Roger, el malinois vallisoletano subcampeón del mundo

Con el trofeo en casa y la mente puesta en los próximos campeonatos, Antonio cuenta cómo se debe preparar a un perro para que alcance el nivel de competición. Debe empezarse desde cachorro, ha de tener buen carácter, ser cariñoso y generar un gran vínculo con el dueño. Y Roger reunía esas cualidades. «Cuando fui a ver la camada él fue el único que se acercaba a mi y me daba besos, parecía como si me conociera de toda la vida y decidí cogerle para empezar su preparación», cuenta.

Pero Antonio llevaba casi 18 años sin presentarse a campeonatos y nunca antes había tenido un malinois porque todos sus perros habían sido pastores alemanes. Roger era diferente y apostó por él, por su buen carácter y por el vínculo que ya habían creado. Comenzó entonces, cuando todavía era cachorro, la preparación y entrenamiento para que el perro obedeciera sus órdenes con una metodología diferente a la habitual. «Siempre me he negado a pegar o castigar físicamente a un perro para que haga caso, por eso me centro en el premio y en basar el entrenamiento en el juego», explica Antonio.

Así, poco a poco y con paciencia, consiguió que aprendiera trucos, obediencia y disciplina. Para Roger entrenar supone un juego porque así se lo ha enseñado Antonio. «Trabajamos con premios y con refuerzos : si hace algo bien le premio y me pongo muy contento con él, pero si no me hace caso, le ignoro o simplemente no le doy la chuchería. Así, él entiende que hacer las cosas bien le proporciona algo bueno y por eso está siempre contento».

El camino ha sido largo, porque en preparar a un perro al más alto nivel se suelen tardar cuatro años, pero con Roger han sido seis. «No es que sea peor, pero sí es el perro al que menos tiempo he dedicado por motivos familiares y de trabajo. Con los anteriores solía entrenar dos o tres horas diarias y hacíamos tres días de entrenamiento y uno de descanso, así continuamente. Pero esta vez ha sido al revés», comenta entre risas y todavía sin creerse del todo lo que ha conseguido. Los entrenamientos han sido menos de lo que deberían pero están empezando a dar sus frutos y así lo han demostrado en el campeonato del mundo.

Tras el buen sabor de boca que le ha dejado el campeonato del mundo, Antonio asegura que continuará con el entrenamiento de Roger para presentarse al mundial de 2023. Pero antes podrá volver a competir en el campeonato de España de Interrazas, que se celebrará en marzo del año que viene y en el que tiene muchas esperanzas puestas.