada y que desemboca en el nuevo complejo ferroviario, y las previsiones parecen bien encaminadas.

La licitación de las obras es un proceso que puede demorarse en torno a 3 ó 4 meses. Esto es, si se sacaran los tres pasos de Ariza a licitación antes de final de año, en primavera estaría listo el papeleo para empezar a trabajar en cuanto la vía deje de utilizarse. Hay que recordar que son dos pasos peatonales y ciclistas y uno de vehículos entre las calles Hípica y Adolfo Suárez. Es un sector que se encuentra en plena fase de crecimiento, con bloques de viviendas en construcción, y que tiene como únicas conexiones el paso de Arco de Ladrillo y una pasarela peatonal elevada en el parque de Las Norias.

El coste de esos tres pasos de Ariza, según consta en los proyectos que deben sacarse a licitación, puede rondar los 20 millones de euros. El más caro, como es lógico, es el de vehículos, entre las calles Hípica y Adolfo Suárez. Son 10 millones de euros más IVA y el plazo de ejecución es de 15 meses. Esto es, si pudieran empezarse las obras a mediados de 2025, estaría rematado en el último trimestre de 2026.

En cuanto a los pasos peatonales y ciclistas en la misma zona, son más baratos de acometer, aunque los plazos de ejecución son similares. Hay que tener en cuenta que el procedimiento es similar en todos ellos, el del cajón hincado que ya se ha utilizado en Panaderos y en Padre Claret. Un proceso constructivo que permite que el tráfico ferroviario se mantenga. El que discurre entre la avenida de Irún -a la altura del número 5- y la calle Guadalajara tiene un coste previsto de 4,6 millones de euros más IVA, y un plazo de 16 meses. Y el tercero, el de la Plaza del Crepúsculo con el camino de la Esperanza, supondrá 5,4 millones de euros más IVA y 19 meses de tajo.

El 'cosido' de esa zona se completaría, a partir de la estación en sentido sur, con el túnel de Arco de Ladrillo, que es la gran obra pendiente en estos momentos porque ya cuenta con todos los trámites cumplidos. Solo falta licitar la obra. Entre el paso de la estación y el de Arco de Ladrillo habría unos 465 metros. Desde ahí al siguiente paso para vehículos, 500 metros. Y al siguiente peatonal, el de la calle Guadalajara, 400 metros. Y a su vez, entre este y el siguiente cruce peatonal y ciclista de las vías, el de Crepúsculo, otros 230 metros.

El paso que uniría las calles Unión y Pelícano, al norte de la estación, está proyectado desde noviembre de 2023. Es uno de los que podría empezarse en cualquier momento. En este punto se ubicaría un nuevo cruce subterráneo para peatones y bicicletas que continuaría con la permeabilización de la vía hacia el norte. En ese trazado, desde la estación hasta el apeadero de la Universidad, se ubican el de Panaderos (terminado, para peatones, bicis y vehículos), la ampliación del paso de vehículos de Labradores (en obras), el de Padre Claret (terminado), el de la plaza Rafael Cano (peatonal y ciclista, en funcionamiento) y el de Andrómeda con Aviador Gómez del Barco (vehículos, peatonal y ciclista, en funcionamiento). Desde el futuro paso de la estación hasta los de Panaderos y Labradores hay unos 350 metros de distancia. A otros 320 se ubica Padre Claret, y a 500 metros de distancia se situaría el de Unión-Pelícano. Entre medias de ambos falta el proyecto de ampliación y mejora del paso de San Isidro.

Además, en el entorno del Paseo del Cauce se sitúan un cruce ciclista entre la calle Salud y la calle de la Vía y otro, peatonal, casi anexo, a la altura de la calle Villabáñez, justo antes del paso subterráneo de vehículos. En el convenio de integración se contempla la «mejora de la conexión existente entre Casasola y Villabáñez y del entorno del puente sobre el río Esgueva», con la ampliación de los accesos «al paso inferior actual de peatones y bicis e incorporación al itinerario del borde del río», así como la mejora «en el paso rodado en túnel existente».